Los libros para niños, entre traducciones y textos originales
“Dicen que es muy fácil escribir libros infantiles, especialmente los que no escriben piensan esto.
Christine Leșcu, 15.01.2016, 17:38
Después de 1990, tanto la literatura rumana infantil como otros sectores culturales han perdido terreno. Libros originales, en rumano, casi no se publicaban y las traducciones, que no siempre eran de buena calidad, reemplazaron a los libros autóctonos. Esta situación duró hasta los años 2008-2009 cuando el número de los libros autóctonos como de las traducciones de buena calidad aumentó. El traductor de y al inglés Florin Bican es también autor de prosa y poesía.
He aquí cómo explica el traductor la situación de la literatura infantil de Rumanía:
“Creo que en los años posteriores a 1990, en primer lugar, los editores rumanos evitaron publicar literatura autóctona para niños. Los escritores rumanos, al enfrentarse a esta falta de demanda bloquearon por su parte la oferta. Pero, con el tiempo, las editoriales, sensibilizadas por el público, y el público, sensibilizado por las traducciones de la literatura infantil, empezaron a publicar literatura autóctona infantil. Cabe precisar que hasta el año 2000 la literatura infantil perdió terreno. Paradójicamente, hasta 1989, a pesar de los rigores y de la situación de aquel entonces, contábamos con una literatura infantil, reducida últimamente, pero podemos decir que este género estaba tomado muy en serio en aquel período. Después de 1990, la literatura infantil sólo creó indiferencia. Es cierto que aparacieron muchas traducciones, pero esto ha sido algo bueno.”
D
Desafortunadamente, no todas las traducciones han sido de buena calidad. Muchas editoriales publicaron también traducciones superficiales para ganar dinero. Esto sucedió también a causa de la reticencia de los escritores rumanos a dedicarse a la literatura infantil. Nuevamente ante los micrófonos de RRI, Florin Bican :
“Dicen que es muy fácil escribir libros infantiles, especialmente los que no escriben piensan esto. Hay muchas opiniones según las cuales nada resulta más fácil que escribir para los niños. La tragedia es que algunos de los que afirman esto escriben de verdad. Lo peor es que, al final, sus libros son publicados. Sin embargo hay otra categoría, la de los autores a quienes les parece difícil escribir literatura infantil. La inspiración debe generarse de alguna forma. Tal vez sería conveniente mirar a nuestro alrededor, observar a los niños, leer literatura infantil con el placer de los niños. A lo mejor algunos de nosotros recordamos bien nuestra infancia y esto nos ayuda también en el momento de escribir.”
De todas formas, el contacto con los niños es esencial. La comunicación con el propio niño representa en realidad el principal motivo por el cual Sinziana Popescu empezó a escribir. En 2009, su libro “El viaje de Vlad al otro mundo” recibía el premio de la “Asociación de Escritores de Bucarest” en la categoría de literatura infantil. “El viaje de Vlad al otro mundo” era solamente el primer volumen de la serie “Andilandi” porque para Sinziana Popescu la escritura no representaba un problema:
“Empecé esta serie en 2002-2003 cuando mi hijo era pequeñito y lo hice con la intención de dejarle una herencia y presentarle también los seres de nuestra mitología. Nosostros también tenemos a nuestros superhéroes… En aquel entonces, los niños solían leer muchos libros de literatura anglosajona, muy agradables de hecho, yo también los leí, pero pienso que tenemos que demostrar que también nuestros seres mitológicos son interesantes. Mi intención fue escribir un cuento agradable e interesante. Intenté filtrar la moraleja porque de costumbre los niños rechazan las intenciones moralizadoras.”
También para huir de las intenciones moralizadoras así como para distraer a los niños, Florin Bican escribió “La reciclopedia de cuentos con rima y moraleja”, una versión no conformista del cuento de hadas Harap-Alb, escrito en un lenguaje mucho más urbano de lo que se hubieran imaginado los padres. Florin Bican:
“Todas estas ideas se me ocurrieron durante las conversaciones con mi hijo, que en el presente tiene 30 años de edad, cuando al notar que el lenguaje de algún texto le parecía difícil, yo trataba de explicarlo de otra forma, con más humor. Los niños aceptaron sin reservas el libro y sus términos no conformistas. También entendieron la parodia aunque desafortunadamente no todos los padres y profesores lo entendieron. ”
Aunque en los últimos años han aparecido cada vez más libros rumanos para niños, el número de los que escriben literatura infantil es bastante reducido, según considera Sinziana Popescu:
“Nuestro mercado del libro está lleno de traducciones, algunas de calidad, otras más superficiales… Estas traducciones ni siquiera pertenecen a algunos géneros variados. Existen dos categorías: los bestsellers contemporáneos y los clásicos tales como Astrid Lindgren, Mark Twain y Beatrix Potter. Por ejemplo, no sabemos nada de los escritores suecos contemporáneos. Tampoco hay muchos autores rumanos y por eso el mercado rumano está desequilibrado.”
La más reciente creación de Sinziana Popescu es un libro dedicado a los niños de entre 3 y 7 años de edad, publicado en edición bilingüe rumano-sueca por la editorial “Pionier Press” de Suecia y titulada “El cochecito arco iris”.