El año Constantin Brâncuşi
Monica Chiorpec, 08.09.2016, 12:31
El año 2016 está marcado por la personalidad del escultor rumano Constantin Brâncuşi. Dado que se cumplen 140 años del nacimiento de uno de los artistas plásticos más importantes de todos los tiempos, se han preparado varios acontecimientos culturales, conferencias, talleres, proyectos de recuperación y promoción del valor de la obra de Brâncuşi. El Instituto Cultural Rumano en Bucarest ha organizado una rueda de prensa que ha marcado el inicio de los acontecimientos culturales del año dedicado al escultor rumano. He aquí la declaración de Matei Stîrcea-Crăciun, investigador del Instituto de Antropología “Francisc J. Rainer, sobre las iniciativas mundiales más importantes de restitución del patrimonio de Constantin Brâncuşi:
“La actividad del centro de investigación de Brâncuşi de Târgu Jiu comenzó en un momento en el que el conocimiento de la obra de Brâncuşi estaba en otra órbita. En 1995, tuvieron lugar dos retrospectivas de Brâncuşi en París y Philadelphia, las más importantes hasta ahora, que presentaron el nivel de conocimiento de la obra de Brâncuşi. En el catálogo de París, Karen Wilkin, el comisario de la exposición, escribió que la obra de Brâncuşi seguía siendo inabordable respecto al análisis exegético, que no se podían establecer las fuentes de inspiración, la descendencia y, al fin y al cabo, la visión del artista. Era prácticamente comprobar el fracaso tras decenas de años de investigación de su obra. La visibilidad y la cuota del artista no se reducía en absoluto, sino todo lo contrario. Se notaba un problema de método o la ausencia de método para conocer la infraestructura del imaginario de la obra.
En Rumanía hace 30 años, el Instituto de Antropología “Francisc J. Rainer de la ciudad natal de Constantin Brâncuşi, Târgu Jiu, inició un estudio sobre el lenguaje de la obra del escultor. El rasgo definitorio del artista plástico rumano fue la liberación de la escultura de la imitación de la naturaleza. Brâncuşi optó por la representación figurativa de la realidad, por expresar la esencia de las cosas, la vitalidad y la espiritualidad de las formas. He aquí la declaración de Matei Stîrcea-Crăciun:
“En 2005, se publicaron los archivos de Brâncuşi, lo que permitió superar algunas vacilaciones por parte de la crítica, que usaba varias palabras, expresiones, frases, impresiones de Brâncuşi, que procedían de algunos amigos, y que no se sabía si se habían formulado así o no. Son documentos que transcriben notas del taller del artista y que ofrecen información esencial. Quisiera destacar que desde hace 30 años, el Instituto de Antropología “Francisc J. Rainer tiene un proyecto de investigación de los lenguajes. Los objetos son contenedores de información cultural, si tienes las herramientas necesarias para identificar la información del objeto. Se puede hacer esto partiendo del objeto de arte, porque no tiene condición utilitaria, porque la carga de información cultural es máxima, es decir que hay grandes posibilidades para estructurar el método.
El artista plástico Mihai Ţopescu ha creado un proyecto para la restauración de la personalidad de Brâncuşi mediante el conjunto monumental de Târgu Jiu. En la Rumanía del realismo socialista, Brâncuşi fue considerado uno de los representantes del formalismo burgués. Sin embargo, en diciembre de 1956, en el Museo de Arte de la República de Bucarest se abrió la primera exposición personal de Brâncuşi en Europa. En 1964, Brâncuşi fue promovido en la Rumanía comunista como un genio nacional y, por lo tanto, el conjunto monumental de Târgu Jiu con la Columna del Infinito, la Mesa del Silencio y la Puerta del Beso, se pudo acondicionar y cuidar, después de estar a un paso de verse derribado. He aquí la declaración del artista plástico Mihai Ţopescu:
“No soy artista fotógrafo, sino el creador de un proyecto en el que trabajo desde hace mucho tiempo. Se trata de hacer aproximadamente 20 obras fotográficas sobre el conjunto de Târgu Jiu, en blanco y negro y en color, fotografías-documento. No son fotografías artísticas o turísticas. Voy a colaborar con tres artistas fotógrafos. Yo seré, digamos, el comisario de este proyecto. Las fotografías impresas en aluminio, con dimensiones de hasta 2×2 metros, tienen por objetivo promocionar el conjunto de Târgu Jiu. ¿Cómo? Pues a través de varias exposiciones fotográficas en las ciudades por las que pasó Brâncuşi, es decir Budapest, Viena, Múnich y París. Siguiendo la iniciativa de algunos europarlamentarios, la exposición se presentará también en Bruselas. A las fotografías del conjunto de Târgu Jiu se añadirán fotografías de las colecciones personales, con la restauración o antes de la restauración paisajística del conjunto. Las obras fotográficas quedarán bajo custodia del Centro de Investigación, Documentación y Promoción “Constantin Brâncuşi y del Instituto Cultural Rumano, y se presentarán en las exposiciones organizadas.
Considerado uno de los escultores más importantes a nivel mundial, Constantin Brâncuşi reveló la dimensión espiritual de la realidad, impregnando el material de la misma esencia de las cosas.