Palacios y casas señoriales II
Los palacios de Cotroceni y Sutu
Valeriu Radulian, 28.10.2013, 11:41
El Palacio Cotroceni. Historias de amor que parecen desprendidas de una novela se relacionan con el estilo arquitectónico del palacio Cotroceni, tan admirado por los lugareños de la capital. Hay quienes cuentan que el vaivoda Şerban Cantacuzino (época en que fue traducida la Biblia, 1688) tuvo relaciones amorosas con la hermosa Anastasia, esposa del vaivoda Duca-Vodǎ. En el momento en que se enteró de esta relación, el cornudo mandó castigaran al impostor. Sin embargo, parece que éste logro escaparse y se escondió en la colina de Cotroceni y juró que construiría un templo religioso dedicado a Dios. Desde 1679, fueron construidos un monasterio, una iglesia y varios edificios vaivodales.
A finales del siglo XIX, otra historia de amor se relaciona con la reconstrucción del palacio Cotroceni. En 1893, Ferdinand — sobrino y heredero del primer rey de Rumanía, Carol I de Hohenzollern Sigmaringen — se casó en este lugar con la nieta de la actual reina de Inglaterra. Ferdinand mandó fuesen demolidas varias casas señoriales y se construyera un palacio para su adorada y bella esposa, María, que era muy jovén (apenas tenía 17 años de edad) y que estaba asustada porque venía a un país desconocido. El edificio reflejó perfectamente los gustos refinados de la reina María, que durante toda su vida fue aficionada a lo Bello.
Ubicado en medio de un parque, el palacio — construido según los planes del arquitecto francés Paul Gottereau, al estilo neoclasicista de finales del siglo XIX — iba a ser animado por la presencia llena de amor de la reina María. Hoy en día el palacio de Cotroceni es residencia del presidente de Rumanía. Desde 1990, el antiguo palacio real de Cotroceni abrió sus puertas en tanto que institución museística. Los objetos y el ambiente evocan tanto fragmentos del Bucarest de antaño, como rostros que desfilaron por allí durante los siglos agitados de la ciudad.
El Palacio Şuţu. Está ubicado en el centro histórico de la capital, no muy lejos del kilómetro cero de Bucarest. En su inmediata cercañía se encuentran edificios muy antiguos como la iglesia y el hospital Colţea, la Universidad, la sede del Ministerio de Agricultura, que se parece a un palacio, pero también se encuentran edificios modernos como el hotel Intercontinental. El palacio Şuţu forma parte de la categoría de los edificios erigidos a principios del siglo XIX. En aquel entonces era una suntuosa casa señorial construida entre 1833 y 1835, por Costache Şuţu. Su hijo, Grigore Şuţu, modificó las fachadas al estilo romántico y neogótico, adornando la entrada al palacio con un sobradillo hecho de herraje y vidrio. Cabe mencionar que la valla metálica es obra de maeses que se graduaron de la misma Escuela de Artes y Oficios que el insigne Constantin Brâncuşi. En este palacio tuvieron lugar fiestas llenas de encanto. Hay quienes dicen que, durante la guerra de Crimea, se alojó en este palacio el gran Lev Tolstoi.
El Palacio Şuţu fue restaurado en 1958 y desde 1959 alberga el Museo de Historia de la ciudad de Bucarest. Las colecciones abarcan objetos arqueológicos, documentos, fotografías, muebles, trajes de época, piezas numismáticas y objetos de arte que evocan la historía de la capital rumana, que, muy a menudo, es completada por maravillosas exposiciones de moda que recuerdan los tiempos remotos.