Rumanos en Karlsbad
La idea de ocio y tiempo libre, de pasar una o dos semanas de vacaciones, es bastante reciente en la historia. A principios del siglo XIX, con la aparición de los derechos colectivos, el turismo se volvió accesible también a otras clases sociales.
Steliu Lambru, 03.10.2022, 01:55
La idea de ocio y tiempo libre, de pasar una o dos semanas de vacaciones, es bastante reciente en la historia. A principios del siglo XIX, con la aparición de los derechos colectivos, el turismo se volvió accesible también a otras clases sociales, no solo a las élites. Y los balnearios turísticos tampoco tardaron en aparecer. Se desarrollaron especialmente cerca de lugares previamente conocidos por los beneficios del agua, el aire u otras propiedades ambientales sobre el organismo. Uno de los balnearios más famosos de Europa fue Karlsbad, la actual Karlovy Vary en la República Checa, en la frontera occidental del país con Alemania. Conocido desde la Edad Media por sus aguas termales con propiedades curativas para diversas dolencias, el balneario recibía una gran afluencia de turistas. Entre los personajes famosos que visitaron los baños de Karlsbad se encuentran el emperador ruso Pedro el Grande, Mustapha Kemal Ataturk, el primer presidente de Turquía, el escritor Johann Wolfgang Goethe o el músico Ludwig van Beethoven.
Sin embargo, también llegaron los rumanos a Karlsbad; una historia de su presencia allí la escribió el historiador Radu Mârza en el volumen Viajeros y pacientes rumanos en Karlsbad.
La historia de Karlsbad como balneario comienza en la época medieval, alrededor del siglo XIV. Pero la historia de Karlsbad tal y como la conocemos, con la resonancia que tiene hoy su nombre, comienza alrededor del siglo XVIII. Hemos mencionado y documentado varios nombres de personas que provienen del espacio rumano. El primer personaje del que realmente sabemos mucho es un boyardo llamado Barbu Știrbei, un boyardo de Oltenia que viaja a Karlsbad a finales del siglo XVIII.
Los estudios científicos confirmaron los beneficios del balneario sobre la salud del cuerpo y la restauración de la capacidad de trabajo, y los médicos intervinieron y lo recomendaron. Igualmente, gracias a las aguas termales, el magnífico paisaje natural convirtió a Karlsbad en uno de los cinco mejores balnearios de Europa. A esto se le sumaría la arquitectura de las construcciones aquí erigidas. Al igual que otros turistas, los rumanos también se sintieron atraídos por las propiedades milagrosas del lugar y por la belleza del entorno. Radu Mârza.
Descubrí que estos visitantes o viajeros rumanos que iban allí no eran diferentes de otros visitantes que venían de otros lugares. En el sentido de que encajan perfectamente en esta, digamos, moda de ir a los baños. Y no está solo la moda ir a Karlsbad, también hay muchos otros balnearios en el área europea, e incluso en el área rumana. Obviamente, estos en el espacio rumano tienen un tamaño, prestigio y posibilidades mucho más pequeños que Karlsbad. Pero el fenómeno es el mismo.
¿Quiénes son las celebridades rumanas que visitaron el balneario de la República Checa? Radu Mârza dice que hay nombres de políticos en la lista, pero que también hay más o menos información sobre otros nombres.
Alexandru Vaida-Voevod era médico allí y él mismo es una personalidad, no solo como médico, su figura es digna de recordar. Estarían, por ejemplo, Ionel Brătianu, la reina Maria, varios primeros ministros, incluidos Iuliu Maniu, Nicolae Titulescu, Constantin Argetoianu u otras figuras públicas que pasaron por allí. Y sobre algunos personajes hay varias fuentes, hay más información documental, otros pueden haber ido, pero más en el anonimato, por así decirlo. Y entonces no sabemos exactamente sobre su presencia, pero la presencia de algunos está muy bien documentada.
Pero ir a los baños en Karlsbad también adquirió una dimensión social, no solo curativa, como también cuenta Radu Mârza.
Karlsbad también tenía esta fama en el espacio rumano. Y, en algún momento, incluso encontré una fuente muy interesante de los años 20, un artículo en una revista rumana que decía que era de mal gusto preguntar en Bucarest que, en verano o a principios de verano, dónde pasabas las vacaciones estivales. Porque era obvio que ibas a Karlsbad. De alguna manera era una obligación social, no podías no ir. No eras socialmente válido si no ibas a Karlsbad. Obviamente, esta afirmación no se aplicaba del todo, esa opinión no era una tesis general, pero mucha gente pensaba así. Es por eso que Karlsbad es un lugar donde ibas a pasar tus vacaciones, a someterte a ciertos tratamientos, pero también a ser visto y a ver, a conocer a diferentes personas de tu entorno.
Sin embargo, Karlsbad era un balneario caro para las clases bajas de la sociedad, pero la clase media rumana podía permitírselo. Profesores, funcionarios, personal de bancos o pequeños comerciantes pasaban sus vacaciones allí. Después de 1945, después de la instalación del régimen comunista y la nacionalización tanto en Rumanía como en Checoslovaquia, una parte de la clase obrera y el campesinado podían también permitirse visitar Karlsbad. Pero aun así no se convirtió en un fenómeno de masas debido a las fronteras de los países y los bajos ingresos de la población.