Movimientos de renovación de la ortodoxia rumana: El Ejército del Señor
Steliu Lambru, 05.09.2022, 13:56
Nacido en 1888 en la comarca de Turda, en la actual Rumanía noroccidental, Trifa estudió teología ortodoxa en Sibiu y se convirtió en sacerdote. Fue muy activo en la prensa y en la defensa de los intereses sociales de los Moți, habitantes de las montañas Apuseni. Después de la Primera Guerra Mundial, influenciado por el clima multiconfesional de Transilvania y por los movimientos de renovación espiritual, Trifa también imaginó un movimiento de renovación espiritual dentro de la Iglesia Ortodoxa Rumana, al que llamó Ejército del Señor. Su objetivo era superar el fanatismo y el formalismo que dominaban la ortodoxia hasta entonces y abrirse a las influencias modernas de la época.
El sacerdote Zosim Oancea de Sibiu conoció el movimiento del Ejército del Señor cuando era estudiante, en la década de 1930. Entrevistado por el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana en 2001, dijo que no había diferencia doctrinal entre los que estaban a favor del Ejército del Señor y los que eran indiferentes.
«El Ejército del Señor es un movimiento religioso dentro de la Iglesia. Algunos sacerdotes no se sintieron atraídos por él, nadie los obligó. Había parroquias donde había grupos del Ejército del Señor y los sacerdotes o no estaban de acuerdo o no estaban con ellos, no los ayudaban, o sea, nadie obligaba ni a los sacerdotes ni a la gente. La gente se hacía su horario; con cánticos sobre la vida cristiana. Yo aquí tengo mis libros, que son como cualquier sermón, no hay diferencia”.
Tras más de 10 años de sospechas, el fundador del Ejército del Señor fue excomulgado en 1936 tras un proceso eclesiástico. Y dos años después, Iosif Trifa murió de un infarto. Sus seguidores entraban a menudo en conflicto con las autoridades eclesiásticas y los creyentes ortodoxos, y el movimiento perdió significativamente su influencia. Pero el Ejército del Señor sigue existiendo. Después de la guerra, muchos seguidores partieron hacia Occidente y se unieron a otras iglesias neoprotestantes. Madeleine Hodoroabă era la esposa del pastor evangélico Ieremia Hodoroabă, quien fue a Francia en 1940, cuando los soviéticos ocuparon Bucovina del Norte. Ella recordaba en el año 2000 el ambiente de tensión en el que había vivido la familia de su marido.
“Ieremia, el décimo hijo de la familia, vivió una juventud difícil debido a que la iglesia estatal oficial, es decir, la Iglesia Ortodoxa, perseguía a los evangélicos rumanos que se estaban desarrollando en ese momento. Había visto a su padre golpeado y herido muchas veces. Este amargo recuerdo nunca lo abandonó, por lo que siempre fue vergonzoso para él reunirse más tarde con creyentes ortodoxos. Pero Dios intervino de tal manera que Ieremia, que era un creyente profundo, cuando más tarde pudo conocer a más creyentes ortodoxos, incluso muchos sacerdotes, quedó muy satisfecho y le dio mucha alegría”.
Mientras estaban en Francia, los esposos Hodoroabă realizaron trabajos de misioneros tanto en la Iglesia Evangélica Rumana como en la estación de radio «Clamor del guía cristiano» en Montecarlo.
«Establecimos una iglesia bautista de lengua alemana en Estrasburgo, que dirigimos hasta 1959. En París, desde 1925, había una pequeña iglesia bautista rumana sin pastor, desde donde nos llamaron. El pastor Ieremia Hodoroabă era el único pastor que hablaba rumano en Europa Occidental. En 1961 nos descubrió el director de France World en Montecarlo, quien dijo que la radio era mucho más importante que una pequeña iglesia. Así que empezamos esta emisión en 1961, pero no pudimos dejar la iglesia».
La iglesia y el micrófono fueron un apoyo para los perseguidos, y Madeleine y Ieremia Hodoroabă hicieron todo lo posible para aliviar su sufrimiento.
“Muchos de los que fueron muy perseguidos encontraron su lugar en las iglesias bautistas. Eran un hogar para ellos. Hablando de ellos, mi esposo hizo más tarde un libro de cánticos que fue solicitado por todos los oyentes que decían que no tenían partituras para cantar. Eso es lo que hizo, un libro de notas musicales con la mitad de los cánticos de un seguidor del Ejército del Señor, muy conocido en el país, su nombre era Nicolae Moldoveanu. Era un cantante de Sibiu que compuso muchas y muy hermosas canciones con un carácter rumano».
El presente ha encontrado el poder de corregir los errores del pasado. El 28 de septiembre de 1990, el Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rumana decidió levantar la excomunión del sacerdote Iosif Trifa, fundador del movimiento Ejército del Señor. Hoy, el movimiento es cercano a la Iglesia Ortodoxa Rumana y continúa la tradición de su fundador.
