Domingo 2 de agosto
-¡Hola, amigos! ¡Muy buenas noches a todos! y muchas gracias por haber acudido nuevamente a nuestra habitual cita de los domingos, la primera de este mes. Espero que estéis todos muy bien, que hayáis tenido un bonito fin de semana y que paséis unos ratos muy amenos en mi compañía.
Victoria Sepciu, 02.08.2020, 05:56
-¡Hola, amigos! ¡Muy buenas noches a todos! y muchas gracias por haber acudido nuevamente a nuestra habitual cita de los domingos, la primera de este mes. Espero que estéis todos muy bien, que hayáis tenido un bonito fin de semana y que paséis unos ratos muy amenos en mi compañía.
Agosto, por aquí, es el último mes de verano, un verano atípico, con inestabilidad atmosférica, lluvias, tormentas e inundaciones. Esta semana se ha caracterizado por temperaturas muy altas, así los días 29 y 30 de julio, Bucarest y varias zonas del país estuvieron bajo alerta amarilla por calor. Las temperaturas máximas superaron los 38 grados centígrados, el índice de temperatura-humedad superó el umbral crítico de 80 unidades, y durante las noches la temperatura del aire rondó los 20 grados centígrados.
El miércoles celebramos el Día del Himno
Nacional a través de actos organizados en las grandes
ciudades y en todas las guarniciones del país. La ceremonia pública se
desarrollaró en la Plaza de la Bandera de Bucarest, respetando estrictamente
las medidas de prevención de la propagación del virus SARS-COV-2. Además, el
Ministerio de Defensa organizó una ceremonia militar y religiosa. Celebrado
el 29 de julio, el Día del Himno Nacional fue proclamado en 1998. El actual
himno, considerado un símbolo nacional, es ¡Despiértate, rumano!, instaurado
después de la caída del régimen comunista, en diciembre de 1989. La letra del
himno pertenece a la poesía patriótica ‘Un sonido’ de Andrei Mureşanu,
publicada en 1848, y la música está firmada por Anton Pann.
La sexta edición del más importante festival de
música electrónica de Rumanía – Untold -se desarrolla estos días en el entorno
virtual, debido a las restricciones y reglas de distanciamiento social
impuestas después de la pandemia de coronavirus. Los organizadores han preparado
momentos con invitados excepcionales, pero también momentos sorpresa. En
febrero, Untold anunció su primera oleada de artistas. David Guetta, Martin
Garrix y Dimitri Vegas & Like Mike han confirmado su regreso al escenario
principal. Pussycat Dolls, Iggy Azalea y The Script son los grandes nombres de
la música pop, confirmadas en febrero, mientras que Paul Kalkbrenner, Charlotte
de Witte y Richie Hawtin conforman el grupo techno. Más de 80.000 fans del
festival se han inscrito para asistir al festival online, que comenzó el jueves
por la noche y durará cuatro días.
La decimonovena edición del Festival Internacional de Cine de Transilvania ha sido reconfigurada, en un año en el que las medidas de seguridad y distanciamiento social son una prioridad, y propone proyecciones exclusivamente al aire libre en varios lugares de Cluj-Napoca (en el noroeste de Rumanía) y sus alrededores. Más de 130 películas estarán disponibles durante 10 días. Según los organizadores, el Festival de este año está dedicado al gran director Federico Fellini. La actriz Maria Ploae recibirá un premio de excelencia en la actual edición del TIFF. El evento finalizará el 9 de agosto.
En cuanto al tema del momento, desde hace casi dos semanas, Rumanía registra cada vez más récords negativos en la lucha contra el temido nuevo coronavirus. El número diario de infecciones anunciado supera los 1.000 casos de modo que en los cincos meses que han transcurrido desde el inicio de la crisis sanitaria ronda los 50.000. Ha aumentado también el número de pacientes ingresados en cuidados intensivos así como el de decesos. El número de nuevas infecciones por la COVID-19 podría empezar a disminuir dentro de dos o tres semanas sólo si la población respeta las reglas de protección sanitaria, según ha afirmado el ministro de Sanidad. En su opinión, el aumento progresivo se debe a las miles de personas confirmadas como positivas que pidieron el alta voluntaria sobre el trasfondo de un vacío legislativo anterior a la adopción de la ley de cuarentena y aislamiento. Debido a la situación epidemiológica del país, los rumanos son blanco de restricciones en cada vez más países europeos.
Con esto, amigos, paso a contestar las cartas y los correos electrónicos de hoy: La situación del Covid ha mejorado mucho, escribe Adriel Amaya Armas de Bolondrón-Matanzas-Cuba. Tengo que reconocer la labor de todo el personal sanitario y la gestión del gobierno del país.Mucho calor, en las tardes se hace insoportable y los días que llueve es más llevadero. Gracias a RRI en la onda corta sigo la actualidad de la bella y siempre misteriosa Rumanía. Mi esposa recomenzó a trabajar aunque por motivo de la pandemia con un horario flexible y mi niña Nathalia no entrará más a la guardería hasta finales de agosto, yo sigo en las labores en el campo.
-Muchas gracias, Adriel, por haber compartido lo tuyo. Me alegra saber que las cosas van bien por allí. Os envío a todos un cálido saludo y un fuerte abrazo y será ¡Hasta la próxima!
Recientemente, Miguel Ramón Bauset de Alboraia-Valencia-España, acompañado por su sobrino, hizo un largo y bonito viaje a un pequeño pueblo de Euskadi para ver un espectacular concierto de Julen Alonso. Quiso compartir con nosotros los detalles de esta experiencia a través de un ameno e interesante material titulado simplemente EL CONCIERTO DE JULEN que os presento a continuación:
Era el tren de Zaragoza y estaba esperando a los escasos viajeros que normalmente lo utilizan. Con esta época del coronavirus, aun menos. Menos mal que se iba espacioso y fresquito. Nos esperaban cinco horas de recorrido montañoso por las provincias de Valencia, Castellón, Teruel y Zaragoza.
Mi sobrino el trompetista y yo íbamos a un pequeño pueblo de Euskadi a ver un espectacular concierto del gran Julen Alonso que tuvo que ser suspendido el pasado marzo por esta crisis que estamos pasando.
Conforme el tren se iba adentrando al interior se notaba la escasez de lluvias y los paisajes casi desérticos. Pequeños pueblos, algunos sin vida y otros con los visitantes veraniegos y poco más.
Pero, sin embargo, estos rincones atraen y admiran, con su mágica naturaleza y todo lo que conlleva. Con un par de trenes al día pocos viajes pueden hacerse, pero aun así, los más valientes lo intentan.
Calor en su punto álgido, con la ventaja de que se va alejando el pegajoso y húmedo del mediterráneo. Majestuosa estación de Teruel y sucesión de pueblos donde algún alma bendita intenta de vez en cuando ser admitida como viajero. Paradoja casualidad que en la mayoría de ellas el billete lo debe proporcionar el interventor de a bordo, quien al llevar una maquinita último grito conectada a internet, no lo puede hacer a veces al ir el tren entre montañas y no tener cobertura.
Una decena de pasajeros lleva el tren de media, en total en los tres compartimentos. Un lujo para los viajeros vaya.
Y llegamos a Zaragoza. Aquí el calor es de otro modo. Sofocante. La estación donde nos bajamos, se construyó hace unos años para la Expo del Agua. Hoy está en su más bajo funcionamiento. Muchas tiendas cerradas, el hotel funciona solo la mitad…y trenes muy pocos. Eso sí, pasa el AVE.
Teóricamente deberíamos cambiar a un tren destino SAN SEBASTIAN, pero al haber uno solo al día, conseguir billete era muy difícil. Así que nos pasamos al bus que desde la misma estación nos llevaría a la bella ciudad donostiarra. Autobús último grito con Tablet individual conectada a internet en cada asiento delantero, donde antiguamente…iba el cenicero del fumador. ¡Cómo cambiamos!
Un par de paradas, kilómetros de autopistas y peajes. Sin libertad de movimientos a bordo. El servicio no funciona por efecto de la pandemia. ¡No hay nada como el tren!
Jueves a media tarde ya estábamos en Donosti. Nuestro hotel era una antigua estación de tren, precioso por cierto y muy bien decorado. El concierto era al día siguiente pero había que planear un poco la ruta pues acontecía en un pequeño y precioso pueblo de montaña. Así lo hicimos mientras cenábamos unas tapas de pescado altamente deliciosas.
Al día siguiente, una gran amiga escritora de Beasain, Kristina, nos invitó a un paseo por la célebre playa de La Concha que andaba con artistas en la arena y también en el boulevard, sin olvidar a los del tostadero junto a la arena. Un paseo que terminó en los chiringuitos del puerto, junto al ayuntamiento, con una degustación muy variada de pescado fresco, y regado con buen vino frio, esta vez rosado.
Era media tarde y se nos escapaban las horas. No podíamos ver el famoso atardecer en la playa, pero la agenda de mi amiga la sirenita ha anotado pedir cita previa para la próxima vez, que no será muy lejana.
Coche en movimiento en un abrir y cerrar de ojos, y rumbo a AIA donde tiene lugar este concierto que nos dejó maravillados y con ganas de más.
Antes debíamos dejar equipaje en una casa rural camino del lugar, en plena montaña, verde por doquier, un rio, un sinfín de pájaros, gatos y dos perritos que no tenían otra misión que saludar y dar la bienvenida a cada visitante. Estamos en Orio, un pueblo marinero, donde precisamente nació este músico y artista, el del concierto.
Aunque la cita era a las 22.30 había que hacer camino, aparcar, y cenar antes. Así hicimos. Jamás olvidaré el recorrido hasta llegar allí entre montañas, caseríos, verde y más verde, animales de todo tipo en las praderas y casas de agroturismo con su gran aspecto señorial que invitan a su visita incluso a vivir en ellos unos días.
Difícil encontrar aparcamiento, pero lo logramos. También cenamos unas tapas en la plaza oyendo el sonido de las campanas dando la hora y el maullar de unos amigos gatunos que no paraban de ir para allá y para acá jugueteando.
Julen estaba saludando al público de su primer concierto que salía sonriendo y felicitándole por lo que acababan de ver y escuchar.
Julen Alonso es un maestro de la trikitixa, un instrumento de origen italiano, y que se utiliza en Euskadi desde finales del siglo XIX. Es un acordeón pequeño, diatónico de botones. Le acompaña otra persona que toca la pandereta con un gran acierto. Suelen acudir a fiestas y romerías. ¡Todo un arte!
Julen tuvo que hacer dos conciertos ante el aforo limitado de público. Y el éxito se congregó por duplicado.
El público se fue sentando en el probadero de Aia, ordenadamente y con todas las medidas de seguridad necesarias.
Luces en acción, equipo de sonido, los músicos, el equipo de baile OINKARI que plasma sobresalientemente las danzas del País Vasco… en segundos todo iba a empezar… y allí hizo acto de aparición Julen y su compañera artística Eneritz Aulestia que domina la pandereta extraordinariamente, y a veces también canta, pasando a ofrecer una sucesión de canciones que deleitaron a cuantos allí estaban, canciones del folk vasco, muy preciadas en su totalidad.
En el escenario el baile del grupo, actuación de la escuela de trikitixa de Julen, y muchas canciones que se iban sucediendo, una tras otra. La sorpresa recayó en la canción Bizigoza, cuyo videoclip está grabado en el museo del ferrocarril de Azpeitia, una de mis preferidas, pues de todos es conocido mi pasión por el mundo del ferrocarril, y que me fue dedicada en euskera y castellano, agradeciendo mi desplazamiento al concierto desde Valencia.
El público se tuvo que conformar con escuchar y aplaudir, que en otras condiciones hubiera bailado y bailado…
Julen Alonso a sus 24 años es un crak del espectáculo, un músico de 10, un artista en el escenario, sabe combinar todo tipo de actuaciones y disfruta de su trabajo totalmente. Vive con la música y para la música. Les invito que lo busquen en youtube y disfruten de su música. Espectacular!
Y también habría que añadir aquí que su música llena de vida a quien la escucha. Le anima y le anima…a pesar de que uno no entienda la bella lengua materna de Julen que es el euskera.
Como dice mi sobrino Miquel, el músico trompetista, la música une a las gentes, y hace amigos, no importa donde se encuentren, ni la lengua que hablen.
Esa noche del 24 de julio ha sido una de los más memorables y recordadas para mí sin duda. En ese gran concierto hasta las estrellas y doña Luna que dominaban el cielo de Aia, ¡estaban rebosando de alegría y bailaban sin parar! ¡Ellas sí podían hacerlo!
Mereció la pena dejar Alboraia por unos días, viajar con todas las peripecias hasta allí y saborear de cerca esa música que te invita a vivir en suma, y de la cual Julen sabe mucho. ¡Muchísimas felicidades! ¡Personas así tienen un gran futuro por delante! ESKERRIK ASKO!
La vuelta al hotel, después de compartir un rato con el artista, fue hasta divertida. En un momento determinado, cerca de la una de la madrugada, al pasar por una cerca contigua, una vaca animada por las luces del coche sacó la cabeza para saludarnos. Le hubiera puesto a toda marcha una canción de las más marchosas de Julen, pero se tuvo que conformar con los pitidos del coche.
País Vasco, un lugar de ensueño como mi querida Rumanía, un lugar mágico donde hay que volver siempre bajo cualquier pretexto, como este del concierto de Julen Alonso, que nos ha servido para recargar las pilas y hacerle frente a la vuelta a este verano tan atípico que tenemos entre manos.
Volvimos a casa tras ocho horas de autobús por esas carreteras y autovías que siempre se alegran de ver pasar y pasar a vehículos con prisa.
-Bueno, queridos amigos, debo confesar que siempre que encuentro en vuestras cartas y mensajes nombres de lugares, de personalidades o cualquier dato interesante que desconozco, me pongo a buscar en Internet para aclarar el tema. Así que, nada más leer el material de Miguel busqué el nombre del artista en Google y escuché varias de sus canciones. Os dejo aquí unos enlaces por si alguno de vosotros quiere conocer o escuchar a Julen Alonso:
https://www.youtube.com/watch?v=jKFZ03alG-g
https://www.youtube.com/watch?v=VokxrUfNZIQ
-Muchas gracias, Miguel, por haber compartido los detalles de este bonito viaje y del espectacular concierto que viste. ¡Feliz verano! y Un gran abrazo desde Bucarest. ¡Hasta pronto!