El mercado de la cerveza artesana
Cuando cayó el régimen comunista, en diciembre de 1989, en Rumanía había 125 fábricas que producían más de 200 marcas de cerveza.
România Internațional, 08.08.2017, 08:39
Rahova, Silva, Azuga, Haţegana, Gambrinus, Basarab, Măgura o Zimbru son sólo algunos ejemplos de las marcas autóctonas que se fabricaban casi en todas las grandes ciudades. Actualmente, sólo 11 de estas marcas se siguen fabricando bajo la licencia de cuatro compañías multinacionales, que tienen casi un 90% del mercado rumano de la cerveza. Pero entre las grandes compañías internacionales que dominan el mercado rumano de la cerveza, se intenta revitalizar la industria rumana de la cerveza local, floreciente antaño en Rumanía. Han empezado a exitir también productores locales de cerveza artesana, una señal de que Rumanía sigue la tendencia de los países de occidente donde este tipo de cerveza tiene un 10-20% de la cuota de mercado. Con modestas capacidades y basándose en la novedad y lo auténtico, los pequeños productores de cerveza artesana han empezado a ser importantes para los consumidores, volviendo a centrar la atención en la innovación y la calidad de la cerveza rumana. Frente a la que se produce a escala industrial, la cerveza artesana se fabrica con métodos tradicionales. En Rumanía existen ya más de 10 cervecerías de este tipo, que producen aproximadamente 10 000 hectolitros al año, lo que representa menos de un 0,1% de la producción total de cerveza. La inversión en una microcervecería suele variar entre 150 000 euros y varios millones de euros, según la capacidad de producción y la tecnología empleada, han afirmado los especialistas.
Laurenţiu Bănescu y Alexandru Geamănu son dos jóvenes que después de renunciar a sus trabajos en Bucarest, han creado un negocio con cerveza artesana. Hace cuatro años sacaron al mercado su primera cerveza tradicional. Los jóvenes desearon volver a traer al mercado la cerveza producida localmente, donde la calidad valía más que la cantidad y el beneficio. Alexandru Geamănu ha hablado sobre el inicio de esta historia:
“Un amigo y yo partimos de una idea bastante sencilla. Deseábamos hacer algo por cuenta propia, porque ambos habíamos sido empleados durante muchísimo tiempo, casi 16 años, cada uno de nosotros. Después quisimos revitalizar esta industria de la cerveza. Me pareció una idea muy buena la de construir una marca rumana, 100% auténtica, producida en Rumanía y pensada en Rumanía. Hace cuatro años creamos el primer plan de negocios. Encontramos una fábrica abandonada de la que empezamos a encargarnos, después fue muy difícil encontrar un nombre que fuera rumano y fuerte.
“La Fábrica de Cerveza Buena de los dos empresarios se encuentra en las faldas del Pico Zăganu de los Montes Cárpatos, en el pueblo Măneciu-Ungureni (provincia de Prahova) y produce cuatro tipos de cerveza. Esta cerveza no está pasteurizada y por lo tanto tarda menos en caducar. Por esta razón la cerveza producida por los dos empresarios se embotella solo a demanda. En cuanto reciben las demandas de parte de bares o restaurantes embotellan durante la noche y el día siguiente la cerveza llega a su destino. La fábrica tiene una capacidad de 4000 hectolitros al año. Alexandru Geamanu nos ha hablado de las características de su cerveza:
“La cerveza artesanal tiene una definición muy sencilla. Tiene una receta propia, está hecha en cantidades muy pequeñas y el factor humano sigue siendo muy importante en el proceso de producción. Nosotros tenemos empleados que pesan la malta, que añaden el lúpulo, que controlan la fermentación, la maduración y todo el proceso de elaboración. Vendemos principalmente en bares y restaurantes y desde hace poco suministramos nuestro producto a varias cadenas de tiendas. Tenemos buenas ventas. El año pasado vendimos unos 4000 hectolitros de cerveza. Cuando hicimos nuestro plan de negocio calculamos que recuperaríamos la inversión inicial en 7 años, han pasado ya tres años y medio y estamos en gráfico. La inversión inicial fue de 200 000 euros. Todos los años hemos tenido un crecimiento leve, sin sobresaltos, pero creemos que es mejor así. El crecimiento natural es el mejor…
En las tiendas, esta cerveza artesanal vale entre 7 y 9 lei (casi 2 euros) una botella de medio litro. Los dos empresarios se proponen ampliar su capacidad de producción, de almacenamiento y maduración de la cerveza para que su marca llegue también al extranjero.
Nos proponemos seguir produciendo la buena cerveza que estamos haciendo ahora, una cerveza muy apreciada por nuestros clientes. Lo más importante para nosotros es nuestra receta y la calidad de la cerveza. En segundo lugar pensamos extender nuestro negocio en los próximos 3 o 5 años. Este es nuestro plan.
De momento no hay mucha competencia en este sector en Rumanía. Los datos de la asociación de los principales productores de la industria de la cerveza indican que este sector no está muy desarrollado en Rumanía. El mercado de la cerveza es todavía joven ya que fue adoptada por los rumanos a partir del siglo XVIII. Los especialistas del sector afirman que haría falta constituir una asociación de los pequeños productores e importadores de cerveza artesanal para promover sus intereses. En el Reino Unido hay más de 1400 productores de cerveza artesanal, unos 700 en Alemania y 60 en Hungría.