El arte fusilado en la Revolución rumana
El precio de la libertad que pagaron los rumanos durante la Revolución de diciembre de 1989 fue uno muy alto, miles de muertos, heridos y discapacitados.
România Internațional, 04.01.2021, 16:21
El precio de la libertad que pagaron los rumanos durante la Revolución de diciembre de 1989 fue uno muy alto, miles de muertos, heridos y discapacitados. Pero a este precio también se puede añadir el precio del patrimonio cultural perdido en los incendios que abarcaron el edificio del Palacio Real, que alberga el Museo Nacional de Arte de Rumanía, y el de la Biblioteca de la Universidad Central. Situados en Calea Victoriei, uno frente al otro, los dos edificios sufrieron grandes daños causados por las balas y los proyectiles disparados en los días confusos que siguieron después de la fuga del dictador Nicolae Ceausescu. Alrededor de 400.000 libros y manuscritos de destacados intelectuales rumanos ardieron en la Biblioteca de la Universidad Central, envuelta en fuego. También en el Museo Nacional de Arte, varias docenas de cuadros de pintores rumanos y europeos fueron víctimas de las llamas y las balas.
Recientemente, el Museo Nacional de Arte de Rumanía ha inaugurado la exposición Laboratorio II. 1989. Restauración de los cuadros fusilados cuyo objetivo ha sido entregar al público las obras dañadas en 1989, ahora restauradas. Seguidamente, los curadores Sorina Gheorghita e Ioan Sfrijan comparten la historia de una exposición que Rumanía no debería haber tenido. Sorina Gheorghita.
En el desastre general que dañó al Museo Nacional de Arte fue destruido también casi en su totalidad el laboratorio de pintura dedicado a la restauración de las pinturas del caballete. Sin embargo, como mencionamos en el catálogo de la exposición, casi de inmediato, en enero de 1990, comenzamos las operaciones para proteger e incluso restaurar algunas de las obras, tanto de la Galería de Arte Europea como de la Galería de Arte Rumana, que habían sido dañadas. De los cuadros pertenecientes a la Galería de Arte Rumano hemos restaurado 47 obras y de la Galería de Arte Europeo, 30. Varias obras han sido restauradas también fuera del país, gracias a las ofertas de restauración que recibimos para cuadros de la Galería de Arte Europeo.
Entre las pinturas dañadas, restauradas y expuestas ahora se encuentran obras de importantes pintores rumanos como Andreescu, Grigorescu, Hentia y Mirea. Más detalles al respecto nos ofrece seguidamente Sorina Gheorghita.
Todas las obras que fueron dañadas en 1989 estaban en la exposición permanente del museo. Por eso resultaron degradadas. Después de la reapertura del museo, la presentación de las obras cambió y luego algunas de esas obras que habían sido dañadas dejaron de formar parte de la exposición permanente del museo. Es por eso que aprovechamos esta oportunidad para traer del depósito varias obras que existían antes de 1989. Entre las obras más importantes que hemos expuesto están los cuadros «Safta la vendedora de flores», «Autorretrato» de Ion Andreescu y otra bella obra de Andreescu «El gran camino». Entre los cuadros degradados hay también pinturas de Nicolae Grigorescu: «La Caza», «El ramo de flores» y «La gitana de Ghergani», «Lorica», una de las mejores obras de Stefan Luchian, así como cuadros de Sava Hentia y un boceto de George Demetrescu Mirea hecho para una de sus grandes composiciones.
Los daños sufridos por las pinturas fueron al nivel del soporte y de la capa pictórica, pero algunas obras resultaron muy degradadas y no pudieron ser recuperadas. Sorina Gheorghita.
De los cuadros que exhibimos y que estaban muy degradados mencionaría el boceto de Mirea y «El paisaje» de Andreescu. También el «Autorretrato» de Andreescu tuvo grandes pérdidas de capa pictórica. Uno de los pocos autorretratos grandes y muy complejos de Theodor Aman se perdió en el incendio en nuestro laboratorio de restauración. Hay una o dos obras más que están almacenadas y tienen pérdidas muy grandes y que no se pueden restaurar porque los principios de restauración no nos permiten completar áreas tan amplias.
En la exposición se pueden ver tanto pinturas como paneles explicativos sobre el esfuerzo de los restauradores rumanos y extranjeros. Le preguntamos a Sorina Gheorghita si en 1989 hubo también actos de vandalismo gratuito además de las destrucciones aleatorias.
El tiroteo es un acto de vandalismo ya que, a menudo, los cuadros fueron disparados intencionalmente en el cuello o en el pecho. Hay obras que no creemos que hayan sido dañadas en tiroteos al azar. Fue algo intencionado, como es el caso del cuadro «Safta la vendedora de flores», por eso esta obra es el cartel de la exposición. Otros cuadros fueron accidentalmente disparados o degradados.
A continuación, Ioan Sfrijan comparte detalles sobre el incendio en el laboratorio de restauración, el lugar más afectado del museo.
Allí se disparó un cañón y todo tipo de gases para incendios. En el lado de la calle Știrbei había una habitación donde se depositaban los cuadros. Por esta razón muchas obras de Aman fueron destruidas, pues se estaba preparando una exposición de su obra. Por lo tanto, el autorretrato y varias obras suyas fueron disparadas. También estaba allí el «Hombre con medallas turcas» que fue fusilado y no está en la exposición. Además, se estaba preparando una gran exposición, el «Retrato en la pintura europea», en la Galería de Arte Europeo y allí ardieron principalmente retratos, en esa sala desaparecieron unas 39 pinturas.
47 cuadros de la Galería de Arte Rumano y 30 de la Galería de Arte Europeo, dañados durante la Revolución de diciembre de 1989, volvieron a la vida. Sin embargo, en su memoria seguirá presente el precio de la libertad que los rumanos pagaron en aquel entonces.
Versión en español: Victoria Sepciu