Domingo 28 de abril

Antes de pasar a los temas de hoy, quisiera contaros, en pocas palabras, cómo suelen celebrar los rumanos la Pascua de Resurrección y luego recordaros algunas características de la Semana Santa rumana.

Victoria Sepciu, 28.04.2019, 06:18

Antes de pasar a los temas de hoy, quisiera contaros, en pocas palabras, cómo suelen celebrar los rumanos la Pascua de Resurrección y luego recordaros algunas características de la Semana Santa rumana.

Más allá de los ritos, estos días la gente suele finalizar la limpieza de primavera, hacer las compras, preparar los regalos para la familia y amigos, y, no en último lugar, finalizar los preparativos para la celebración de la Pascua.

Muchos rumanos prefieren celebrar la Pascua de Resurrección en familia, pero ya hay bastantes que optan por pasar estos días en los pueblos, en las pensiones, en alguna cabaña de las montañas o en el extranjero. Según los datos oficiales, este año también la ciudad de Roma ha sido el principal destino de quienes decidieron pasar estos días especiales fuera del país.

Hay también bastante gente que ayuna para poder confesarse y recibir la comunión antes de la Pascua. Claro que eso se puede hacer en cualquier momento del año, pero se considera casi obligatorio hacerlo en este período por el significado tan especial que tiene esta gran fiesta cristiana.

La última semana de la vida terrenal de Cristo se llama la Semana de la Pasión o, en términos populares, la Semana Santa. En este período se celebran oficios especiales cada día de esta semana, mañana y tarde.

JUEVES SANTO: La vigilia del Gran Jueves Santo es exclusivamente dedicada a la Cena Pascual que Cristo compartió con sus doce apóstoles. El tema principal de este día es la Cena misma, en que Cristo dijo que se comiera la Pascua de la Nueva Alianza en memoria de Él, de Su Cuerpo partido y de Su Sangre derramada para la remisión de los pecados. La traición de Judas y el lavado de los pies de los discípulos por Jesucristo también son temas centrales en la conmemoración litúrgica de este día. La principal característica del oficio especial de la tarde es la lectura de 12 textos seleccionados de los Santos Evangelios, todas las cuales son relatos de la pasión de Cristo.

VIERNES SANTO: No se celebra la Santa Misa y la ceremonia principal de este día consiste en sacar el Epitafio Santo del altar y colocarlo sobre una mesa en medio de la iglesia, adornado con flores y velas, para que los fieles lo veneren. Es un acto por el cual se conmemora el momento en que Jesús es bajado de la cruz y preparan su cuerpo para el entierro. Por la tarde se celebra la «Liturgia de la Pasión del Señor» que en rumano se llama “Prohod”. Luego, todos salen del templo, el sacerdote llevando el Epitafio Santo y los fieles con velas en las manos, en una solemne procesión alrededor de la iglesia.

El día Sábado Santo, un poco antes de medianoche, se celebra el oficio de nocturno. El sacerdote se acerca a la mesa que está en medio del templo y toma de allí el Epitafio para llevarlo a la mesa del altar donde permanecerá durante 40 días, hasta la fiesta de la Ascensión de Cristo a los cielos.

Luego, se da comienzo a la procesión pascual, durante la cual, mientras el templo está oscuro, el sacerdote, que sostiene una vela encendida en sus manos, llama a los fieles desde las Puertas Reales del Iconostasio cantando:

“Adelante, tomad la luz de la Luz Eterna. Venid, y glorificad a Cristo resucitando de entre los muertos.”

Mientras los fieles repiten el himno, todos se acercan a esta primera luz a encender sus velas y luego se sale de la iglesia en procesión. Es la procesión de la Pascua Santa, el pasar desde la muerte a la vida, de la tierra al cielo. El templo está decorado de flores y luz, y los ornamentos son del color claro y brillante de la Resurrección. El sacerdote proclama a los fieles: ¡Cristo ha resucitado! y los fieles responden, ¡En verdad ha resucitado!

Al final de la misa, los fieles reciben trocitos de pan salpicados de vino, previamente bendecidos por el sacerdote, que se llaman “pasti” o sea “pascua” y que conmemora el cuerpo y la sangre de Cristo. Una vez vueltos a casa, todos los miembros de la familia rompen huevos pasados por agua y teñidos de varios colores, sobre todo de rojo. Antes de hacerlo, el que va a dar el golpecito en el huevo, dice “¡Jesús ha resucitado!” y el otro, que espera el golpecito con el huevo en la mano, contesta “¡En verdad ha resucitado!”. Gana la persona cuyo huevo ha quedado intacto tras el choque y, si quiere, se puede llevar el huevo roto.

El plato principal de la mesa de este día tan especial lo constituye el asado de cordero y otros preparativos que se hacen a base de su carne. Por supuesto que no faltan los postres muy ricos y muy variados, el aguardiente, el vino y la cerveza.

Y para finalizar quisiera agregar que, igual que en muchos países de Europa y de Latinoamérica, en Rumanía también se asocia el huevo con la fertilidad. Por eso, como la Pascua coincide con la estación primaveral, estación fértil por excelencia, el huevo ha llegado a ser el símbolo de la Pascua, pues se asemeja a la Resurrección como un símbolo de vida nueva.

Además, en Rumanía se mantiene la costumbre de adornar huevos con teñidos y pintados, un arte al que se dedican muchas personas que tienen habilidad para realizar preciosos huevos pintados durante todo el año, muy apreciados por los turistas.

Pasando ya a la correspondencia de hoy, quisiera agradecer, primero, los mensajes especiales que varios amigos oyentes nos mandaron con motivo de la Pascua de Resurrección. Entre ellos están: Tony Morilla de Badia del Valles-Barcelona/España, Graciela Mastrogiacomo de Buenos Aires-Argentina, José Luis Corcuera de Vitoria-Álava-España, Héctor Frías de Puente Alto/Chile, Miguel Ramón Bauset de Alboraya-Valencia-España, José Luis García Bohórquez de Piura-Perú, Hugo Longhi de Rosario-Argentina, Gerardo Groh de Bandera-Prov. Sgo del Estero-Argentina.

-Muchísimas gracias, queridos amigos, por recordarnos y enviarnos vuestros buenos deseos. Os mando un gran abrazo a la distancia junto con mis mejores votos. ¡Hasta siempre!

Jorge Bustos Alarcón de Tocornal-Talagante/Chile vuelve a contactar con nosotros para enviarnos sus más afectuosos saludos y adjuntar como siempre una preciosa postal con varias vistas de su encantador y diverso país. ¡Ojalá algún día conozca mi país y se empape de su cultura e historia! Escribe este amigo.

-Yo también lo espero, amigo Jorge, y te agradezco de corazón esta fraternal invitación. Muchas gracias también por los datos de tus informes y por las bonitas estampillas. Recibe, amigo, un fuerte abrazo y mis mejores votos para ti y los tuyos. ¡Hasta la próxima!

Miguel Ramón Bauset de Alboraya/Valencia, nuestro antiguo y constante colaborador, vuelve a compartir sus pensamientos en un nuevo material que escribió para este programa que integra su serie ESTAMPAS DE LA VIDA, su título de hoy HRISTOS A INVIAT

Adevarat a inviat! ¡Cristo ha resucitado! ¡Es verdad que ha resucitado! Con estas dos frases los rumanos cambian sus expresiones de saludo los próximos días para dar a conocer a todos que Cristo ha resucitado.

Hoy es el domingo de Pascua para todos los ortodoxos, por eso para los rumanos, que lo son en su mayoría, hoy es un día grande, el día de la Resurrección de Cristo. Culmina así el periodo de los 40 días de ayuno de la Cuaresma y con la Misa de Resurrección del Sábado Santo en la que se vuelve a casa con la velas encendidas y se rompen los huevos pintados, se da paso a una noche larga donde se festeja el gran evento con familiares y amigos a través de una mesa en la que predominan toda la variedad de ricas comidas rumanas teniendo como plato principal el cordero y el vino tinto. De postre no faltará el Cozonac y la Pasca, esta última hecha de pasas y queso fresco.

Tuve el honor de vivir esta Gran fiesta Pascual en 1999, poco más de un mes antes de que el Papa Juan Pablo II, hoy Santo, visitara Rumanía, en casa de una familia de Busteni, preciosa localidad montañesa del valle del Prahova muy cerca de la renombrada Sinaia, la Perla de los Cárpatos. Y los recuerdos de aquel abril cercano al cambio de siglo en tierras rumanas fueron tan grandes que nunca lo olvidaré.

Según el calendario, las Pascuas coinciden o no, pero lo bien cierto es que se celebra a lo grande. Este año las Pascuas católicas y ortodoxas se han diferenciado en una sola semana y las rumanas caen cercanas al primero de mayo.

Hace una semana pues, el mundo católico celebró la Pascua de la Resurrección de Cristo. En España la semana anterior, la Semana Santa, tuvo un sentimiento religioso muy arraigado todavía aún hoy en día. Andalucía y Castilla León destacan por sus impresionantes desfiles procesionales que también se suceden en la mayoría de pueblos y ciudades de España.

El Domingo de Ramos, además de los ramos de olivo, no hay que olvidar las palmas artesanales de ELX que se distribuyen por todo el mundo.

A lo largo de la semana, desfiles, traslados y oficios religiosos se suceden algunos como la madrugá sevillana hasta bien entrada la noche.

El jueves Santo las iglesias con sus Monumentos, permanecen abiertas toda la noche. En muchos lugares se representan escenas de la Pasión vivientes, representadas magistralmente por actores aficionados locales.

El Domingo de Resurrección es el último día de las Procesiones de Semana Santa con el emotivo encuentro entre Jesucristo Resucitado y su Madre que devuelve la alegría tras unas jornadas rememorando su Pasión y Muerte.

En las comidas de estos días, tan típicas, no falta el huevo duro, ni tampoco, los panquemados, las monas de Pascua de la misma masa que el panquemado pero que incluye un huevo duro o de chocolate con sorpresa en el centro, las torrijas, el arnadí de origen árabe hecho con boniato o calabaza y almendra molida, la coca de nueces y pasas, los pasteles de boniato que saben a gloria, la coca Cristina o las tartas de nueces y pasas entre otras muchas.

En Alboraya además se toman las primeras horchatas de chufa que van apeteciendo ante los primeros calores primaverales al igual que las visitas al cercano mediterráneo aunque sea para tomar el sol o mojarse los pies.

En otros lugares el chocolate es el protagonista con auténticas obras de arte que hacen las delicias de propios y ajenos.

Además por estos lares también es muy típico aprovechando los ligeros vientos, volar cometas fundamentalmente en las playas llegando incluso a hacer concursos entre los participantes.

En muchas partes de Europa el curioso personaje de la liebre de Pascua es la protagonista, muy popular por cierto, que esconde los huevos de Pascua por doquier. Quien los encuentra tiene premio, y a veces no es un premio cualquiera.

Y me viene a la memoria particularmente porque hace unos años atrás, bastantes por cierto aunque parece que fue ayer, existía un programa dominical en la tristemente desaparecida Radio Nederland que se llamaba LA ESTACIÓN DE LA ALEGRÍA. Era presentada inicialmente por Tom Meyer, un simpático y polifacético holandés que entretenía muchísimo a su audiencia los domingos, en sus dos versiones, español e inglés. Este programa tenía varios concursos a lo largo del año. Y uno de ellos era el de la Liebre de Pascua. Todos esperábamos ese día con una gran ilusión.

Se proponían varias pistas de donde había escondido la liebre los huevos de Pascua, generalmente en todo el mundo, y tras averiguarlos había que remitir la solución en una tarjeta con la palabra clave que se obtenía con alguna de las letras de las soluciones halladas. Era un concurso muy interesante pues aprendías buscando y buscando en aquellas enciclopedias de casa o de las bibliotecas, y además podías obtener algún recuerdo de Holanda si salías elegido entre los ganadores del sorteo.

Y también es de grato recuerdo las aventuras que ocurrían al estar todo el programa con lápiz y papel en mano allí junto a la mesa y el receptor. Y por si fuera poco el tema de la escucha, un auténtico show, que si se oía bien, que si se oía medio bien, que si aparecían los ruidos justo en el momento de la pregunta y no se podía participar… y también tener que esperar a emisiones posteriores a ver si había más suerte, incluso perder horas de sueño para lograrlo o no. A veces llegar al final para conseguir la respuesta era un trofeo personal. ¡No había internet, ni radio a la carta para volver a oír y oír cuantas veces necesites! ¡Tan solo dependíamos de las caprichosas ondas hertzianas y sus interferencias!

Algunos toman la Semana Santa como unas mini vacaciones y aprovechan para buscar un lugar de descanso y recargar las pilas. Abandonan el fervor de pueblos y ciudades y vuelan en el momento pueden hacia las montañas y playas disfrutando de sus múltiples y grandes beneficios.

Ha llegado la Pascua que va cambiando según el calendario, entre finales de marzo y el mes de abril. Ha llegado el momento de celebrar la Resurrección de Jesucristo tan importante para la cristiandad. HRISTOS A INVIAT! ADEVARAT A INVIAT! ¡FELICES PASCUAS A TODOS, AMIGOS!

-Muchísimas gracias, amigo Miguel, por compartir este material especial que reúne tus recuerdos de la Pascua ortodoxa rumana con características regionales y comunes de esta gran fiesta cristiana. Un fuerte abrazo y ¡Hasta pronto!