La asociación Pro Transilvania
El 30 de agosto de 1940, por el Tratado de Viena, Alemania e Italia impusieron a Rumanía la cesión de Transilvania del Norte a Hungría. Fue la segunda pérdida territorial de Rumanía en 1940, después de la pérdida de Besarabia y Bucovina del Norte en juni
Steliu Lambru, 15.05.2023, 19:01
El 30 de agosto de 1940, por el Tratado de Viena,
Alemania e Italia impusieron a Rumanía la cesión de Transilvania del Norte a
Hungría. Fue la segunda pérdida territorial de Rumanía en 1940, después de la
pérdida de Besarabia y Bucovina del Norte en junio, anexionados por la URSS.
Fue seguido de una tercera amputación territorial, el 6 de septiembre de 1940,
cuando el Cuadrilátero o Dobruja del Sur fueron anexionados por Bulgaria después
de Tratado de Craiova. Transilvania del Norte tenía 43.492 kilómetros cuadrados
y aproximadamente 2.400.000 habitantes, según el censo de 1930 conducido por el
Estado rumano. Allí, los rumanos representaban aproximadamente el 50 % de la
población del territorio cedido, mientras que los húngaros representaban el 38
%. El Tratado de Viena surgió como resultado de la política revisionista de
Hungría tras el Tratado de Trianón de 1920 entre la Entente y Hungría tras el
final de la Primera Guerra Mundial.
La imposición de la cesión de Transilvania del Norte a
Hungría no quedó sin consecuencias. Y las más dramáticas fueron las
persecuciones contra rumanos y judíos. Otra consecuencia fueron las expulsiones
y los refugiados: unos 500.000 rumanos que formaban parte del personal
administrativo y de las élites se vieron obligados a marcharse.
Pero los refugiados y los expulsados no hicieron las
paces con su situación. El 15 de noviembre de 1940, un grupo de jóvenes
intelectuales fundó la asociación Pro Transilvania, que también llegó a tener
una estación de radio, cuyo presidente honorario fue el líder del Partido
Nacional Campesino, Iuliu Maniu. El propósito de la asociación era
principalmente condenar el rapto territorial. La asociación operaba
clandestinamente, sin embargo, los miembros de la asociación recibieron una
estación de radio militar con la que comenzaron a transmitir desde la ciudad de
Brasov unas dos o tres horas al día.
El
profesor Victor Marian formó parte de la asociación Pro Transilvania y en 1997 fue
entrevistado por el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana.
Era una estación de radio
clandestina y nos estaban observando constantemente, por lo que nos movíamos de
un lugar a otro. El segundo lugar donde instalamos la estación de radio,
después de la calle Castelului nº 41, fue el de Tâmpa. Encontramos una cabañade pastores abandonada donde pudimos
instalarnos. ¿Quién colaboraba con esta estación de radio clandestina? El
animador y la persona con alma era Leon Bochiș, junto a él estaban Lucian
Valea, Iustin Ilieș y yo mismo. Colaboré con ellos hasta mediadosde 1942, porqueen 1942 me nombraron para educación en Brasov y mis posibilidades
de continuar con esta actividad se redujeron.
La
estación de radio se llamaba Rumanía libre, era portátil y tenía un
alcance de aproximadamente 100 kilómetros. Victor Marian dijo que la estación
estaba bien situada y que la información difundida a la población en el
territorio ocupado era recibida por mensajeros o por otros medios, incluso del
propio ejército.
Estaba
bastante bien establecida porquedesde
Brasov, especialmente en la región de los sículos y Târgu Mureş, se podía
recibir la señal fácilmente. Quierodecirles
queescuché a personas de Cluj, a
230 kilómetros de distancia, que dijeron que amenudo oían esta estación clandestina que estaba transmitiendo.También quiero decir que,desde Tâmpa, la estación se trasladó
al pico Postavaru, de Postavaru a Piatra Mare, pero a mí ya no me pillaron
estos movimientos, me habló de ellos Leon Bochiș, con quien era muy buen amigo.
Desde Piatra Mare fue llevada a las montañas Făgăraș, el último cambio fue a
las montañas Făgăraș cuando fue totalmente detectado y todos huyeron. Dejaron
el equipo y se escaparon, y desde entonces esta estación no ha vuelto a
retransmitir. Eso fue antes de1942.
Victor
Marian también recordó el periódico de la asociación Pro Transilvania,
Ardealul, con una contribución igualmente importante para mantener
la esperanza en los medios rumanos.
Este periódico, Ardealul,
dirigido por Anton Ionel Mureşanu, nos proporcionó muchos datos relacionados
con lo que pasaba en el frente y los eventos internacionales. Así que sabíamos
todas las acciones que Iuliu Maniu había tomado externamente a través de
Estocolmo, Ankara, El Cairo y así sucesivamente. Éramos informados, por lo que podíamosdar información precisa sobre estos
esfuerzos diplomáticos. Cuando nos llegaba la información, sentíamos que
alguiennos estaba siguiendo, lo sentíamos
en el aparato. Y entonces nos movíamos, cerrábamos y nos íbamos de allí
inmediatamente, porque cuandotransmitiéramos
esta noticia de que Rumanía queríasalir
de la guerra, los alemanes, que ciertamentetenían equiposmás sofisticados,
nos habrían atrapado.
A
medida que el frente avanzaba en la Unión Soviética, la actividad de Pro
Transilvania se hacía cada vez más difícil, hasta 1942, cuando se detuvo.
Siguiendo el consejo de Iuliu Maniu, los que trabajaban en la radio se fueron,
y la estación fue abandonada en las montañas. Pero no por mucho tiempo. Dos
años más tarde, en 1944, el destino de la historia cambió y Transilvania del
Norte, por la que se habían hecho todos estos compromisos, volvería a Rumanía
en 1947.