Domingo 13 de septiembre
-Bueno, amigos, en Bucarest y en casi todo el país disfrutamos de buen tiempo, pues contamos con días soleados y temperaturas que rondaron los 28 grados centígrados. Las mañanas y las noches ya son más frescas y anochece más temprano.
Victoria Sepciu, 13.09.2020, 05:42
-Bueno, amigos, en Bucarest y en casi todo el país disfrutamos de buen tiempo, pues contamos con días soleados y temperaturas que rondaron los 28 grados centígrados. Las mañanas y las noches ya son más frescas y anochece más temprano.
El 8 de septiembre, igual que todos los cristianos, celebramos el nacimiento de la Virgen o Natividad de María, una fiesta muy importante también aquí en Rumanía que marca la frontera astronómica entre el verano y el otoño. Cabe recordar que esta fiesta, como la de la Asunción de la Virgen, tiene su origen en Jerusalén. Su inicio se sitúa en el siglo Vº como la fiesta de la basílica “Sanctae Mariae ubi nata est, actualmente la “Basílica de Santa Ana. En el siglo VIIº, la fiesta se celebraba por los bizantinos y en Roma como la fiesta del nacimiento de la Bienaventurada Virgen María.
La fiesta también anuncia el inicio de las actividades específicas, como la recolección de plantas curativas y frutas, la vendimia, la siembra de trigo, cebada y centeno de otoño. Según la tradición popular, en la fiesta de la Natividad, como en cualquier gran fiesta religiosa, no se hacen tareas domésticas para no atraer el mal. Se cree asimismo que en este día se escucharán especialmente las oraciones de las mujeres que quieren tener hijos, pero también de las embarazadas, a quienes la Madre de Dios ayudará a tener un parto más fácil. También los que quieran casarse pueden rezar en este día a la Virgen María para encontrar la pareja adecuada. Los creyentes guardan las velas encendidas junto al icono de la Virgen María y comparten los frutos del otoño por el alma de los muertos.
Muchas iglesias y monasterios del país celebran las fiestas de su patrón y más de 2 millones de rumanos celebran su onomástica.
Con esto, queridos amigos, paso a contestar las cartas y mensajes de hoy y quisiera enviar, primero, mis felicitaciones y buenos deseos a los amigos Liuben Rosales Arévalo de Cumanayagua-Cienfuegos/Cuba, quien cumplió años el día 8 de septiembre y a Dino Bloise de Miami-EE.UU, importante diexista y realizador del espectacular programa FRECUENCIA AL DÍA cuyo día de cumpleaños es el 11 de septiembre. ¡Muchas felicidades, queridos amigos! Recibid un fuerte abrazo en la distancia junto con mis mejores votos. Espero que hayáis disfrutado este momento en compañía de vuestros seres queridos.
Diego Echeverri de Tamesis-Antioquia-Colombia se puso en contacto con nosotros para enviar un cordial saludo a todos los que conforman esta gran familia. Quiero agradecerles enormemente por el saludo y la publicación de mi mensaje, me sentí muy feliz. Espero algún día visitarlos. Además, quiero compartir con todos ustedes estas imágenes de mi pueblo Tamesis, en Antioquia-Colombia.
Bueno, Diego, muchas gracias por volver a contactar con nosotros y mil gracias por las preciosas imágenes con flores, árboles frutales y vistas espectaculares de tu pueblo. La verdad que me impresionaron mucho por su belleza paradisíaca. Me alegro mucho que estés contento y espero que mantengas el contacto con nosotros. Recibe un gran abrazo en la distancia y será ¡Hasta la próxima!
José Luis Corcuera de Vitoria-Álava-España nos escribe como cada mes para enviarnos sus cordiales saludos y compartir lo suyo: En esta ocasión no tengo informes de recepción para enviar. No, no es que no les haya escuchado ningún día, simplemente es que por un error destruí el archivo donde tenía registrados los informes de recepción. Volví de nuevo a los 9610 con escuchas aceptables de SINPO=35353 y en alguna ocasión pude observar que les interferían, pero por muy poco tiempo, una emisora de las denominadas de números. La emisión de RRI se escuchaba bien, pero de forma más débil porque se escuchaba durante unos pocos minutos la emisión de una secuencia de números.
El verano por aquí parece que ya se nos va, perdimos muchas horas de luz o lo que es lo mismo de sol, ya amanece más tarde y con temperaturas más bajas y la noche llega antes. Ha sido un verano un tanto complicado por la pandemia, con pocos turistas y sin celebraciones y yo sin vacaciones por la salud de mi madre. Por suerte, parece que mejora su salud lentamente y el día 14 de este mes tomaré 18 días de vacaciones para relevar a mi hermana del hospital. Ahora las cosas son así, solamente puede estar un familiar con el enfermo, permiten pasado un tiempo el relevo para que no se agote siempre la misma persona al cuidado del enfermo. Supongo que el próximo mes serán más limitadas mis escuchas porque pasaré mucho tiempo en el hospital al cuidado de mi madre, pero seguro que algunos informes les envío. Espero tener más cuidado y no destruirlos, y me agradaría poder darles buenas noticias sobre la recepción de su señal y de mi tema personal.
-Amigo José Luis, primero quiero que sepas que me alegro que tu mamá se vaya recuperando. Espero que este proceso sea cuanto más breve para que puedas coger unos días de vacaciones para descansar. No te preocupes por lo de los informes, son cosas que pasan De todos modos, la tarjeta correspondiente de agosto no faltará de tu colección. A mi turno te mando un fortísimo abrazo desde aquí y mis mejores deseos para ti y toda tu familia. ¡Hasta la próxima!
Miguel Ramón Bauset desde Alboraia-Valencia-España quiso compartir los sentimientos que experimenta como exprofesor antes del inicio del nuevo curso escolar, cuando, por primera vez, se queda en casa por ser jubilado.
EL PRIMER 31 DE AGOSTO. Era el día que tradicionalmente las vacaciones para la mayoría decían adiós, independientemente del calor o de las tormentas, de que algunos de los vecinos se quedaran o las carreteras se llenaran de vehículos que pacientemente esperaban para iniciar su marcha dentro de la operación retorno.
AL día siguiente la hoja del calendario iniciaba el mes de la vuelta a la normalidad y eso significaba que todo lo disfrutado pasaba a formar parte de tu recuerdo, de tus vivencias, buenas o malas, pero ya eran parte de tu pasado reciente, de tu álbum de la vida.
Apurando hasta el último minuto en volver a casa, con maletas hasta el tope, siempre con las prisas como compañeras de viaje. Y es que las vacaciones como tales, esa interrupción de tu trabajo cotidiano, ese alto en el camino bien ganado, no vuelven hasta el año que viene, y volverán con ganas que es lo importante.
Este año del doble veinte, bisiesto por más señas, nos ha traído una sorpresa negativa en todos los sentidos y que nos ha cambiado nuestra vida en cada momento. La pandemia del coronavirus, que sigue entre nosotros tristemente hasta que se encuentre la vacuna, nos ha hecho ver las cosas de otra manera, pensar en el día y no planificar a largo plazo.
Pero nuestro amigo Paco se encontraba triste y melancólico. Este año no debía volver al trabajo el 1 de septiembre, y este hecho le producía mucha nostalgia después de 47 años
Le había tocado despedirse del mundo laboral durante la pandemia porque había llegado a la edad reglamentaria, y todo aquello le hacía entrar en un mundo negativo que ganaba a la alegría de tener todo el tiempo del mundo y poder disfrutar de otras cosas que se le abrían desde ese momento.
Era una especie de situación en la que parecía darse cuenta de que sus obligaciones con la sociedad habían terminado, y se consideraba en esos momentos como un cero a la izquierda, camino de ese último día donde diría adiós a este mundo.
Se pasó todo el día dándole vueltas al tema, y no conseguía mirar el horizonte de una forma positiva, todo lo contrario.
Era el último día del tórrido mes de agosto, lunes para más señas y a pesar de estar en un lugar con aire acondicionado, su semblante era sudoroso y con cara de pocos amigos.
Conforme pasaban las horas del día veía el asunto más negro. Eso de pensar que ya no debía de trabajar al día siguiente, de que su vida laboral se había detenido, no iba con él. Y eso que tenía ganas hasta hace cuatro días de acabar porque los madrugones le resultaban pasados. Pero no es lo mismo desear el momento, que el momento llegue a ser realidad.
Debía de buscarse nuevos horizontes, y seguir adelante, sin tanto reloj de por medio, ni tantas obligaciones. En un momento aquella tónica que bebía Paco con dos cubitos y un trozo de limón de su pequeño huerto dos casas más abajo, empezó a refrescarle la memoria, y parecía que comenzaba a ver la luz al final del túnel.
Estaba en un local social del barrio, y allí, como en la mayoría de lugares, había poca gente, y los que había molestaban poco, hablaban en voz baja.
Le pidió a la camarera otra tónica. El aire acondicionado le daba más sed. Recordaba los viajes nocturnos en bus, que al aterrizar en destino y bajar del mismo a las tantas de la madrugada, invitaba casi a devorar una botella grande de agua para paliar la sed, y si era con gas mejor.
Ay los recuerdos, van a aparecer tantos a partir de ahora, afirmaba con el trozo de limón a medias.
No se trataba de que no tenía claro lo que iba a hacer tras iniciar la jubilación, sino que lo que temía era el tránsito, el paso de una etapa a otra, que en ciertos momentos le daba pena.
En la calle una moto de algún jovenzuelo se dejaba notar con el sonoro tubo de escape y a lo lejos el sonido de un trueno daba a entender que se estaba cociendo alguna tormenta seca tan típica por estos lares al final del verano.
Paco parecía salir de su escondite pensativo, con un poco más de positividad en su mente, a lo que le ayudó la frase de un amigo que se acercó por allí a tomar una cerveza de barril antes de ir a casa en busca de la cena y un poco de diálogo familiar.
Anda, le dijo, invítame a esta cerveza por tu jubilación al menos, que mañana ya no trabajas hombre. Alegra la cara que vas a vivir mejor, mucho mejor.
No, le contestó, si yo estoy bien, tan sólo que estaba un poco depre de ver que mañana, no trabajo.
¿Tú depre? No me lo creo ni en sueños, tú que siempre ves la vida con alegría y siempre avanzando hacia adelante.
Tienes razón Alfredo, ¡fue solo un mal sueño antes de dormir del que ahora estoy despertando!
¡Así, así, Paco! Mira, mañana quedamos a estas horas, te invito yo a la cerveza y me cuentas tus grandes proyectos. Será septiembre y deberás cambiar de chip. Los días que pasan ya no vuelven y en cuestión de momentos pasan al historial de cada uno. No hay marcha atrás.
Es cierto Alfredo. Nos encontramos mañana a ver cómo sabe la cerveza septembrina y te cuento mis proyectos, mis horizontes, mi futuro.
La tarde caía, pocos transeúntes. Nubes en lo alto. El sol daba paso a la luna que se encargaría de alumbrar la noche. Parece que los nubarrones de nuestro amigo Paco aquel 31 de agosto se habían disipado y comenzaba a tener mejores ideas para su futuro. ¡Todo un acierto!
-Muchas gracias, Miguel, por compartir este especial momento. Te deseo que disfrutes plenamente de esta nueva etapa y estoy convencida de que sabrás sonreír como siempre, dedicándote a las cosas que te gustan. Un fuerte abrazo y ¡Hasta pronto!