Sovrompetrol
Steliu Lambru, 11.03.2014, 16:15
Aunque en 1945 fue uno de los países que aplastaron la coalición del Eje, Rumanía fue considerada un país vencido por haber participado en la guerra al lado de Alemania hasta el 23 de agosto de 1944. El armisticio le otorgaba este estatuto que resultaba también del preámbulo de la convención: “El Gobierno y la Alta Comandancia de Rumanía, al reconocer la derrota de Rumanía en la guerra contra la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Reino Unido y EE. UU. y de las demás Naciones Unidas, acepta las condiciones del armisticio presentadas por los Gobiernos anteriormente mencionados, de las tres potencias aliadas, y cumple con las demandas de las Naciones Unidas.”
Rumanía se veía obligada a pagar importantes indemnizaciones durante seis años. En caso contrario, la Comisión Aliada de Control le obligaba a pagar un 5% del producto en cuestión por cada mes de retraso, según las demandas de las autoridades soviéticas. En total, Rumanía tenía que pagar 300 millones de dólares, es decir, más del 55% del producto nacional bruto de Rumanía, evaluado en 1945 en 519 millones de dólares.
En realidad, Rumanía pagó más del doble de las indemnizaciones impuestas a través de los tratados de paz. Así, se crearon empresas mixtas rumano-soviéticas, tanto en los sectores productivos como en la explotación de materias primas. La primera empresa de este tipo fue Sovrompetrol, creada el 17 de julio de 1945. Además de la ferroviaria, la más afectada por la guerra fue la industria del petróleo. La producción de petróleo crudo registró en 1944 el nivel más bajo de los años de guerra, 3.520.000 toneladas, es decir, un 63% de la media de los años 1941-1943. Rumanía tenía que entregar a la URSS 10.200.000 toneladas de petróleo crudo al año para pagar parte de la deuda. Maxim Berghianu fue el jefe del Comité de Planificación. En 2002, ofreció una entrevista al Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana y declaró que Occidente era parcialmente culpable del robo de los soviéticos. Berghianu contaba que numerosas empresas rumanas de capital extranjero, como la fábrica de aviones IAR, fueron tomadas por la empresa Sovrom. Tampoco podría faltar el petróleo:
“Cuando Occidente decidió abandonarnos a Rusia, ellos se aprovecharon, porque las empresas tenían capital extranjero y la IAR trabajó para los alemanes. Era también la fábrica de aviones Meserschmitt, que empezó a fabricar tractores. Es decir, que existían las empresas Sovrom Tractor, SovromChim, SovromGaz y SovromPetrol. Los rusos entraron en las zonas más importantes, con recursos de materias primas y con la posibilidad de aprovecharse. Ni hablar del uranio, que explotaron muy mal.”
La empresa Sovrompetrol, al igual que las demás empresas similares, era una gran carga para la economía rumana, que afrontó numerosos problemas antes de los años 50. Lo sabían también los líderes comunistas rumanos que decidieron actuar, según destacaba en 1994 Gheorghe Apostol, un cercano del líder Gheorghe Gheorghiu-Dej:
“La URSS controlaba la economía rumana a través de las empresas Sovrom. Nosotros invertimos en la industria, en la agricultura, en todos los sectores de la economía, pero ellos se beneficiaban de todo. En una recepción organizada por el 7 de noviembre, que tuvo lugar en la embajada soviética en 1952, antes de ir a ver a Stalin, nos pidieron que fuéramos a casa de Dej. El Gobierno soviético proponía incluir el gas metano en la empresa Sovrom, porque el petróleo ya estaba incluido. Y Dej dijo: “¡Hasta aquí! No podemos ceder más. El problema de las empresas Sovrom debe solucionarse a través de un acuerdo, pero hay que actuar. Iremos a la embajada soviética. Voy a pretender que tomo una copa y les voy a decir algo sobre este asunto.”
Como se sabe, las decisiones importantes se toman en un entorno informal, y los comunistas rumanos intentaron aprovecharse de esto, según destaca Gheorghe Apostol:
“Cuando terminaba una recepción, el embajador y sus adjuntos nos invitaban a una habitación adjunta, donde había comida y bebida, y se debatían asuntos internos e internacionales. Y, por fin, Dej estaba al lado del embajador soviético y del representante del Gobierno soviético encargado de las empresas Sovrom. Y, de repente, se dirige al representante del Gobierno soviético y pregunta: “¿Me puedes decir qué es lo que significa exportación de capital?” Y le contestó: “¿Qué pregunta es esta?” “Eres economista, y no un economista cualquiera, eres uno de los economistas más importantes de la URSS y tienes que saber la respuesta.” “Solo los imperialistas hacen exportaciones de capital en las colonias”, contestó el ruso. “Y, entonces, ¿vosotros qué hacéis en Rumanía, no es lo mismo?” Y el embajador y el representante del Gobierno soviético se quedaron boquiabiertos. “Sé que vas a informar a Stalin”, continuó Dej, “y te pido que lo hagas, porque hay que solucionar este problema. No podemos aguantar más esta carga inmensa. Nosotros invertimos y vosotros os beneficiáis de esto. Y la reunión terminó.”
Las empresas Sovrom y, por lo tanto, Sovrompetrol, dejaron de existir cuando murió Stalin. En 1956, dejaron de existir varias empresas Sovrom, entre las que estaba también Sovrompetrol, después de haber funcionado 11 años, en vez de seis. Las últimas empresas Sovrom dejaron de existir en 1959, tras haber funcionado 14 años.