Domingo 12 de mayo
Victoria Sepciu, 12.05.2019, 05:42
-Por aquí, amigos, tuvimos una semana con tiempo muy variable en el que se alternaron períodos de cielos cubiertos, lluvias y tormentas con momentos soleados. Las temperaturas bajaron bastante y, en general, rondaron los 18 grados centígrados.
Sin embargo esta semana ha sido muy especial para nosotros porque el 9 de mayo los rumanos celebramos tres fiestas históricas muy importantes: el Día de la Independencia del Estado, proclamada en 1877, el ejército rumano luchó en la guerra ruso-turca de 1877 y 1878, obteniendo su independencia del Imperio Otomano; el Día de la Victoria de la Coalición de las Naciones Unidas en la Segunda Guerra Mundial y el Día de Europa, celebración que marca la declaración histórica de 1950 del ministro francés de Exteriores Robert Schuman, quien propuso un plan de colaboración económica entre Francia y Alemania, impulsando así la creación de la primera Comunidad Europea: la del Carbón y Acero, siendo el origen de la actual Unión Europea. La gran novedad de este año ha sido que este 9 de mayo, los dirigentes de la UE se reunieron en Sibiu, para debatir la próxima agenda estratégica de la Unión para el periodo 2019-2024.
La ciudad de Sibiu es el mayor municipio y la capital del distrito del mismo nombre. Es un importante centro económico y cultural de Transilvania, fundado por colonos sajones en el siglo XII, que le dieron el nombre de Hermannstadt. En consecuencia, parte de su arquitectura es germánica. En 2007, Sibiu fue (junto con Luxemburgo) la Capital Europea de la Cultura, evento cultural que ha atraído un gran número de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Muchas de sus fortificaciones y edificios medievales han sido mantenidas en excelente estado. En 2004 el casco antiguo de la ciudad ha entrado a formar parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Luego, el 10 de mayo, en Rumanía se celebra el Día de la
Realeza, relacionado con tres acontecimientos cruciales que contribuyeron a la cristalización
del Estado rumano moderno. El 10 de mayo de 1866, el príncipe Carlos de
Hohenzollern-Sigmaringen fue proclamado rey de los Principados Unidos Rumanos.
Dio al país una nueva Constitución en la que, por primera vez, se utilizó la
denominación oficial de Rumanía. 11 años más tarde, el 10 de mayo de 1877,
Rumanía proclamaba su independencia frente al Imperio otomano. Cuatro años
después, el 10 de mayo de 1881, se convertía oficialmente en reino y Carlos I
era coronado rey de Rumanía. De hecho, eligió este día para la ceremonia de
coronación precisamente para celebrar los 4 años transcurridos desde la
proclamación de la independencia y los 15 años desde su subida al trono rumano.
El 10 de mayo se celebró el Día Nacional de Rumanía hasta 1947 cuando llegaron
al poder los comunistas que obligaron abdicar al rey Miguel I, el cuarto y
último soberano rumano. El rey Miguel I, falleció el 6 de diciembre de 2017
en Suiza, a los 96 años de edad. Fue enterrado en Curtea de Arges, en el sur de
Rumanía, al lado de su esposa, Ana y los otros tres soberanos del país.
Con esto, queridos oyentes, paso a contestar la correspondencia de hoy y empiezo con el mensaje que nos mandó Adriel Amaya Armas desde Bolondrón-Matanzas-Cuba: Espero que Ud y sus compañeros de la emisora estén bien, escribe este amigo. Felicito a todas las madres del colectivo de RRI, pues este segundo domingo de mayo se celebra acá el Día de las Madres.
Si puede, diga al aire que el amigo Daniel Meinardi me actualice su dirección postal, pues le he escrito pero al parecer no le llegan. Lo puede hacer enviándome un SMS sería más rápido. Gracias Radio Rumanía Internacional por enseñarnos ese bello país en la onda corta.
Aquí se han producido algunas tormentas eléctricas, símbolo que definitivamente entramos en el verano, digo esto porque nosotros los cubanos pasamos de invierno a verano y viceversa, sí porque acá si no hace frío hace calor, nunca en el medio.
-Bueno, Adriel, primero te quiero agradecer este nuevo contacto con las felicitaciones y tus acertadas observaciones sobre las condiciones en que sintonizas nuestras transmisiones en castellano. Recibe asimismo un gran abrazo junto con mis mejores deseos para ti y los tuyos. ¡Hasta la próxima!
Marzio Vizzoni, nuestro constante colaborador que reside en Lido di Camaiore-Italia, reanuda el contacto con nosotros para saludarnos y enviar los datos de su último informe de recepción. Adjunta varios adesivos con logos de radio y una tarjeta postal. ¡Que gran felicidad ha sido para mí captar la señal de su emisora en el dial de mi receptor! escribe Marzio. Me gusta mucho compartir un poco de mi tiempo en su compañía, asegura este amigo. Me gusta escuchar la radio porque la radio es una ventana abierta al mundo. Es un medio que no tiene fronteras, junta a las personas y ayuda al conocimiento de los pueblos entre sí. Escuchar la radio es como viajar.
-Muchas gracias, amigo Marzio, por volver a contactar con nosotros y por seguir escuchando nuestros programas. Me alegro mucho que te gusten y que estés interesado en colaborar regularmente con nosotros. Gracias también por las calcomanías y la postal. Desde aquí te mando un fuerte abrazo y un cálido saludo y quedo a la espera de tus noticias. ¡Hasta la próxima!
Miguel Ramón Bauset de Alboraya/Valencia-España vuelve una vez más a compartir sus pensamientos a través de un nuevo material que escribió para este programa. Su título EL CAMINO Y LA PIEDRA.
El día había sido un tanto pesado y largo, y la verdad, no encontrar ni una sombra ni un pequeño asiento natural a la vera de aquel camino polvoriento y curvilíneo, no ayudaba para nada a recorrer la distancia que al viajero le restaba para cumplir la meta trazada y propuesta. De pronto, como si de un espejismo se tratara, encuentra a su derecha, mientras observa como el camino se pierde en el horizonte, una piedra que ni hecha a medida, le sirve de asiento, de reposo, ante ese kilometraje sin fin.
Pleno verano y un sol caído en vertical cual línea recta. La tierra de alrededor seca sin remedio y los árboles sin hojas, no son capaces de dar el mínimo sombraje a aquellos parajes. Con ese cielo pesado de los días estivales ni una nube se atrevía a pasear por muy azulado que el cielo apareciese. Así las cosas tampoco lagartos y lagartijas asomaban sus cuerpos ni los alacranes tenían fuerzas para levantar sus habituales escondrijos en las más inesperadas piedras que sorprenden a propios y extraños. Casi una tierra desértica donde antes era una zona boscosa que clamaba la atención para detenerse en el fresco del ramaje del que se obtenía un fresco muy apetecible, sobre todo a las horas donde el amigo sol decide vengarse de los terrícolas soltando sus potentes rayos de luz.
La piedra, la única encontrada en muchos kilómetros, ofrecía un alto en el camino y un pequeño respiro por mucho calor que hiciese. El caminante, decide aceptar el reposo y mientras, observa su alrededor, ni un ruido ni revoloteo de pájaro, ni movimiento animalístico alguno. Una cosa si observa en las alturas, el movimiento circular de tres cuervos, de esos que hace años bajaban a las playas cada mañana veraniega a por sus presas, pero que desde que todo está controlado y limpio creía haberlos perdido de vista. Allá arriba graznando y graznando con esos círculos casi perfectos en ese cielo azulado caluroso y llamativo, parecían anunciar que algún ser vivo iba a dejar este mundo de los días de veinticuatro horas, un ser vivo de las proximidades y en plena naturaleza, con lo que estaban preparándose para este singular y destacado festín al que por lo visto no tienen acceso a diario.
La soledad se adueñaba del paraje y en este ambiente inquietante, el caminante observa a lo lejos como un pastor se dispone a pasar por allí. Un pastor con zurrón pero sin oveja alguna. Parecía con algo de prisa, puesto que debía encontrar su ganado antes del anochecer.
Llegado a la piedra saluda y se detiene unos minutos a charlar con el viajero caminante. Los dos hablan del sol, del intenso calor, y de la sequía que se está padeciendo desde hace un par de años, que no deja crecer nada, absolutamente nada.
El pastor recuerda ese paraje con árboles pleno de ramas verdes, con frondosos sombrajes, zonas de agua de la lluvia caída no hace mucho rato, y el ganado pastando tan felizmente desde el amanecer hasta el ocaso. Hoy me tengo que llevar un poco lejos el ganado, todo está pidiendo lluvia de una forma inmediata, y de no remediarse esto, tocará emigrar. Todo está súper seco, y así no es posible la vida. Mire Vd, mire cómo está la cosa, sigue comentando el amigo del zurrón al viajero del camino, que en algunas zonas cervatillos y cabritas, como no tienen que comer, acuden a pequeñas aldeas a buscar comida entre la basura, con los destrozos que hacen, expandiendo la suciedad y el foco de infecciones que eso puede acarrear.
El personaje de la piedra escucha atónito cuanto le dice el lugareño, y va comprendiendo muchas cosas para las que antes no encontraba motivo.
Las nubes, sean de la clase que sean, pasan de largo, corren, juguetean y cambian de colores como solo saben hacer ellas, pero aquí no dejan caer ni una sola gota de las miles que son portadoras desde esas alturas mágicas. Hace falta un cambio de la atmosfera en todos los sentidos. De lo contrario seres humanos, plantas y animales, van a sufrir las consecuencias, con contaminaciones y posibles enfermedades. Además con todo tan seco, un rayo mismo puede ocasionar un incendio forestal con todo lo que esto conlleva de la pérdida de una zona que costó años de que cobrara vida y con la dificultad de una repoblación de sus elementos.
Esa piedra en la que está sentado ha servido de descanso a muchos caminantes, en este lugar tan delicioso y precioso con que nos obsequia la madre naturaleza. Yo mismo, he estado por ahí arriba muchas veces, a veces hasta hacía noche y todo, con mi ganado y mis dos perros, que como sabe, son pieza clave para dirigir el tráfico dentro del rebaño y controlar que no se escapen. Y ahora no encontrará a nadie, porque sencillamente no tienen nada que llevarse a la boca.
Con visible cara de cansancio a pesar de estar sobre la piedra, el interlocutor le rebate que a lo mejor sería interesante sacar a un Santo en procesión de rogativas, como hacían anteriormente y que parecía dar un tanto de éxito. Sea como sea no llueve en años y así no puede seguirse, aunque la solución la tiene la propia naturaleza, y es ella la que por sus cauces naturales, debe poner remedio. Ojalá cuando lo ponga y llueva, lo haga de forma natural y pacífica, depositando los sobrantes en las aguas del Mare Nostrum, de nuestro mediterráneo.
Perdone amigo, le contestó un pastor conocedor del terreno y amigo de pocas esperanzas, es tarde y debo bajar a por el ganado. Usted tampoco se entretenga que aquí hace mucho calor. Y no conviene que se haga de noche. Piense que el siguiente pueblo que es donde se dirigirá queda un tanto lejos y no va bien sólo por ahí.
Se despidieron solidariamente llenos de mensajes y nuestro caminante al poco rato siguió su andadura no sin antes haberle agradecido a su piedra el haberle dejado descansar un rato y al pastor tan sabios consejos.
El sol ya dejaba respirar un poco y el camino, polvoriento y con cara de pocos amigos comenzaba una bajada. Aquel puerto de montaña en descenso le sirvió para compartir su andadura con pensamientos volcados en ruegos hacia la gran natura en demanda del líquido elemento, mientras ya no había ni rastro del pastor, los cuervos no se cansaban de dar vueltas allá arriba, y una cabrita joven, muy joven, corría muy hacia la derecha en busca de comida a la aldea más cercana cuyos habitantes, todos en ancianidad, habían saboreado una paella de hermandad festejando el cumpleaños de Nicasio, el veterano del lugar.
En el horizonte de las alturas se asomaban un trío de nubes, muy pegadas, y con andadura muy lenta. Parece que comentaban de hacer una asamblea entre ellas y decidir pedir refuerzos a sus compañeras del más allá para que cargaran agua en las charcas de los alrededores del lago y se dispusieran a dejarla caer con ese ambiente negruzco y con algo de ruido añadido, sobre aquella bendita tierra por la que pasaban de largo siempre a toda velocidad, sin comprensible motivo.
No tardaron en montar una de aquí te espero, y aquella tierra plena de sequedad y fuera de lugar, pasó a ser el lugar de siempre, verde de un lado acompañado de multitudinarias flores de todos los colores, las fuentes, los riachuelos, plenos de vida, ah y donde las ranas croaban y croaban llenas de vida y alegría, y los peces saltaban y saltaban muy contentos en su hábitat plus señorial.
Las Señoras nubes, provocadoras de semejante desaguisado jugaban a pelearse y a chocar entre ellas, bueno y el resultado era un paisaje ruidoso, pleno de luz y exquisito ruido acompañado de bellas escenas de lluvia que sonoramente organizaba un concierto de variados instrumentos allá donde iban cayendo sus gotas y con la intensidad que iban manifestándose.
Los de la paella, que no recordaban el sonido de una buena dosis de lluvia, no pegaron ojo en toda la noche y tuvieron tiempo de terminar la digestión, el viajero le vino justo para llegar, con un señorial paisaje de nubes, a su destino, y el pastor observaba atónito aquella procesión de gotas de lluvia que animaba a sus ovejas y perros como en años no lo habían hecho.
Ah, y allá donde se quedó nuestro ser inmaterial, nuestra piedra, los árboles del bosque junto a los matorrales tomaban fuerzas para volver al verde que tanta falta hacía, y les caracterizaba desde siempre, y ella, la piedra, sonreía y sonreía junto a aquel camino, ahora fangoso y casi chocolatero, que daba cobijo y tranquilidad a los viajeros, unos pocos mejor dicho que aparecían por allí, camino del pueblo de más arriba.
Gracias Señoras nubes por haber vuelto a pasear, jugar y depositar el líquido elemento, el del hidrógeno y oxígeno, en nuestro territorio, a la sabia naturaleza por dejar las cosas en su sitio, donde hacía falta, y a nuestro gran amigo, el que lo ve, divisa y distribuye todo, por mandarnos en definitiva esta colección de benditas gotas que han devuelto la alegría a propios y extraños.
A buen seguro cuando otro caminante descanse en tu cima, frente a la arboleda verde, alguien le explicará que una gran sequía que preocupó muy mucho a toda la comarca, un buen día se terminó cuando las nubes reunidas en asamblea de urgencia, decidieron que aquí también debería llover. Y no pasaron de largo.
MIGUEL RAMÓN BAUSET RRI 6.05.19
-Muchas gracias, Miguel, por haber compartido este bonito material que, como siempre, nos hace reflexionar sobre las cosas sencillas pero imprescindibles que nos rodean y, a veces, dejamos de notar. Un fuerte abrazo, amigo, y ¡Hasta pronto!