Pro memoria: El Movimiento Goma
El Movimiento Goma debe su nombre al novelista Paul Goma, el iniciador de la protesta.
Steliu Lambru, 23.04.2018, 17:58
El samizdat “Ellenpontok (“Contrapuntos), escrito por algunos intelectuales húngaros en los años setenta, Aktionsgruppe de Banato, movimiento de protesta iniciado por los escritores de lengua alemana que apareció también en los años setenta, y el Movimiento Goma fueron las formas de protesta más importantes de la sociedad rumana contra el régimen comunista. El Movimiento Goma debe su nombre al novelista Paul Goma, el iniciador de la protesta.
Paul Goma nació en 1935 en la República de Moldavia en una familia de maestros que se refugiaron en Rumanía después de la ocupación de Besarabia por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1944. Goma publicó 30 volúmenes de ficción y memorias y fue preso político. Cristina Petrescu, catedrática en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Bucarest, afirma que hay una diferencia entre el iniciador de la protesta y los que lo apoyaron:
“Ya existe este calificativo, «Movimiento Goma», presente en los libros históricos y que representa el modo en que fue canonizada esta protesta colectiva. De hecho, este apelativo inadecuado es la definición de la Securitate para a este grupo. En este caso, las líneas del grupo son menos complicadas precisamente porque se trata de un grupo mucho más numeroso que Ellenpontok o Aktionsgruppe de Banato. Trataré de hacer una pequeña reinterpretación de este movimiento. En primer lugar, haré una diferencia entre quien fue Goma, en su calidad de oponente cultural del régimen comunista que se benefició de cierta aprobación y el Movimiento Goma que fue aprobado de manera completamente diferente.
La relación de Goma con el régimen fue bastante difícil. Primero se opuso radicalmente y luego decidió apoyarlo, sobre todo en 1968 cuando el nuevo líder de Bucarest, Nicolae Ceausescu, expresó abiertamente su opinión contra el campo de concentración socialista de Moscú. Cristina Petrescu:
“Nosotros percibimos a los oponentes del régimen comunista desde el punto de vista de las relaciones entre oponente y régimen. Goma tiene el privilegio de ser uno de los oponentes más longevos. Participó en las rebeliones de los estudiantes de Bucarest que coincidieron con las de Budapest en 1956. Fue preso político, luego tuvo domicilio obligatorio y más tarde fue reincorporado a la Universidad. Intentaron convencerle de convertirse en informador, pero fracasaron. Sin embargo, en 1968 por propia voluntad se incorporó al partido comunista y apoyó al régimen de Ceausescu.
No obstante, Goma fue un interlocutor imprevisible e incómodo para las autoridades. Cristina Petrescu ha declarado que el líder del movimiento rumano para los derechos humanos continuó molestando al régimen:
“Al ser considerado un modelo de inconformismo para los escritores rumanos, Goma destacó en los años 1970 como el primero en lograr publicar en el extranjero dos volúmenes que en Rumanía habían sido prohibidos por la censura. Uno de ellos está escrito en contra del régimen y es un libro dedicado a los presos obsesionados con la libertad. Tuvieron un gran éxito porque su publicación coincidió con el período en que fue traducido a más idiomas el volumen “Archipiélago Gulag escrito por Solzhenitsyn, razón por la cual Goma es denominado el Solzhenitsyn rumano.
Goma vuelve a entrar en conflicto abierto con las autoridades comunistas en 1977 cuando firmó una carta colectiva de protesta enviada a la Conferencia para Seguridad y Cooperación en Europa celebrada el mismo año en Belgrado y difundida por la emisora “Europa libre. La carta era una denuncia de la violación de los derechos humanos en Rumanía.
Nuevamente en declaraciones para RRI, Cristina Petrescu:
“Se sabe que Goma fue el iniciador del movimiento para los derechos humanos que tuvo como modelo a Charta 77 de Checoslovaquia. Luego el régimen trató de reclutarlo y parcialmente lo logró si pensamos en los artículos que Goma publicó antes de ser detenido. En la cárcel, eliminó gran parte de sus opiniones expresadas y al final lo pusieron en libertad gracias a la presión internacional. Más tarde fue expulsado, convirtiéndose en uno de los miembros importantes del exilio democrático hasta 1989. Goma siguió siendo un personaje polémico también después de 1989 sobre todo gracias a sus posiciones en cuanto a la sovietización de Besarabia. En gran medida, Paul Goma es un héroe olvidado de nuestra historia reciente precisamente porque no encontró un lugar adecuado.
Así nació el Movimiento Goma integrado por un total de 430 personas que mantuvieron contacto con “El barbado, tal como fue nombrado por la Securitate. Entre los nombres más importantes que apoyaron la gestión de Goma figuran el crítico literario Ion Negoitescu, el psiquiatra Ion Vianu y el obrero Vasile Paraschiv. De éstos, 186 obtuvieron pasaportes para emigrar tras disolver el movimiento. Cristina Petrescu nos aporta más detalles al respecto:
“El Movimiento Goma es considerado uno de los momentos de movilización culminantes contra el antiguo régimen comunista. Un movimiento integrado por casi 200 adeptos, número considerable en comparación con los miembros de Charta 77. Sin embargo, los dos movimientos siguieron trayectorias completamente distintas. Mientras que el movimiento Goma acabó una vez detenido Goma, Charta 77 sobrevivió al régimen comunista y dio a Checoslovaquia y a la República Checa un presidente tras la caída del comunismo.
El 1 de abril de 1977, Paul Goma fue detenido y el 22 de noviembre del mismo año a su esposa y a su hijo le quitaron la ciudadanía rumana y fueron expulsados de Rumanía. Llegaron a París y pidieron asilo político, pero Goma no quiso solicitar la ciudadanía francesa. Sin embargo, el régimen después de 1989 le volvió a dar la ciudadanía rumana al opositor.