Rumanía y la adhesión a la zona euro
Rumanía es miembro de la Unión Europea desde 2007. El tema de la adopción de la moneda única, el euro, ha estado extremadamente presente en la agenda pública desde antes de la adhesión a la comunidad europea.
România Internațional, 02.01.2018, 14:36
A lo largo de los años, se han mencionado varias posibles fechas para el ingreso de Rumanía en la eurozona, y el más frecuentemente mencionado ha sido el año 2019. La crisis económica y los asuntos de la fragilidad de la moneda europea han complicado el debate, pero no ha habido otra alternativa. Hemos preguntado al eurodiputado Theodor Stolojan, del grupo del Partido Popular Europeo, ex primer ministro y especialista en finanzas, si el objetivo de la entrada de Rumanía en la zona euro en 2019 es todavía realista.
“No, deberíamos haber estado ya en el mecanismo de supervisión del tipo de cambio, que dura aproximadamente dos años, en el que no deberíamos tener intervenciones importantes del Banco Nacional para sostener el tipo de cambio. Es decir, de hecho, que la cotización sea el resultado de los equilibrios de la economía, predictibles, estables, etcétera. Es decir que está excluido 2019.
El tipo de cambio del leu, la moneda nacional de Rumanía, ha llegado recientemente al nivel más bajo de la historia frente al euro, lo que ha provocado preocupación en todos los niveles, desde el nivel político al económico y social. ¿Cómo debería haber actuado el Banco Nacional de Rumanía? Theodor Stolojan:
“El Banco Nacional puede intervenir tanto para sostener el interés como para sostener el tipo de cambio del leu, siempre que las razones que determinen una variación que no nos conviene del tipo de cambio o de los intereses se deba a unos factores temporales. ¿Qué sé yo? Un cese de las exportaciones, por una razón relacionada con la guerra o las tensiones en un país u otro donde tengamos exportaciones, pensando que estos factores van a cesar. Y entonces no hay razón para producir una fractura en la economía sólo por una razón temporal. Lo que no puede hacer ningún banco central, no sólo el Banco Nacional de Rumanía, o no debería hacer, es gastar sus reservas internacionales sosteniendo un tipo de cambio en el contexto en que la economía ha perdido su competitividad. Todavía no he visto unos argumentos sólidos por parte del Banco Nacional, sólo he visto una serie de afirmaciones de que tenemos un déficit de cuenta corriente en crecimiento, es decir el saldo de las operaciones de importación y exportación de mercancía y servicios tiene, en realidad, un déficit al alza, y esto pone presión en el mercado. Como ya ven, hay grandes retrasos en la entrada de los fondos europeos a Rumanía y hay también un retraso de las transferencias de divisas del extranjero a Rumanía. Y, por supuesto, estos elementos, mencionados de manera general, apoyan el hecho de que hay una presión en el tipo de cambio, en el sentido de la depreciación, para volver a establecer un equilibrio en el mercado. Pero necesitaríamos tal vez más cifras y análisis cuantitativos hechos por el Banco Nacional en este aspecto.
Está claro que todos estos elementos no ayudan a que Rumanía se acerque a la zona euro. Hay incluso unos sectores que obtienen grandes beneficios de la situación actual, como el bancario, según ha destacado el europarlamentario Theodor Stolojan:
“Actualmente, el sistema bancario de Rumanía, gana muy bien del cambio de las divisas leu y euro. Los rumanos que viven en el extranjero envian euros, los rumanos que están en el país cambian los euros por lei. El sistema bancario todavía gana muy bien de la diferencia de intereses que se mantiene y se mantendrá. Una cosa es tomar prestado en euros en Rumanía, y otra cosa es tomar prestado en euros en Bélgica o Alemania. Hay todavía una gran diferencia entre los intereses.
Los bancos tienen también un enfoque teórico de la manera en la que debería ir el proceso de adhesión de Rumanía a la eurozona, enfoque con el que Theodor Stolojan no está de acuerdo:
“El sistema bancario insiste en que Rumanía sólo se puede adherir con éxito al euro, según ellos, cuando alcance un nivel de convergencia real. De esto se entiende sobre todo un PIB per cápita, según la paridad del poder adquisitivo, más cercano al nivel medio de la Unión Europea. ¿Qué me diferencia del sistema bancario? Yo digo esto: Rumanía también se puede adherir a la eurozona ahora, mientras que respete los equilibrios. Ser un Estado miembro de la zona euro no significa necesariamente que debes estar desarrollado al nivel medio de la UE. Podemos ser también Estado miembro de la eurozona si tenemos unos productos y servicios con un valor añadido más bajo si somos competitivos, si vivimos dentro del límite de estos recursos y mantenemos los equilibrios predictibles y estables en la economía. Sin embargo, desgraciadamente, si miramos lo que está pasando en la economía en Rumanía, aunque tengamos crecimiento económico, asistimos a un comienzo del deterioro de los equilibrios económicos. El déficit de cuenta corriente está al alza, el déficit presupuestario está también bajo presión, es decir que no tenemos, por así decirlo, una manera predictible, cuando nos presentamos delante de la Unión Europea y la eurozona, respecto a los equilibrios que tenemos que sostener para formar parte de la zona euro.
Además del enfoque económico y financiero del asunto, no hay que olvidar un aspecto esencial, de tipo político. Theodor Stolojan, miembro del Parlamento Europeo:
“Rumanía, cuando ingresó en la Unión Europea, se comprometió a tomar todas las medidas necesarias para cumplir los criterios de adhesión al euro. Es decir que, si queremos ser serios, tenemos que cumplir este compromiso. Mientras Rumanía esté fuera de la eurozona, está fuera de las grandes decisiones de la Unión Europea. Por supuesto que participamos en estas decisiones, decimos nuestra opinión, pero la tendencia es cada vez más la de que la Unión Europea se centre en la eurozona, en las decisiones que se toman en esta eurozona.
¿Qué es lo que se debe hacer para volver al camino hacia la adhesión a la moneda euro? Theodor Stolojan, eurodiputado del grupo del Partido Popular Europeo, ex primer ministro y especialista en finanzas, ha ofrecido una conclusión:
“El Gobierno de Rumanía debería elaborar un plan de acción en el que muestre claramente cuándo se propone Rumanía ingresar en la zona euro. En 2025, en 2030, cuando queramos. O en 2100… Pero que hagamos un plan de acción en el que digamos concretamente lo que queremos hacer, lo que se debe hacer en las políticas económicas, fiscales, monetarias, un plan de acción que lleve a Rumanía a la zona euro en un periodo de como máximo cinco años.