El paleolítico en el espacio rumano
En el espacio rumano, el Paleolítico ha dejado vestigios en la cuenca del río Argeş, el desfiladero de Sibiu y en las zonas subcarpáticas de los Cárpatos Meridionales.
Steliu Lambru, 11.11.2013, 20:01
La prehistoria parece ser un campo de la aventura, la adrenalina y el espíritu rebelde. De hecho, la prehistoria es uno de los más difíciles ejercicios de reconstitución del periodo más antiguo en la historia de la Humanidad. La “infancia de la Humanidad”, como ha sido llamada, metafóricamente hablando, la prehistoria, no ha dejado documentos escritos y esta época se vincula a la antropología. Se trata de un campo en que trabajan expertos en geología, arqueozoología, evolución de las especies, microfauna o cronología.
En el espacio rumano, el Paleolítico ha dejado vestigios en la cuenca del río Argeş, el desfiladero de Sibiu y en las zonas subcarpáticas de los Cárpatos Meridionales. El arqueólogo Adrian Doboş, del Instituto de Arqueología “Vasile Pârvan” de la Academia Rumana, nos amplía más detalles sobre el mundo del Paleolítico, un mundo en que la civilización material de la gente estaba dominada por la piedra.
“Desde el punto de vista etimológico, el Paleolítico representa la época antigua de la piedra, que difiere de la gran época del Neolítico por el hecho de que en el Paleolítico se utilizaba solo la piedra tallada. En el Neolítico hablamos tanto de la piedra cortada como de rocas pulidas. Contrario a lo que se cree habitualmente, lo que hacemos nostros es mucho más exacto de lo que parece. La idea de especulación ha surgido porque han quedado solo objetos de piedra cortada y solo a veces aparecen fósiles humanos, lo que es bastante raro, pero es muy útil. Esto es muy importante para el estudio del Paleolítico y además es muy útil conocer la fauna; además de poder identificar las especies, se pueden sacar conclusiones sobre el clima en que se depositó este sedimento o los diferentes estratos arqueológicos…”
En Cuciulat, en el distrito de Sălaj, en el noroeste de Rumanía, se han descubierto pinturas rupestres paleolíticas. Se trata de un caballo y también de otro animal que ha sido identificado como una pantera o especie felina. Adrian Doboş forma parte de un equipo de arqueólogos que ha identificado el yacimiento paleolítico más antiguo de Rumanía. Esto ocurrió en 2009, en la localidad de Dealul Guran de Dobrogea.
“Dealul Guran es un yacimiento que descubrimos en 2009 durante un proyecto en que participaba el Instituto de Arqueología en cooperación con el Instituto Max Planck de Leipzig y el Museo Romano-Alemán de Mainz. Tuvimos dos semanas de periégesis [investigaciones de superficie] y también excavamos en 2010 y 2011. Se trata de un yacimiento de explotación del sílex, es una zona donde hay mucho sílex, dado que es una zona calcárea. El estrato más profundo tiene 390.000 años de antigüedad. Actualmente es el yacimiento más antiguo de Rumanía. Se han hecho varios descubrimientos atribuidos al Paleolítico inferior, pero muchos se encuentran en los valles de algunos ríos. En ausencia del yacimiento intacto, es difícil decir que este data del Paleolítico inferior, aunque en algunos casos se supone que puede ser el Paleolítico. Para Rumanía es un elemento inédito e incluso para Europa, dado que escasean los yacimientos de este tipo, es decir, hay solo unos 15 o 20.”
¿Cómo era el hombre del Paleolítico? ¿Qué características tenía para compararlo con el hombre moderno? ¿Quién habitaba el territorio actual de Rumanía? Adrian Doboş nos contesta a estas preguntas
“Se define como homínido el hombre que confeccionaba sus herramientas, es decir, el Homo habilis, el hombre que sabía tallar. La capacidad del cerebro es otro criterio: si supera los 600 centímentros cúbicos, puede considerarse como parte de nuestra genealogía. Más recientemente, la locomoción es otro criterio. Ahora los Australopitecos más antiguos que caminaban de manera bípeda se consideran homínidos.
La locomoción es fundamental para definir un antepasado del hombre. El fósil más antiguo del hombre con anatomía moderna que se ha encontrado en Rumanía procede del yacimiento de Peştera cu Oase (la Cueva de los Huesos) y tiene 36.000 años de antigüedad. Se cree que es el primer fósil del hombre moderno en Europa. Sin embargo, en Peştera cu Oase no tenemos un yacimiento arqueológico, sino uno identificado por los espeleólogos. No se ha identificado ningún elemento arqueológico. El Hombre de Neandertal no ha dejado fósiles en nuestro país, desafortunadamente. Sospechamos su existencia, pero no se ha encontrado nada hasta la fecha. El homínido más antiguo que se ha identificado es el Homo Heidelbergensis, un nombre genérico para el Homo erectus que vivió entre los años 600.000 y 300.000. El Homo Heidelbergensis era más bajo, tenía un aspecto bastante parecido a un mono. Tenía la frente deprimida con toro poderoso en ambas partes, bóveda craneal bastante baja y occipucio anguloso con repliegue. No sabemos si era flaco o más robusto que sus sucesores, dado que hay muy pocos fósiles.”
El yacimiento de Bugiuleşti es representativo del Paleolítico rumano, porque durante mucho tiempo se creyó que estuvo habitado por los primeros homínidos. Adrian Doboş.
“Es un yacimiento muy importante desde la perspectiva paleontológica. En el territorio de esta aldea, se han identificado unos 10 lugares interesantes. A finales de los años 1950 se descubrieron estos yacimientos, datados en entre unos 1,8 hasta 2 millones de años. Principalmente, representan acumulaciones o sedimentos de huesos de fauna grande, a orillas de un lago. En un determinado momento se han identificado algunos fragmentos de rocas y se creía que eran utensilios fabricados por los homínidos, es decir, unos australopitecos. Seguro que entonces hubo una mezcla entre el entusiasmo de los arqueólogos y las tendencias protocronistas de las autoridades.”
La prehistoria fascina, las raíces de la Humanidad presentan un gran interés por la curiosidad del hombre de ver a sus antepasados. En la historiografía francesa, el juego de palabras “la prehistoire” y “l’apres histoire” indica que el hombre de todas partes del mundo siempre tendrá la nostalgia de sus orígenes.
(Trad. S. Sarbescu)