Tricentenario de Dimitrie Cantemir
El príncipe de Moldavia, Dimitrie Cantemir, dejó una vasta obra, en varios campos como la historia, la geografía, la moral, las ciencias políticas y la música.
Steliu Lambru, 23.01.2023, 11:09
El modelo de líder político intelectual en la historia
europea apareció en la antigüedad romana, siendo el primer ejemplo el emperador
Marco Aurelio, en el siglo II de la era cristiana. Nicolás Maquiavelo, en
El Príncipe, su famoso libro sobre el buen gobierno, afirma que un
príncipe intelectual siempre encontrará buenas soluciones para el liderazgo
político. En la historia de Rumanía, un príncipe intelectual fue el de
Muntenia, Neagoe Basarab, a principios del siglo XVI. Pero el más famoso fue el
príncipe de Moldavia, Dimitrie Cantemir, quien dejó una vasta obra, en varios
campos como la historia, la geografía, la moral, las ciencias políticas y la
música.
Dimitrie Cantemir nació en 1673, como hijo del príncipe
moldavo Constantin Cantemir, y recibió una educación típica para el hijo de un
príncipe en su tiempo. Fue educado en la capital del Imperio Otomano, desde los
14 hasta los 37 años, viviendo y estudiando a orillas del Bósforo. Su obra
incluye los escritos clásicos El diván o la disputa del sabio con el
mundo, Descripción de Moldavia, Historia
jeroglífica e Historia del auge y caída del Imperio Otomano.
Otros libros igual de importantes son Crónica de la antigüedad de los
romano-moldo-valacos, Colección oriental, Abreviatura
del sistema de lógica general, Investigación sobre la naturaleza de
las monarquías, Vida de Constantin Cantemir apodado el Viejo,
príncipe de Moldavia, El sistema de la religión mahometana y
El libro de la ciencia de la música. En reconocimiento a sus
méritos especiales aportados a la ciencia de su tiempo, en 1714, a la edad de
41 años, Cantemir fue elegido miembro de la Real Academia de Berlín. Su nombre
fue citado por el célebre historiador inglés Edward Gibbon (1737-1794), en el
libro Historia del declive y caída del Imperio Romano y por el
historiador estadounidense de ciencia Allen G. Debus (1926-2009) en un libro
sobre el químico flamenco del siglo XVI Jan Baptist van Helmont.
Como líder político, la carrera de Dimitrie Cantemir no
fue tan impresionante como lo fue la de intelectual. Se convirtió en príncipe
de Moldavia, de nombre, en 1693, a la edad de 20 años, tras la muerte de su
padre. Después de 17 años, en 1710, se convirtió en príncipe por segunda vez,
pero solo por un año. Se unió a Pedro el Grande en la guerra ruso-turca, pero
la derrota de los rusos en Stănileşti, en 1711, le hizo perder el trono. Se
exilió a la corte de Pedro el Grande, como su consejero y, en 1723, a la edad
de 50 años, murió.
El año 2023 ha sido proclamado como el año de Cantemir,
porque marca el 350 aniversario de su nacimiento y el 300 aniversario de su
muerte. Por esto, se ha llevado a cabo un evento muy esperado: una exposición
de manuscritos y libros dedicada a él, en la Biblioteca de la Academia Rumana.
El académico Răzvan Theodorescu ha querido repetir una
verdad sobre Cantemir, que era una personalidad europea típica de su tiempo que
acercó a dos mundos culturales, Occidente y Oriente:
Se conocen
muchas cosas sobre Cantemir y aún quedan otras por descubrir. Recuerdo que hace
unos años, en la Academia Nacional de Bruselas, la Academia Belga, se organizó
un coloquio sobre la europeidad de Cantemir. En este caso, tenemos ante
nosotros a un gran europeo. No hay que olvidar nunca que la Descriptio
Moldaviae fue un pedido que formaba parte de muchos pedidos de la
Academia de Berlín, que requería varias descripciones de algunos
territorios levantinos. Este interés, sobre todo de Prusia, por el mundo del
Levante era muy fuerte y de aquí vino la petición a Cantemir. No debemos tener
reparos – las coyunturas políticas no deben influirnos demasiado en algunas
situaciones y ahora tenemos una situación así – en decir que Dimitrie Cantemir
se convirtió en miembro de la Academia de Berlín en su calidad de príncipe
ruso. En el momento en que la realeza prusiana quiso hacerle caballero a Pedro
el Grande, se eligió al hombre más culto del Imperio Ruso, y él, el antiguo
voivoda de Moldavia, fue propuesto por ello. Cantemir unió la cultura
tradicional de este espacio, la cultura otomana y la cultura rusa. Desde este
punto de vista, es un peón de la europeidad en los albores en los que se abría
una nueva Europa, la Europa premoderna.
Constantin Barbu, editor de la obra de Dimitrie Cantemir,
se refirió a los manuscritos que forman parte de la exposición dedicada al
erudito:
Quedan aproximadamente unos 200 volúmenes de Cantemir. Hasta ahora
hemos impreso 104 volúmenes. Logré completar dos manuscritos de Cantemir, ahora
hay manuscritos de Cantemir completos en Moscú y aquí, en Bucarest. También
traje muchos manuscritos inéditos de Cantemir, cuyo título ni siquiera se
sabía. Aquí hay varios manuscritos, incluidos dos capítulos de Descriptio
Moldaviae, la escritura es del
sinólogo alemán Gottlieb Siegfried Bayer, profesor de la Universidad de
Petersburgo. Pero sus manuscritos no solo se encuentran en Rusia,
también se encuentran en la Academia de Berlín. Traje, igualmente, los 15
manuscritos de la Academia de Berlín.
El
triple centenario de Cantemir, en 2023, vuelve a llamar la atención del público
rumano sobre una personalidad cultural extraordinaria. Fue también, en igual
medida, una personalidad europea.