De Rumanía a Palestina y vuelta
Steliu Lambru, 26.06.2023, 16:45
La presencia de judíos en la zona rumana es muy antigua,
se atestigua esporádicamente desde la conquista romana de Dacia. Se hacen
visibles a partir del siglo XIV, cuando se remontan los primeros documentos de los
principados rumanos. En el siglo XIX, cuando el nacionalismo surgía y se
desarrollaba en todo el mundo, nació el sionismo, con una parte importante en
Rumanía donde, según el censo de 1930, vivían unos 730.000 judíos, es decir,
cerca del 4 % de la población total. Pero la aparición del fascismo y del
antisemitismo en Rumanía, manifestación local de una tendencia europea, llevó a
muchos judíos a optar por marcharse a Palestina, que se encontraba bajo mandato
británico desde el final de la Primera Guerra Mundial.
Cada uno de los exiliados tuvo un destino único, cada
destino es una historia. En 1995, el Centro de Historia Oral de la Corporación
Rumana de Radiodifusión entrevistó a Samuel Stein y conocimos su historia en el
territorio elegido de Palestina para el pueblo judío y su regreso a Rumanía.
Como cualquier joven enérgico, Stein se adhirió a puntos de vista y opiniones
políticas radicales. Se afilió a las juventudes comunistas por convicción y fue
detenido por actividad comunista en 1935 y encarcelado en la prisión de Doftana
hasta 1936. En la entrevista de 1995 recordó a figuras que hoy leemos en los
libros de historia, como el abogado y político Wilhelm Filderman, líder de la
comunidad judía de Rumanía, e Iuliu Maniu, presidente del Partido Nacional Campesino:
:«No tenía muy buena opinión de Filderman porque estaba con
los liberales, y el partido judío de Transilvania, que incluía a judíos de
Bucovina, Besarabia, algunos del Viejo Reino, estaban más vinculados a los
nacionalistas. La mayoría de los judíos, sobre todo en Transilvania y las
provincias anexionadas, estaban con los Campesinos Nacionales, estaban con el
Partido Judío que era un partido sionista. Yo no era sionista, era comunista.
Lo que nos sublevó contra Maniu y el Partido Nacional Campesino fue su pacto
con los legionarios, que elevó mucho a los legionarios. Hasta entonces eran
unos vagos, unos sinvergüenzas, así los conocía todo el mundo, y no hablo como
judío, hablo como los veían los rumanos».
Samuel Stein era un judío plenamente integrado en la
sociedad rumana, al igual que la inmensa mayoría de los judíos que obtuvieron
la ciudadanía rumana después de 1918.
:«Tenía muchos amigos rumanos, por mi forma de comportarme
y en el ejército conseguí, por mi forma de ser, convertirme en algo en el
ejército y era amigo de todos. Incluso un legionario vino a verme, después de
un tiempo, para que le guardara sus pasteles porque tenía miedo de que otros,
sus propios camaradas, se los robaran. Así que acudió al judío Stein para que le
ayudara. Y yo le ayudé. A menudo le hablaba de su condición de legionario, pero
él decía que no había salida, que si salía lo matarían…»
En 1939, Stein decide ir a Palestina. Embarcado en el
puerto de Constanza con otros 780 judíos en un barco de ganado, buscan una
nueva patria. En el archipiélago del Dodecaneso, no lejos de la isla de Rodas,
los 780 pasajeros judíos son evacuados a causa de un incendio a bordo. Son
embarcados en otro buque enviado por una organización sionista y llegan
finalmente a Palestina.
Aquí comienza la segunda vida de Stein. Se afilia al
Partido Comunista, pero su negativa a alistarse en el ejército provoca su
expulsión. Opta por trabajar durante un año en el kibutz Ramat Rahel, cerca de
Jerusalén.
«El kibutz tenía, creo, 100 dunams (unas 10 hectáreas), no recuerdo cuánta
gente había. Algunos trabajaban en la ciudad de Jerusalén, otros eran
agricultores allí en el kibutz, otros
iban al Mar Muerto. Quiero decir que esta integración era gradual: te quedabas
aquí un par de semanas, en el Mar Muerto, primero trabajabas descargando y
cargando barcos desde el Mar Muerto y cargando algunos camiones que llevaban
los cargamentos a Jerusalén. Otras veces trabajabas como una especie de portero
en la estación de ferrocarril de Jerusalén. Solía cargar sacos de 100 kilos a
la espalda.»
Preguntado por las relaciones de los judíos con los
árabes, Samuel Stein no tiene recuerdos personales de tensiones o violencia.
«Un día salí de
Ramat Rajel hacia Jerusalén, donde tenía dos parientes. Fui a ver a mis
parientes y luego volví andando a casa. Cuando en Ramat Rahel se enteraron de
que me fui caminando a casa, me dijeron: Bastardo, ¿qué has hecho? Los
árabes podrían haberte matado por el camino. Incluso recuerdo que, en un
momento dado, yo estaba de guardia en algún lugar y un árabe se me acercó y me
dijo que a él también le gustaría hacerse judío. A lo que le contesté que yo no
estaba capacitado para esas cosas y que se fuera donde quisiera».
Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial le llevó a
alistarse en la Brigada Judía del ejército británico y participó en las
batallas del norte de África, el sur de Italia, Francia y Bélgica. Y después de
la guerra, en 1947, Samuel Stein tomó otra decisión de vida: volvería a Rumanía.
Versión en español: Antonio Madrid