Semana Santa católica en Rumanía
¡Cristo ha resucitado!
Brigitta Pana, 26.03.2016, 17:11
¡Cristo ha resucitado!
Muy buenas noches y Feliz Pascua de Resurrección a todos los oyentes católicos. Hemos vivido con intensidad los días de la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo y ahora nos alegramos de su Resurrección de entre los muertos.
Cada época del año nos ofrece momentos felices y todos tenemos épocas que son nuestras favoritas. Una de ellas que a muchos nos gusta es la época de la Semana Santa. Rumanía es un país donde el 80% de la población es ortodoxa y el resto católica y de otras religiones. Sólo cada 3 o 4 años coincide la Semana Santa católica con la ortodoxa. Y cuando no coinciden puede haber entre una semana o un mes de diferencia y siempre la católica antes. Esto ocurre porque la iglesia ortodoxa se rige por el calendario juliano y las demás iglesias católicas por el calendario gregoriano. La fecha establecida para la celebración de la Semana Santa católica varía así como también las tradiciones. Son varias las actividades realizadas por la comunidad católica de nuestro país que mezcla la tradición con la religión. Todos los años, durante una semana, especialmente el jueves, viernes y sábado, los feligreses más devotos suspenden sus actividades diarias para participar en las misas y procesiones que conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Otros, en cambio, optan por pasear, rumbear o descansar junto con la familia o los amigos.
El Domingo de Ramos se conmemora la llegada de Jesucristo a Jerusalén y con este motivo la gente católica de nuestro país suele llevar palmas y ramos de olivo a misa para que sean bendecidos. El Jueves Santo se hacen plegarias de perdón y agradecimiento en cada iglesia católica de Rumanía y por supuesto tiene lugar la Conmemoración de la última cena mientras que el Viernes Santo se recuerda la vía crucis y la muerte de Jesús. Cabe precisar que durante la Cuaresma la mayoría de la gente en Rumanía, tanto católica como ortodoxa, ayuna los miércoles y los viernes.
Las actividades religiosas de nuestro país están acompañadas por la elaboración de comidas tradicionales típicas para estas fechas. El Jueves y Viernes Santos, por ejemplo, las mujeres preparan los dulces y también pintan los huevos, previamente cocinados. El color más usado es el rojo. Bueno, también se pueden colorear de azul, amarillo, verde o morado. Se suelen pintar en agua caliente y vinagre, con colorantes especiales para huevos. Sin embargo, en el pasado las abuelitas solían pintar los huevos utilizando un truco; juntaban las cascaras de un kilo o dos de cebollas y las hervían en un poco de agua hasta obtener un color muy bonito y además natural. Para que los huevos brillen se coge un poco de aceite o un trozo de tocino y se untan uno a uno los huevos.
A diferencia de otros países de Europa donde esta costumbre viene desapareciendo, los huevos de Pascua son un verdadero arte en Rumanía debido a la técnica, los materiales, el símbolo de los motivos y la perfección de la realización. Hay varias leyendas cristianas que explican por qué se pintan los huevos de Pascua. Una de ellas destaca que la Virgen María, cuando vino a ver a su hijo mientras estaba en la cruz, puso una cesta llena de huevos al lado de la cruz y éstos se pusieron rojos por la sangre que goteaba del cuerpo de Cristo.
El Sábado Santo las mujeres en Rumanía preparan la comida para el domingo. El plato típico para este día es el cordero que suele ser acompañado por varios aperitivos como la ensaladilla o el drob – una mezcla cocinada de órganos, carne y vegetales frescos, principalmente cebollas verdes, etc. De las mesas de los rumanos no puede faltar un producto muy típico que se llama Cozonac y que es el dulce tradicional rumano de Pascuas.
Parte de esta comida junto con varios huevos y una botella de vino se ponen en una cesta y se guardan para el domingo cuando se llevan a la iglesia para ser bendecidos por el cura.
El sábado por la noche todos los rumanos católicos van a la misa de Resurrección y vueven a casa con velas encendidas. Algunos van al cementerio a dejar una vela también a las tumbas de sus seres queridos que ya se fueron de este mundo.
El domingo después de la misa y tras bendecir las cestas, la gente se va a casa para comer, y con los huevos se suele hacer un juego. Cada uno coge un huevo y lo choca con otro huevo, al que se le rompe el huevo pierde. La gente choca los huevos mientras repite la expresión: “Cristos a Inviat (Cristo ha resucitado), a lo que el otro responde mientras choca su huevo: “Adevarat a Inviat (Verdaderamente ha resucitado). Esta fórmula también es el saludo que se suele utilizar desde la Pascua hasta Pentecostés.
El lunes de Pascua en Rumanía todavía es festivo y la gente acostumbra festejar.
¡Les deseo una Pascua llena de paz y tranquilidad junto a sus familias!