El consumo de alcohol en Rumanía
Rumanía está entre los primeros países de Europa en consumo excesivo de alcohol. No hay un perfil exacto del consumidor de alcohol, pero los especialistas aseguran que la herencia genética es un factor importante.
România Internațional, 10.01.2014, 19:58
Rumanía está entre los primeros países de Europa en consumo excesivo de alcohol. No hay un perfil exacto del consumidor de alcohol, pero los especialistas aseguran que la herencia genética es un factor importante. Las personas con un familiar de primer grado que tiene problemas de alcoholismo presentan altos riesgos de desarrollar una dependencia. Según datos facilitados por la Alianza para la Lucha contra el Alcoholismo y la Toxicomanía (ALIAT), en Rumanía el consumo anual per cápita es de 9 litros de alcohol. Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud, la OMS, llama la atención sobre las tendencias al alza del consumo del alcohol entre los jóvenes y los adolescentes de todo el mundo. A pesar de ello, las autoridades rumanas no tienen un programa coherente de prevención y rehabilitación de las personas dependientes del alcohol, opina Dan Prelipceanu, psiquiatra y presidente honorífico de la Alianza para la Lucha contra el Alcoholismo y la Toxicomanía, ALIAT:
“Este es un problema que sigue sin solucionar en Rumanía y en Europa en general. Desde hace tiempo ya se nota una enorme falta de interés, incluso indiferencia por parte de la sociedad y de las autoridades frente a este problema del alcohol que, desde el punto de vista de los costes sociales, es un problema sumamente grave. Hablamos de gastos que ascienden a decenas de miles de millones de euros para tratar de solventar problemas causados por el consumo excesivo de alcohol. Son costes directos relacionados con las complicaciones médicas asociadas al alcoholismo, pero también costes indirectos: muertes prematuras, jubilaciones, años perdidos sin sentido, traumas de los menores de las familias de alcohólicos, violencia doméstica…”
En cuanto al mito de los beneficios de tomar una copa de vino al día, los especialistas defienden que tiene efectos solo en el caso de las personas que no fuman. Las estadísticas indican que en Rumanía hay dos millones de personas que consumen alcohol en cantidad excesiva y el consumo abusivo es responsable de un 70% de los casos de violencia doméstica y de casi la mitad de los crímenes. Más exactamente, por cada alcohólico sufren otras siete personas. Según la OMS, el exceso de alcohol provoca la muerte de un número mayor de personas que el SIDA y la tuberculosis juntos…
“Es un problema que afecta a todos los países. En Rumanía es todavía más grave. El alcohol es una droga legal y ofrece excelentes oportunidades de negocios muy provechosos. Esta es la cultura en que vivimos.”
Para apoyar a los que tienen problemas de alcoholismo, la Alianza para la Lucha contra el Alcoholismo y la Toxicomanía (ALIAT), fundada en 1993, abrió hace tres años dos centros de tratamiento integral en Bucarest y en Târgoviște. Se trata del primer proyecto de tratamiento gratuito del alcoholismo de Rumanía, proyecto financiado con fondos europeos. En tres años, ALIAT ha atendido a 1.200 personas con edades entre los 25 y los 54 años. Un 66% de los beneficiarios de los dos centros son personas con estudios medios o superiores y un 42% tenían un puesto de trabajo en el momento en que accedieron a los servicios de esta asociación. A lo largo de los 20 años de actividad, los especialistas de ALIAT han ofrecido servicios de tratamiento a personas que habían perdido el control del consumo de alcohol o de drogas ilegales. Escuchemos a la doctora Gabriela Bondoc, directora médica de ALIAT:
“A lo largo de los más de veinte años de actividad, ALIAT ha ofrecido servicios de tratamiento a más de 18.300 pacientes para una gama amplia de trastornos relacionados con el consumo de alcohol y de drogas ilegales. Cubrimos todas las etapas de intervención porque somos la mayor organización que se dedica a brindar apoyo a personas con este tipo de problemas. Hemos hecho de todo, desde la prevención primaria en los colegios, hasta la prevención secundaria y terciaria entre los jóvenes. ALIAT se ha ocupado también de la publicación en Rumanía de los principales libros de literatura especializada sobre este tema y hemos formado a más de 800 especialistas.”
Adrian Mihai tiene 40 años y es uno de los beneficiarios de los servicios ofrecidos por la asociación ALIAT. Aunque trabaja en un supermercado donde coloca botellas de bebidas alcohólicas en las estanterías, lleva ocho meses sin beber. Empezó cuando hizo la mili, al principio por placer y diversión. Luego se convirtió en una costumbre. Faltaba días enteros de casa y su mujer insistió mucho en que fuera al médico. Reconoció que tenía un problema de salud solo cuando llegó a tomar siete litros de cerveza al día:
“Perdía noches y días tomando alcohol. Mi capacidad de trabajar había disminuido. Discusiones con la familia. Gastaba mucho dinero en bebida. La familia insistía en que dejase de beber. Yo lo intenté por unos cuantos años, pero conseguí dejarlo solo por períodos cortos de dos o tres meses. Fui incluso a centros médicos privados y la familia se gastó mucho dinero con mi tratamiento, pero sin resultado. Tuve la gran suerte de conocer a este equipo ALIAT que me abrió los ojos. Ahora puedo decir que he vuelto a nacer.”
Adrian Mihai es uno de los 1.200 pacientes que se beneficiaron del tratamiento gratuito ofrecido por ALIAT. Sin embargo, esta Asociación se quedó sin fondos desde el mes de diciembre de 2013 porque desapareció la financiación europea a este proyecto. A partir de ahora los pacientes se verán obligados a pagar de su bolsillo el tratamiento. Los costes son muy altos, unos 6.720 lei (casi 1.500 euros) para tres meses. Un estudio reciente muestra que los hospitales gastaron el año pasado no menos de 25 millones de lei (es decir, más de cinco millones de euros) en el tratamiento de alcohólicos en las unidades hospitalarias de urgencias.
(trad. Irina Calin)