Estimaciones y resultados económicos
Las previsiones económicas de invierno de la Comisión Europea destacan que en 2016, el incremento económico de Rumanía debería alcanzar el 4,2% como máximo, gracias a las alzas salariales y al relajamiento fiscal
Florin Orban, 09.03.2016, 15:12
Las previsiones económicas de invierno de la Comisión Europea destacan que en 2016, el incremento económico de Rumanía debería alcanzar el 4,2% como máximo, gracias a las alzas salariales y al relajamiento fiscal, mientras que en 2017 éste bajará levemente llegando a un 3,7%. El Ejecutivo comunitario ha mejorado las estimaciones con respecto al incremento económico de Rumanía tanto para 2016 como para 2017, en las condiciones en que el pasado otoño pronosticaba para 2016 un aumento del 4,1% y para 2017, del 3,6%.
El analista económico Aurelian Dochia nos ha presentado los factores que determinarán los crecimientos de este año y del próximo:
“Son factores conocidos y han sido subrayados también por la Comisión Europea. Se trata de las medidas relacionadas con las reducciones de tasas e impuestos y las alzas salariales. Estas han hecho que en 2016, en Rumanía aumente el poder adquisitivo que se traduce en un aumento de la demanda y conlleva un incremento de la producción, es decir del PIB. Después de Irlanda, Rumanía ha registrado en 2016 el mejor incremento en la UE, pero parece que este nivel de crecimiento no es sostenible porque según prevé la Comisión Europea, en 2017, en Rumanía el proceso disminuirá nuevamente del 4,2% al 3,7%, lo que demuestra que el estímulo del crecimiento es en cierta medida artificial. Además causa ciertos desequilibrios como el crecimiento del déficit presupuestario público, especialmente en 2017, cuando se prevé una máxima del 3,8% que supera el objetivo impuesto por las normas europeas del 3%. Rumanía corre peligro de volver a entrar en el procedimiento de déficit excesivo al cual se añade el crecimiento de la deuda pública, lo que hará que 2016 se confronte con un crecimiento basado en deuda”.
Recientemente, el Instituto Nacional de Estadística ha informado que en 2015, el incremento económico de Rumanía fue del 3,7%. He aquí el comentario del analista económico Aurelian Dochia al respecto:
“ Igual que en el caso de las previsiones de la UE, también en 2015 actuaron los factores antes mencionados, a saber, las reducciones de impuestos y tasas y los incrementos de salarios. Porque cabe recordar que dichos factores funcionan desde que el Gobierno empezó a tomar las medidas de crecimiento del salario mínimo, hace un año, devolviendo las diferencias salariales que habían sido recortadas anteriormente. Se trata de una serie de medidas que han hecho que los ingresos de la población aumenten, lo que ha conllevado el incremento del consumo. Este proceso continúa en 2016, pero a largo plazo parece no ser sostenible y tendrá que ser reemplazado .”
El economista jefe del Banco Nacional de Rumanía, Valentin Lazea, cree a su vez, que nuestro país tiene que decidir si desea ser un exportador competitivo o un mercado de venta para los extranjeros. Lazea ha explicado que en función de dicha decisión, se tienen que seleccionar también las políticas económicas adecuadas, porque existe una diferencia significativa entre una política fiscal de reducción del IVA, una política monetaria que persigue la apreciación de la moneda nacional y una política estructural, a fin de estimular el consumo, una política fiscal de reducción de las contribuciones a la seguridad social capaz de impulsar la producción, una política monetaria que persigue una leve depreciación de la cotización de cambio para apoyar las exportaciones y una política estructural de continuación de las reformas y de mejorar la capacidad administrativa. Escuchemos a Valentin Lazea:
“Si la capacidad de producción interna no responde a la demanda creciente de consumo, crecerá el déficit externo que se tendrá que financiar mediante el crecimiento de la deuda, tanto pública como privada. En segundo lugar, estimulando un país como Rumanía, a su actual nivel de desarrollo, corremos el riesgo de que quede atrapado en la trampa del llamado ingreso medio, una trampa en la cual caen la mayoría de los países cuyo ingreso ronda los 10.000 dólares per cápita, y optan por el relajamiento. El tercer problema que nace del consumismo es que una cosa es estimular el consumo, como en 2009, cuando se registró un déficit de demanda, y otra cosa es estimular el consumo cuando se pasa del déficit de demanda a un exceso de demanda, tal como ocurrirá en Rumanía a partir del tercer trimestre. Cuando hay exceso de demanda, estalla la inflación, crecen las importaciones.”
El economista jefe del Banco Nacional de Rumanía ha precisado también que los países que han basado su desarrollo en las exportaciones han superado más fácilmente la crisis global y han logrado evitar caer en la trampa del ingreso medio. Las buenas noticias para Rumanía son que en la economía autóctona todavía predomina el capital rumano, que las inversiones extranjeras directas van, en más del 55%, a sectores de actividad con potencial de exportaciones y que una proporción importante de las exportaciones rumanas se registra en la zona de las tecnologías medias y altas.