Los sajones de Transilvania y la Rumanía Grande
Steliu Lambru, 21.01.2019, 18:29
El 1 de
diciembre del año 1918, los rumanos de Transilvania proclamaban la unión de
esta región con el Reino de Rumanía. La situación incierta del final de la
Primera Guerra Mundial hizo que las acciones y los intentos a nivel individual
o colectivo fueran desconcertantes y cambiantes. Austria-Hungría había entrado
en disolución y las naciones que la habían integrado ansiaban formar sus
propios Estados nacionales. Como las minorías de Transilvania no estaban decididas a este respecto, la minoría alemana
o sajona se vio obligada a luchar contra sus propios prejuicios y contra las
incertidumbres del futuro. Sin embargo, la resolución de los rumanos del 1 de
diciembre de 1918 determinaría a los sajones que formularan un punto de
vista que iba a ser expresado el 8 de
enero de 1919, en Medias, cuando el Comité Central de los Sajones, integrado
por 138 delegados reconoció la unión de Transilvania con Rumanía. El historiador,
Vasile Ciobanu, del Instituto de
Investigaciones Socio-Humanas de Sibiu, nos presenta la historia de la declaración
de los sajones de hace 100 años.
Los
sajones de Transilvania que vivían junto con los rumanos en las aldeas y las
ciudades de esta región estaban al tanto de los preparativos para la asamblea
de Alba Iulia, de los cambios políticos proyectados. En el mes de octubre del
año 1918, cuando empezó a desmembrarse el Imperio austrohúngaro, la actitud de
los representantes de los sajones estaba a favor del mantenimiento de la
integridad del Estado húngaro. Se han conservado las declaraciones del diputado
Rudolph Brandsch, hechas el 23 de octubre de 1918, ante el Parlamento de
Budapest, así como una decisión del Consejo Nacional Sajón reunido en Sibiu el
29 de octubre de 1918, en que dicha organización se pronunciaba a favor del
mantenimiento de la integridad del Estado húngaro. En el mes de noviembre de
1918, cuando los acontecimientos se precipitaron en beneficio del deseo de los
rumanos, los representantes de los sajones reunidos en Sibiu en el Consejo Nacional
Sajón y los de Budapest, los diputados sajones en el Parlamento húngaro se
pusieron en contacto con los representantes de los rumanos. En Budapest fue
constituido el Consejo Nacional Rumano Central que designaría como
representante suyo a Ioan Erdei, y que iba a dialogar con los representantes de
los sajones de Budapest con respecto a la actitud de éstos frente a la decisión
que los rumanos habrían de tomar en Alba
Iulia. Al mismo tiempo, el Consejo Nacional Sajón, dialogaría con los miembros
del Consejo Nacional Rumano de Sibiu, encabezado por Andrei Barseanu, y así se
enteraría de la decisión de los rumanos de unirse con Rumanía.
La decisión
de los rumanos del 1 de diciembre de 1918 fue, a ciencia cierta, el momento en
que los sajones comprendieron que había una sola posibilidad, la de aceptar al
nuevo Estado rumano. Vasile Ciobanu:
Aunque el
diálogo con algunos de los representantes del nuevo gobierno húngaro Karoly se
continuara, los sajones decidieron adoptar una actitud equidistante frente a
los rumanos y a los húngaros, primero para ver qué decisión tomarían los
rumanos. Al ver que la decisión de la mayoría de la población rumana era
definitiva, después del 1 de diciembre, los sajones decidieron adherirse a la
decisión de unión de Transilvania con Rumanía. Dicha decisión no fue fácil de
tomar porque los sajones habían integrado el Estado húngaro desde hacía 800
años, es decir de la época en la cual habían sido trasladados a Transilvania al
llamamiento de los reyes húngaros. Dadas las condiciones, les resultaba difícil
cambiar de buena voluntad el control bajo el cual seguirían viviendo. Por otra
parte, hasta entonces, las relaciones con los gobernantes húngaros habían sido
amigables porque los húngaros perseguían acercarse a los sajones a fin de crear
una fuerza política más importante en
Transilvania. El 1 de diciembre de 1918, en Alba Iulia, no estuvo presente
ningún representante de los sajones, solo un representante de la prensa sajona,
un abogado que iba a transmitir un relato objetivo y correcto que se publicaría
en el principal diario de lengua sajona Siebenburgisch-Deutsches Tageblatt, el
3 de diciembre de 1918, y republicar por los demás periódicos sajones.
Le
preguntamos a Vasile Ciobanu, si en el marco de la reunión de los sajones de
Medias, se registraron también puntos de vista distintos al de aceptación de la
unión de Transilvania con Rumanía.
Al
principio, en una resolución elaborada anteriormente por un grupo de
representantes de los sajones, se había hecho la propuesta de aceptación de la
unión de Transilvania con Rumanía. Pero hubo también una contrapropuesta
apoyada por algunos de los participantes. Existe un acta de esta asamblea del 8
de enero de 1919, que nos informa acerca de que dicha contrapropuesta sostenía
que se esperaran las previsiones de la conferencia de paz con respecto al
estatuto de Transilvania. No eran las mejores opiniones sobre la situación de Rumanía
y apuntaban hacia la existencia de los grandes latifundios y de un campesinado
que se había sublevado en 1907, unos 10-12 años atrás. Dicha contrapropuesta
solicitaba que Transilvania se quedara con el estatuto anterior e integrada a
Hungría, pero fue desviada, ya que sus defensores, unas cinco personas de un
total de 138, fueron convencidos de que su solución no podría ser aceptada.
¿Por qué hacía falta convencer a estas personas? Porque la asamblea quería votar por unanimidad una resolución a
través de la cual los participantes se subscribían a la unión de Transilvania
con Rumanía sin que se mencionasen otras condiciones. En realidad, los
representantes de los sajones trataron de obtener por parte de los
representantes de los rumanos la garantía de que tendrían ciertos derechos
dentro del futuro Estado rumano. Ellos se basaban en las indicaciones hechas en
la resolución de la asamblea nacional rumana de Alba Iulia que en el párrafo
tres de la resolución se refería de manera especial a los derechos de que se
beneficiarían las minorías nacionales en el futuro Estado rumano.
El
centenario de la asamblea de los sajones de Medias pone de manifiesto el hecho
de que Rumanía se beneficiaba de la lealtad de una minoría poderosa, una
lealtad que en aquella época de incertidumbres era muy importante.