Gheorghe Gheorghiu-Dej y el estalinismo en Rumania
En el año 1965 moría Gheorghe Gheorghiu-Dej, el primer líder comunista de Rumanía y uno de los responsables de la sovietización iniciada en 1945 bajo el control directo del Ejército Rojo. Gheorghiu-Dej fue el exponente de un estilo nuevo de hacer políti
Steliu Lambru, 21.09.2015, 17:44
En el
año 1965 moría Gheorghe Gheorghiu-Dej, el primer líder comunista de Rumanía y uno de los responsables de la sovietización
iniciada en 1945 bajo el control directo del Ejército Rojo. Gheorghiu-Dej fue
el exponente de un estilo nuevo de hacer
política, el del partido único totalitario comunista. Los historiadores consideran
que Dej fue uno de los verdugos de la democracia rumana, agente de la
Internacional Comunista ( Komintern) en el período de entreguerras, que había
llegado a ocupar las más altas posiciones al final de la segunda guerra mundial.
Gheorghe
Gheorghiu-Dej nació en 1901, en una familia de obreros, y se casó también con
una obrera. Se especializó en el oficio de electricista y trabajó en los
Talleres de las Vías Férreas Rumanas-Grivita. En 1930, con 29 años de edad, se sumó a las filas del
partido comunista y, entre 1933 y 1944 estuvo encarcelado por el papel que
había desempeñado durante la huelga de 1933 de Grivita. Antes de que Rumanía
saliera de la coalición del Eje, el 23 de agosto de 1944, Dej estaba ya en
libertad y volvía a ser líder del partido comunista. En los años 40, en la cárcel,
compartió la misma celda con Nicolae Ceaucescu, que iba a reemplazarle en el
cargo, después de su muerte.
Stefan Barlea conoció a ambos líderes comunistas de
Rumanía y sacó provecho de estas dos amistades. Entrevistado en 2002 por el
Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, Barlea admitió que el tipo
de líder representado tanto por Dej como por Ceaucescu no habría sido posible
en otro sistema político.
Fue el
sistema el que creó a los dos dirigentes del partido, en el período comunista.
Con o sin ellos, las características
fundamentales de aquel sistema político habrían sido las mismas. Quien conoce la historia del siglo XX,
comprende qué fenómenos similares se produjeron en muchos otros países. El
artífice de la estructura económica, social y político en Rumanía fue Gheorghe
Gheorghiu-Dej, y éste creó a su vez a Ceaucescu. Tal vez, en el ocaso de su
vida, Dej hubiese sentido la necesidad de endulzar un poco la vida de los
rumanos, y corregir algunos de los errores cometidos en el pasado, influido o
no desde el exterior, de modo que murió, en cierto modo con la seguridad de que
los presos políticos habían sido liberados y Rumanía contaba ya con una determinada
estructura económica. Creo que en el plano de la actividad política estaba
convencido de que el partido hallaría la mejor solución para continuar su
actividad. Esto justifica, de alguna manera,
el hecho de no haber nominado, al borde de la muerte, a alguien que le sucediese. Parece que esta teoría es
válida para todos los dirigentes porque tanto Stalin, como Lenin o Mao hicieron
lo mismo.
Gheorghe
Gheorghiu-Dej fue un líder astuto y cruel que no vaciló en eliminar físicamente
a sus opositores. Hay quien dice que la muerte del líder comunista Stefan Foris, en los años 40,
fue tramada por Dej. También la muerte de Lucretiu Patrascanu, insigne opositor
de Dej, fue tramada por este último. La eliminación del grupo rival dirigido
por Ana Pauker fue también obra de Dej. Por otra parte a su nombre se relaciona
tanto la sovietización de Rumanía como el intento de los comunistas rumanos de
salir de la tutela de la antigua Unión
Soviética, a principios de los años 1960.
Se
especula también que Gheorghe Gheorghiu-Dej habría sido irradiado, durante una
reunión en Moscú, precisamente por haber
tratado de distanciarse de la Unión Soviética. Stefan Barlea nos amplía
detalles:
Dej se
implicaba en la economía. Después de los años 45-46 desempeñó varios cargos en
la dirección de distintos ministerios importantes. Dirigió, en su calidad de
primer vicepresidente del gobierno, las comisiones de estabilización para la
recuperación económica, y paulatinamente, nombraría en el gobierno a personas
que integraban la oficina política del partido. Dej ejercía un doble control
sobre el gobierno, y entre los años 1952 y 1955, condujo él mismo el gobierno.
En aquel período presentaron sus renuncias tres ministros importantes, de Finanzas,
Vasile Luca, de Exteriores, Ana Pauker y del Interior, Teohari Georgescu. De
esta forma, Dej alcanzó dos objetivos a la vez: eliminó a los adversarios incómodos tanto de la
dirección del partido como del gobierno. Prácticamente asumió la dirección del gobierno, proponiéndo
al primer ministro Petru Groza, para el cargo de presidente de la Gran Asamblea
Nacional
Decía
Stefan Barlea que antes de morir, Gheorghe Gheorghiu-Dej no nombró a nadie en calidad de sucesor suyo, pero que el que
iba a ser el futuro líder, Nicolae Ceaucescu, era su favorito
La
población sabía que Dej estaba enfermo y que había sido operado de un pólipo en
la vejiga urinaria, pero se desconocía
el estado de gravedad. Tal vez supiesen algo personas de su entorno. Un mes y
medio antes de la muerte de Dej, tuvimos una reunión de la Ofinica del Comité
Central de la Unión de la Juventud Obrera y Ceuacescu se veía sumamente
fatigado. Nosotros habíamos preparado un informe, Ceaucescu nos escuchó muy
poco y luego nos habló, en escasas palabras, del papel de la organización de
juventudes y de la importancia que ésta tenía como reserva del partido. Sus
palabras nos parecían un llamamiento normal, pero inmediatamente después de la
muerte de Dej comprendimos a qué se había referido: solicitaba respaldo para
llegar al frente del partido. Y todos nosotros, antes del anuncio oficial,
estábamos convencidos de que sólo Ceaucescu podría reemplazar a Dej. Y así
ocurrió en realidad.
El 19
de marzo de 1965, Dej falleció en Bucarest y fue sucedido por Nicolae Ceaucescu.
Hace 50 años, la dirección comunista rumana cambiaba de líderes, pero no del
estilo de gobernar.