¿Cómo somos los rumanos? Perfil psicológico
Ha sido publicado este año un estudio que representa la suma del perfil psicológico de los rumanos que anula o confirma según el caso, completando a la vez dos análisis más antiguos
Christine Leșcu, 24.04.2015, 12:33
En 2005, en la revista estadounidense “SCIENCE”, fue publicado un estudio comparativo realizado en 49 culturas del mundo, sobre las diferencias entre el modo en que los pueblos se perciben a sí mismos y cómo son en realidad. Los rumanos no estaban incluidos en el estudio, lo que motivó a los investigadores del Departamento de Psicología Clínica y Psicoterapia de la Universidad “Babes Bolyai” a iniciar su propia investigación. Se hizo un estudio exhaustivo a lo largo de 10 años, en base a la metodología utilizada en el estudio norteamericano pero enriquecido con estudios autóctonos y pruebas psicológicas. El resultado ha sido publicado este año, y representa la suma del perfil psicológico de los rumanos que anula o confirma según el caso, completando a la vez dos análisis más antiguos: “Sobre la psicología del pueblo rumano”- aparecido en 1907 bajo la firma de Dumitru Draghicescu, y “La psicología del pueblo rumano” de Constantin Radulescu-Motru, publicado en 1937.
En gran parte, el presente estudio confirma las conclusiones de los sabios del pasado e incluso las desarrolla. Lo que salta a la vista son las diferencias entre el llamado perfil de superficie de los rumanos y el perfil de profundidad. El primero aúna el comportamiento y el pensar actuales, y el segundo, los rasgos potenciales que podrían manifestarse en determinadas condiciones. El profesor Daniel David, de la Universidad Babes Bolyai, de la ciudad de Cluj Napoca, nos presentará en detalle estas diferencias.
“Respecto al perfil psicológico de profundidad que apunta hacia nuestra inteligencia cognitiva, el potencial creador, el estilo de aprender, la inteligencia emocional, según el estudio los rumanos no difieren de otros pueblos de la Europa moderna. En cambio, si miramos hacia el perfil de superficie, nuestro modo de ser, veremos que este potencial no es utilizado al máximo. Si comparamos, por ejemplo, nuestros resultados a raíz de varias pruebas psicológicas educativas, notaremos que éstos no son muy elevados. Al mismo tiempo, si miramos los resultados obtenidos en el capítulo de soluciones innovadoras, vemos que los índices de innovación tampoco son elevados pese a que nuestro potencial creador es equiparable al de los norteamericanos y los británicos. Resulta una gran diferencia entre lo que podríamos realizar y lo que hemos realizado.”
Uno de los rasgos específicos de los rumanos evidencia también las diferencias fundamentales que existen entre éstos y otros pueblos. Daniel David:
“Uno de los problemas lo representa la desconfianza de los rumanos en el prójimo, que es muy alta. Analizamos este aspecto en un estudio reciente. Analizamos la distancia social en 53 culturas del mundo y de forma especial, comparamos a los rumanos con los norteamericanos y los británicos. Estos últimos aceptan al extranjero desde el primer momento y sin conocerle muy bien le concede el estatuto de amigo y le regalan su confianza. A diferencia de ellos, cuando un rumano encuentra a un extranjero le sitúa en un ámbito social, y le somete a pruebas antes de dejarle penetrar en su ámbito personal.”
De hecho, el área personal, familiar, es fundamental para los rumanoas. Es por ello que un rumano no se preocupa demasiado por nociones como el bien general, y se caracteriza más bien por un individualismo egoísta que, en opinión del profesor Daniel David, difiere del individualismo sobre el cual se edificó la civilización occidental moderna
“ El individualismo es un concepto que se refiere al hecho de que personas autónomas se solidarizan de forma voluntaria y logran crear comunidades generosas y fuertes. Individualismo no se traduce por egoísmo. Es el concepto fundamental de las naciones que integran la UE, salvo el de Portugal, Grecia, Bulgaria y Rumanía. Por otra parte, al hablar de rumanos utilizando el concepto de individualismo, podría inducir a error. Nuestro individualismo, tal como notaba Radulescu- Motru, no es un individualismo de tipo occidental, sino uno autárquico, egoísta, y no nos ayuda a solidarnizarnos o a confiar el uno en el otro y por ello no podemos crear comunidades poderosas. Nuestro gregarismo está relacionado al colectivismo que no es uno de tipo ampliado que integre también a los vecinos y a los compañeros de trabajo. Nuestro colectivismo se limita solamente a la familia, sólo enfoca a los miembros de la familia. La confianza funciona sólo entre los miembros de una familia. Hasta los amigos tienen que aprobar un exámen de confianza para penetrar en el círculo de intimidades. Nosotros, los rumanos, hacemos de la familia un elemento de seguridad y protección.”
En semejantes condiciones, ¿dónde se sitúa en este perfil psicológico la hospitalidad, uno de los estereotipos predilectos que define a los rumanos? Nos consideramos seres amigables, es decir hospitalarios, pero al mismo tiempo somos nosotros quienes reconocemos que no somos de confiar. ¿Cómo se explican estas contradicciones? Nos contesta Daniel David
“Este asunto de la hospitalidad es más complicado. Una vez más, hay que hacer la diferencia entre cómo creemos que somos y cómo somos en realidad. Los rumanos, igual que otros pueblos, tienen un estereotipo de autoadmiración. ¿ Qué significa esto? Esto es que se consideran personas afables y competentes, pero me repito, todos los pueblos piensan lo mismo. También nosotros, los rumanos nos autoevaluamos como más amigables que de confianza. En consecuencia, el problema de la confianza es evaluado también desde el punto de vista subjetivo no sólo objetivo. Nosotros consideramos que somos más amigables que confianzudos. En el caso de la competencia ocurre igual. La competencia tiene dos componentes: la disciplina y la eficiencia. En el caso de los rumanos, nosotros nos encasillamos de eficientes y de ser menos disciplinados, lo que nuevamente encaja con las mediciones objetivas.”
Para medir la competencia profesional de los rumanos hay que ver qué relación mantienen éstos con el trabajo. También en este caso salen a la luz las diferencias entre el perfil de superficie y el de profundidad
“Para los rumanos trabajar parecer ser un modo de emanciparse desde el punto de vista social. Si el trabajo te proporciona el ingreso social necesario para subir la escalera social y emanciparse, entonces los rumanos pueden ser calificados de perserverantes y laboriosos. En cambio, si los ingresos son muy bajos y no le ayudan a uno a progresar, nacerá la idea de “trabajar por lo que me pagan, mejor dejarlo”. En el resto del país donde los ingresos son muy bajos nace la falta de perserverancia laboral pero el mismo rumano que comprobó no ser perserverante en su país, si sale al extranjero para conseguir un buen empleo llegará a ser un modelo de perseverancia con ayuda del dinero ganado, que le ayudará a emanciparse desde el punto de vista social”
En suma, el perfil de profundidad de una nación, con el potencial que ésta entraña, no puede salir a la luz si las instituciones sociales no le ofrecen la oportunidad de hacerlo.