Monumentos del pasado de Bucarest
Bucarest, como cualquier ciudad en pleno desarrollo, ha cambiado su cara de manera constante desde la primera mitad del siglo XIX.
Steliu Lambru, 17.07.2017, 04:21
Bucarest, como cualquier ciudad en pleno desarrollo, ha cambiado su cara de manera constante desde la primera mitad del siglo XIX. Ciudad de carácter oriental hasta el año 1800, sin monumentos públicos, Bucarest era caracterizada por los viajeros extranjeros, según podemos ver en las pinturas de la época, como una ciudad de bajo nivel desde el punto de vista de la población y la calidad de la vida. Los monumentos de Bucarest no eran los que podemos admirar hoy en la ciudad. Desde el siglo XIX, cada generación ha reflejado los momentos históricos y las personalidades más importantes en monumentos de carácter público. Según el museógrafo Cezar Petre Buiumaci del Museo del Municipio de Bucarest, muchos monumentos ya no existen, pero su memoria se ha conservado y nos muestran como ha cambiado Bucarest y ha llegado a ser, de una pequeña ciudad oriental, una capital europea:
En la Plaza de Vorniciei, donde hoy está ubicado el Museo de las Colecciones de Arte de Calea Victoriei, el 23 de junio de 1848 fue colocada la estatua de La Rumanía Libre, una obra de Constantin Daniel Rosenthal. El periódico Pruncul român señalaba lo siguiente:
Este monumento representa a una Dama [engl. Pheme, fr. Fama] vestida con toga y que lleva una corona de laurel colocada sobre sus largos cabellos y conserva en sus muñecas las huellas de las cadenas.
En una mano lleva un bastón en forma de cruz y en la otra, una balanza, como símbolo de la fe y la justicia. Con un pie pisa la cabeza de los enemigos representados por una serpiente. Esta primera estatua ubicada en Bucarest no duró más de 5 días, ya que el boyardo Emanoil Băleanu, por miedo a una intervención ruso-turca, declaró reinstaurados los Reglamentos orgánicos y la destruyó. En el Pruncul român, C.A. Rosetti apuntaba lo siguiente:
La estatua que representa a La Rumanía liberada, con los símbolos de la justicia y el cristianismo, la balanza y la cruz, ubicada en la plaza central, ha sido derribada tras la órden del príncipe Emanoil Băleanu que, para justificar este acto de vandalismo, ha dicho unas palabras tan feas y llenas de maldad que nuestra pluma se niega a escribirlas, ya que esto ofendería al papel. Además destruyeron la fundación, diciendo que violaba el derecho a la propiedad. Así, el monumento tuvo una vida muy corta, aunque había sido realizado pensando que duraría para siempre.
La Calea Victoriei de hoy o el Puente Mogoşoaiei, como era conocida en la época, ha sido durante mucho tiempo el principal lugar donde se ubicaban los monumentos públicos de Bucarest. Cezar Petre Buiumaci:
Delante de la nueva sede del Ateneo estaba ubicada Columna con águila de Storck, que en 1890 fue trasladada por el alcalde Pache Protopopescu a una plaza en la nueva avenida, pero poco después, en 1903, en este lugar fue inaugurado el busto de Rosetti. Delante del Ateneo, donde estaba ubicada la Columna con águila, colocaron por un tiempo, a Los Corredores de Boucher, y luego la estatua de Eminescu. La obra de Boucher fue trasladada a Calea Victoriei, en la encrucijada con Biserica Amzei. Columna con águila llegó a la Plaza Reina María donde permanecería hasta el terremoto de 1977 cuando fue destruida. El Jardín del Ateneo contaba con algunos monumentos en ambos lados del edificio que, en un determinado momento, fueron trasladados a Cişmigiu. La estatua de Ienăchiţă Văcărescu se perdió en aquella ocasión .
El museógrafo Cezar Petre Buiumaci nos ha contado como ha cambiado uno de los lugares emblemáticos de Calea Victoriei, la Plaza del Tricolor:
En Calea Victoriei, donde había un monasterio, el Sărindar, con motivo de la visita del emperador Francisco José en 1896, se construyó la Fuente de la Paz conocida como la Fuente Sărindar, un monumento muy hermoso, pero que, a causa del material utilizado para su construcción, desapareció. Poco después, se construyó el Círculo Militar y delante de este edificio, Onofrei propuso que se ubicara el monumento de Nicolae Filipescu. Luego, las autoridades decidieron construir otra fuente como recuerdo de la Fuente de Sărindar. Hoy en día la podemos ver en la Plaza del Tricolor.
El Arco del Triunfo, un monumento representativo de Bucarest, tiene una historia llena de modificaciones. Cezar Petre Buiumaci:
Para la fiesta de la coronación de Fernando y María propusieron una Puerta Triunfal. El arquitecto Petre Antonescu fue designado para crear un arco del triunfo en un periodo muy corto, de menos de un año. Así, se hizo una fundación de hormigón, pero para los ornamentos utilizaron materiales poco resistentes, como el yeso, según una técnica que ofrecía protección ante la lluvia. Antonescu quiso contratar a algunos grandes escultores para hacer la decoración. Los soldados tenían 5 metros y medio de altura, con 8 estatuas divididas en 2 grupos de 4 cada uno, ubicados en cada pie del arco. Se trata del soldado romano creado por Storck, el soldado dacio de Spathe, el de Mircea el Viejo de Medrea, el soldado de Estéban el Grande de Paciurea, el de Miguel el Valiente creado por Alexandru Severin, el de Tudor Vladimirescu de Jalea, el soldado de la Independencia de Ion Iordănescu y el de la Unión firmado por Dumitru Măţăoanu. Alexandru Călinescu es el autor de los emblemas de Fernando y María, colocados en la bóveda y que son los únicos elementos del nuevo monumento que proceden del antiguo arco del triunfo que hoy en día se ha deteriorado, ya que su administración ha pasado de una institución a otra: del Ministerio de Cultura al ayuntamiento, de la Comisión de los Monumentos Históricos al Ministerio de Obras Públicas, o del Ministerio de Agricultura al Ministerio de Defensa. Aunque se habían asignado fondos para la rehabilitación, el arco desaparece y gracias al rey Carlos II, se crea un nuevo Arco del triunfo, también diseñado por Petre Antonescu e inaugurado en 1936.
Pero la lista de los monumentos de Bucarest que han desaparecido es mucho más larga. Cabe destacar que estos monumentos no se han perdido para siempre, ya que su recuerdo perdurará en la memoria de la gente. (versión española simona sarbescu