Domingo 2 de junio
Por aquí, queridos amigos, además de chaparrones y tormentas violentas,ha sido una semana llena de noticias y acontecimientos muy variados, excepcionales e incluso históricos.
Victoria Sepciu, 02.06.2019, 07:33
Por aquí, queridos amigos, además de chaparrones y tormentas violentas,ha sido una semana llena de noticias y acontecimientos muy variados, excepcionales e incluso históricos.
El lunes, después de la derrota rotunda, contundente y muy clara en las elecciones al Parlamento europeo del domingo y el apoyo abrumador que, simultáneamente, los rumanos expresaron al referéndum consultivo sobre cuestiones de justicia convocado por el presidente, el Partido Social Demócrata (PSD), en el poder, recibió otro duro golpe: su líder, Liviu Dragnea, finalmente fue condenado a prisión. Él era el número tres en el Estado rumano, como presidente de la Cámara de Diputados, pero el número uno desde el punto de vista político, como líder del partido más grande del país. Esta es la segunda condena penal para el exlíder socialdemócrata quien también fue condenado a dos años de cárcel sin cumplimiento por fraude electoral en el referéndum de 2012. Esta condena le impidió ocupar el cargo de primer ministro después del triunfo electoral de su partido en los comicios parlamentarios de 2016. Aunque no lideró oficialmente el Gobierno constituido en aquel entonces, lo controló con autoridad. Cambió a dos primeros ministros que dieron señales de desobediencia, el primero por una moción de censura contra su propio Ejecutivo, un gesto sin precedentes en la política rumana. También con mano fuerte lideró el Parlamento consiguiendo imponer una serie de reformas legales destinadas a suavizar las leyes contra la corrupción, ya que su único objetivo había sido evitar la cárcel. Liviu Dragnea es el funcionario de más alto rango condenado por corrupción en la Rumanía poscomunista.
Los rumanos, frecuentemente criticados por su desinterés y poca implicación cívica, fueron campeones de la jornada electoral del domingo. La mitad de ellos, un récord absoluto, votó en las elecciones europarlamentarias y un 41%, muy por encima del 30% necesario para la validación, ha respondido a las preguntas del referéndum consultivo sobre la prohibición de la amnistía y el perdón de los delitos de corrupción y la prohibición de las ordenanzas gubernamentales de urgencia.
Se han vuelto virales las imágenes con las colas interminables formadas por los rumanos del extranjero que acudieron a las urnas.
El viernes, el Papa Francisco inició su visita estatal, pastoral y ecuménica de tres días a Rumanía. Los centros principales de su viaje fueron: Bucarest, Şumuleu Ciuc, en una zona de Transilvania donde se concentran los católicos húngaros, Iasi, en el nordeste, donde hay una importante comunidad de católicos rumanos y Blaj, en el corazón de Transilvania, el centro espiritual de los greco-católicos rumanos. Aquí, el Papa beatificó a siete obispos greco-católicos muertos en prisiones comunistas. Es la segunda visita de un soberano pontífice a Rumania, después de la del Papa Juan Pablo II, en mayo de 1999, la primera visita que realizó un soberano pontífice a un país donde es mayoritario el cristianismo ortodoxo.
Otro acontecimiento importante, esta vez cultural, fue el Salón Internacional del Libro Bookfest, uno de los mayores acontecimientos dedicados al libro organizados en Rumanía, que se celebró de miércoles a domingo, en Bucarest. En el evento participaron más de 150 expositores y se organizaron más de 400 eventos. Para la edición de este año se prepararon varios miles de nuevos títulos. Además de los lanzamientos, tuvieron lugar sesiones de lectura y de autógrafos, debates, talleres de escritura creativa y charlas con varias personalidades del mundo literario y artístico. Hubo asimismo, proyecciones de cine, representaciones de teatro infantil y talleres de fotografía. El invitado de honor del Salón del Libro de Bucarest fue, esta vez, el Reino Unido.
Y, finalmente, el sábado celebramos el Día del Niño, día feriado en Rumanía.
Con esto, queridos amigos, paso a contestar la correspondencia de hoy: Jorge Leandro Zoque de Floro Pérez-Holguín-Cuba reanuda el contacto con nosotros para saludarnos y enviarnos sus buenos deseos para lo que queda de este año. Escribe Jorge que le gustó mucho el regalo que le tocó por haber participado en uno de nuestros concursos
-Bueno, Leandro, me alegro mucho que te haya gustado el premio y te agradezco los cálidos votos. A mi turno te deseo que este año te cumpla las expectativas y espero que en tu próxima carta compartas algo de tu experiencia de padre. Un fuerte abrazo y me quedo a la espera de tus noticias. ¡Hasta la próxima!
Miguel Ramón Bauset de Alboraya/Valencia-España vuelve una vez más a compartir sus pensamientos a través de un nuevo material que escribió para este programa. Su título PEPE EL GORRIÓN VALENCIANO
¡Hola, buenas! Me voy a presentar, soy Pepe, un pájaro de una especie muy común en España denominada gorrión, que aunque no lo crean, gozo da casi total libertad en la familia que me acogió de pequeño cuando me lastimé aprendiendo los primeros pasos, aprendiendo a volar.
Me he acostumbrado a ellos y me cuidan como a un rey. Y se preguntarán eso de la libertad cómo se realiza. Pues sí, vivo en una jaula, pero a diferencia de mis otros compañeros y amigos, yo me encuentro casi siempre la puerta de mi casa abierta, y cuando me apetece salgo, doy unas vueltecitas, me instalo en algún altillo o arriba de alguno de mi familia, y cuando me canso vuelvo a mi hogar para jugar, dar vueltas, beber unos tragos del líquido elemento o picotear alguno de los múltiples alimentos que mi familia va colocándome y que yo con el mayor de los gustos ingiero.
He aprendido a comer de todo, en pequeñas cantidades, pero de todo, y eso es muy sano, y ahora que pienso…si los humanos también comen alpiste y bebidas derivadas de este producto, ¿por qué no comer nosotros cosas que ellos comen? Y así vamos, día tras día. Ellos hacen su vida, hablan, trabajan, ven la tv, aprenden otras lenguas, se divierten con una cosa que emite imágenes, trabajan con máquinas y teclas, escuchan música o descargan las baterías de un aparato con el que no paran de hablar, escribir y bajarse canciones… y yo hago cosas más simples como pasearme, jugar, comer y sobre todo cantar.
Me encanta piar, y cuanto más fuerte mejor, a ver si gano al sonido más alto existente a mi alrededor, como la tv o una conversación de noche. Tengo marcha a todas horas, siempre que haya luz, claro. Y no digamos cuando el trompetista empieza con sus ensayos, allí estoy con mi canto de fondo, a ver quién gana de verdad, y normalmente lo hace la trompeta, un instrumento que empieza a gustarme. Me falta ir a algún concierto a familiarizarme, pero lo anoto en mi agenda a ver si existe esa posibilidad y un día me acerco, y ya sé, de principio, que debo estar calladito.
En toda la casa sólo tengo un enemigo declarado, el gato rojizo, aquel tan amante de los snacks, pero cuando él danza por allí, no me deja solo mi familia. Curiosamente el gato no es muy agradecido aunque lo hace de sobra con su lealtad, y yo como te descuides te arreo unos picotazos de aupa, pero estoy alegre y canto y armonizo el ambiente, y con eso ya tengo contentos a los míos, que es lo importante.
Normalmente hago mi vida en el comedor de la casa, y de buena mañana ya se encargan de que los primeros rayos solares me animen y me den fuerzas para ir de aquí para allá y entone mis primeras canciones que a veces sirven de despertador.
Cuando salgo de paseo a ver qué encuentro, me fijo en la chimenea para el invierno, en los sofás que se destinan a reposar después de comer, o para ver la caja tonta, que habla multitud de idiomas y tiene muchos canales no se para qué porque todos son igual de malos, en las comidas que hay en la mesa donde predominan los vegetales aliñados y de muchas variedades, ah y que yo siempre pruebo y me encantan. Siempre hay alguna novedad como un cuadro colgado últimamente que ofrece una visión muy realista de un canal de la Albufera valenciana.
No se crean que lo de las vueltecitas no cansa, y más con estos calores. Ahora, cuando entre en casa, un remojoncito a mis plumas y… como nuevo de verdad.
A veces se va de viaje mi gente, y en vez de llenarme de comida como al sr Don Gato que adora vivir en la terraza, me llevan con ellos, y yo me adapto enseguida y más viendo que son una delicia de familia. De lo que no me libro ningún día es de los ensayos de trompeta, que son larguitos, pero también les diré que cada día suenan mejor.
Como verán tengo una buena familia, que me quiere, que me da una muy buena comida, que me acoge y me asea y que me ofrece una libertad que no todos pueden disfrutar, y eso sí que no me gusta porque si yo viviera siempre en una jaula, Pepe el gorrión valenciano, no sería el mismo, porque no tendría un mínimo de libertad como la que disfruto.
Y estoy tan contento de estar con ellos que hasta me gusta mi nombre, PEPE.
MIGUEL RAMÓN BAUSET RRI 29.05. 19
-Muchas gracias, Miguel, por haber compartido este bonito material que, aporta un punto de vista insólito y gracioso sobre nosotros, los humanos y nuestros hábitos. Un fuerte abrazo, amigo, y ¡Hasta pronto!