Pobreza y corrupción
Según las estadísticas europeas, Rumanía ha registrado el mayor crecimiento económico de la Unión Europea en el tercer trimestre de este año.
România Internațional, 18.11.2015, 13:46
A esta buena noticia le podría seguir otra igual de buena: la lucha contra la pobreza. Las mismas estadísticas de la UE combinadas con las provenientes del Banco Mundial y de UNICEF, sitúan a Rumanía en los últimos lugares de Europa en cuanto a la lucha contra la pobreza y la exclusión social, hecho subrayado también por Philip Alston, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, durante su visita a Bucarest. >
“Los servicios sociales gubernamentales destinados a las categorías pobres son, en general, los peores de toda Europa. He escuchado muchas veces que la pobreza es una opción. Es verdad, pero en las mayorías de las veces, es la opción de los Gobiernos y no de los que viven en la pobreza. La sociedad rumana de hoy está dividida, no sólo entre el medio rural y el urbano. Se trata de una división entre un 40% de los que continúan viviendo en la pobreza y el resto de la población cuyo bienestar constituye el objetivo principal de la política gubernamental.
Acentuadas gradualmente después de 1990, las disparidades sociales afectan a gran parte de la población y los sociólogos han notado una distancia económica muy grande entre una minoría muy rica y el resto de la población.
Por más reveladoras que sean, las estadísticas también pueden ser incompletas porque no indican nada sobre la vida diaria de los pobres o de los que, según las mismas estadísticas, se sitúan en un nivel promedio de vida. Por ejemplo, en Rumanía, el salario promedio neto es de aproximadamente 1800 lei (uno 400 euros), suma que, según los estándares de vida de Europa Occidental, no es nada satisfactoria. Tampoco lo es para la mayoría de los rumanos que aspiran a aquellos estándares, según nos cuenta Mihai Dumitru, investigador en el Instituto de Investigaciones sobre Calidad de Vida :
“Como bien saben, el ingeso promedio de Rumanía es casi el menor de la UE, por lo tanto este problema es fundamental en Rumanía. La pobreza afecta, en primer lugar, a través de la comparación social. Rumanía no es sólo un país pobre, y me refiero a los ingresos de la gente, sino que tiene casi las mayores desigualdades sociales de Europa. Existe la incertidumbre de cómo cubrir las necesidades fudamentales.
La situación de los niños de Rumanía también constituye un motivo de preocupación, según considera Philip Alston. :
“Un 48,5% de los niños vive al borde de la pobreza y de la exclusión social. Un 34,1% sufre privaciones materiales. Estas cifras deberían figurar a la cabeza de la agenda de cada Gobierno. Durante mis visitas a las zonas rurales he notado que la situación de la gente que vive allí es grave. Asimismo, un 40% de los niños en instituciones lo están a causa de la pobreza.
Las señales de alarma en cuanto a las condiciones de vida de los niños se combinan con las referentes al problema demográfico. Desde 1990 hasta hoy en día, la población de Rumanía se ha reducido de 23 millones a 20 millones. Si en el presente, hay casi 1,1 personas que pagan contribuciones sociales para asegurar la pensión de un jubilado, cuando se vayan a jubilar los que ahora tienen entre 30 y 35 años de edad, serán aproximadamente 0,77 personas las que pagarán las contribuciones sociales. Desafortunadamente, las políticas que fomentan la natalidad no tienen muchos resultados. Precisamente las categorías de mujeres que no están al borde de la pobreza evitan quedar embarazadas, según cuenta el experto en demografía, Traian Rotariu :
“En Rumanía, alrededor de la mitad de los niños tienen madres empleadas y la otra mitad pertenece a madres desempleadas. Muchas de las madres que no tienen empleo pertenecen a las categorías pobres, de las zonas rurales, otras son jóvenes y solteras, es decir no hay un padre que contribuya al mantenimiento y cuidado del niño. Además, en el campo, hay varias mujeres que viven de la suma mensual que asigna el Estado por niño. Para las mujeres con tres o cuatro niños, éste es un medio de supervivencia. Por otra parte, la mitad de los niños del país tienen madres empleadas que necesitarían otro apoyo material.
Otro asunto importante es la situación de la minoría gitana cuya integración, según afirma Philip Alston, puede resultar eficiente desde el punto de vista económico
“Un 90% de los hogares de los que pertenecen a la minoría gitana se enfrenta a privaciones materiales severas. Hay numerosos informes sobre los problemas de esta minoría, pero a mí me ha sorprendido mucho el hecho de que una serie de personas oficiales haya declarado que esta minoría no es discriminada. Conforme a las estadísticas, 1 de 5 miembros de la población activa de Rumanía pertenece a la etnia gitana. Esto significa que un 25% de la mano de obra está eliminado. Por consiguiente, hay también razones económicas muy fuertes, incluso egoístas, para cambiar fundamentalmente las políticas con respecto a esta minoría.
Por lo tanto, la eficiencia económica debe asociarse a políticas sociales igual de eficientes pero también a la lucha contra la pobreza, según piensa Philip Alston :
“Respecto a la corrupción, se han registrado progresos mayores, pero las formas de corrupción “débiles siguen existiendo en cuanto al acceso o la exclusión de los servicios sociales. Se supone que si un país como Rumanía no gasta suficiente dinero para corregir sus problemas sociales graves, no tiene dinero. Antes de todo, el dinero existe. Y en segundo lugar, si no hay más dinero disponible, esto se debe a unos motivos serios. El índice de recaudación de las tasas es muy reducido y la evasión fiscal y la corrupción están muy presentes, hecho que contribuye a la reducción de los ingresos gubernamentales.
Por lo tanto, el crecimiento económico debe estar acompañado por la lucha contra la corrupción para ofrecer a los ciudadanos la protección social necesaria.