Domingo 23 de agosto
Por aquí, amigos, el verano nos sigue trayendo tiempo variable: días calurosos con máximas de hasta 33 grados centígrados, pero también, chubascos, vientos fuertes y tormentas.
Victoria Sepciu, 23.08.2020, 04:31
Por aquí, amigos, el verano nos sigue trayendo tiempo variable: días calurosos con máximas de hasta 33 grados centígrados, pero también, chubascos, vientos fuertes y tormentas.
Ya sólo nos queda una última semana de agosto y, por eso, uno de los temas que más preocupa a todo el mundo aquí son los preparativos para el nuevo curso escolar. Rumanía ha logrado llevar a cabo un curso escolar atípico, con un segundo semestre complicado, a causa de los riesgos que la propagación del virus suponía para los alumnos si continuaban las clases presenciales. Sobre este trasfondo, han sido iniciados debates relativos a los cursos en línea para analizar, entre otras, si Rumanía tiene la capacidad administrativa de recurrir a esta solución. El Gobierno ya ha tomado varias medidas: durante el verano, los profesores han participado en cursos especiales para aprender a dar clases en línea, el Ministerio de Educación adquirió 250.000 tablets, mientras que el Gobierno identificó fondos europeos para adquirir 500.000 más y se están celebrando reuniones para mejorar la red de internet. El nuevo curso escolar se iniciará el próximo 14 de septiembre y las autoridades deben estar preparadas para adoptar varios escenarios. Un borrador de orden de ministro, publicado en la web del Ministerio de Sanidad, prevé la obligación de las Direcciones de Salud pública de informar, a más tardar el 7 de septiembre, a las inspecciones escolares sobre la situación epidemiológica de cada localidad, para que se adopten las medidas necesarias antes del comienzo del nuevo curso escolar. Así, en función del número total de casos confirmados en las dos últimas semanas por cada 1.000 habitantes, se decidirá cómo se organizarán las clases, si serán presenciales o en línea. Si se confirman tres casos de COVID-19 en tres aulas distintas de la misma escuela se suspenderán las clases presenciales por 14 días. En las aulas se mantendrá una distancia de 1,5 metros entre los alumnos o los pupitres serán separados por paredes de plástico. Tanto los alumnos, como los profesores tendrán que llevar mascarillas todo el tiempo, incluso en los recreos. El Ministerio de Sanidad prevé también medidas muy estrictas de higiene. Si existe la posibilidad, los alumnos saldrán de recreo por turnos para que se eviten las aglomeraciones en el patio de la escuela o en los grupos sanitarios. Los profesores que se enfermen tendrán la obligación de avisar a la dirección de la escuela, quienes informarán a la Dirección departamental de Salud pública. Asimismo, todos los centros escolares deben disponer de un espacio especialmente acondicionado para aislar a los casos sospechosos. Los padres de los alumnos tendrán que monitorear el estado de salud de los niños y deberán actuar de forma responsable.
El 23 de agosto, es un día de gran importancia en la historia de Rumanía, fue también la fiesta nacional comunista, durante 45 años.
La firma de un pacto entre la Alemania nazi y la URSS, el 23 de agosto de 1939, condujo al estallido de la segunda gran conflagración mundial y, por su protocolo secreto, a la ruptura de la región de Besarabia del cuerpo de Rumanía. El cambio de alianza de Rumanía el 23 de agosto de 1944, acortaría la guerra y devolvería la Transilvania del Norte a las fronteras del país, haciendo de este día una fiesta nacional comunista con un fuerte significado ideólogo. El acuerdo entre Hitler y Stalin para dividir lo que había permanecido desocupado o individido en Europa Central y Oriental, mediante la firma y aplicación del Pacto Ribbentrop-Molotov, tuvo graves repercusiones en todo el mundo.
Siguió la Segunda Guerra Mundial, con reparticiones de territorios, pero también con víctimas y destrucción nunca antes vistas en la historia, prolongada por la Guerra Fría y la división de Europa en dos. A través del llamado Telón de Acero, Occidente estuvo bajo la influencia de los Estados Unidos, y el Este bajo la influencia de la Unión Soviética durante 45 años, entre 1945 y 1989.
El 23 de agosto de 1944 es también el día en que el rey Mihai (Miguel), apoyado por el Bloque Democrático Nacional, convocó al mariscal Ion Antonescu al Palacio Real y le pidió que acordara una tregua con las potencias aliadas. El rey no estaba de acuerdo con el avance del ejército rumano dentro de la URSS, junto con la Alemania nazi. Durante la noche, el rey pronunció por radio una proclamación al pueblo.
23 de agosto, la fiesta comunista más importante
El primer aniversario del 23 de agosto de 1945 tuvo lugar en el trasfondo de la huelga real, el rey Miguel y el primer ministro Petru Groza se boicotearon mutuamente, ya que el rey había exigido la renuncia del gabinete y Groza se había negado.
Apenas a partir de 1948, el 23 de agosto se convirtió en día nacional. El rey se había visto obligado a abdicar, Rumanía estaba bajo una fuerte influencia soviética, y el Partido Comunista había comenzado una intensa campaña de propaganda de legitimidad, y, por todo esto, la celebración del 23 de agosto tenía un papel central. El 23 de agosto era el día de la liberación de Rumanía por el glorioso ejército soviético y el derribo de la dictadura fascista por las fuerzas patrióticas dirigidas por el Partido Comunista, con desfiles del pueblo trabajador bajo los retratos de Marx, Lenin y Stalin. Más tarde, cuando el Partido Comunista y el régimen de Nicolae Ceausescu comenzaron a desvincularse cada vez más de Moscú, cambió también la importancia del 23 de agosto. Poco a poco se perdió el significado inicial del día, la insurrección antifascista armada se convirtió en la revolución de la liberación nacional y social, antifascista y antiimperialista, y la celebración del 23 de agosto fue utilizado por los comunistas para marcar con pompa la propagación del comunismo y los ideales del pueblo rumano, pero también para rendir homenaje a los queridos líderes comunistas.
Durante décadas, hasta el 23 de agosto de 1989, el Día Nacional de Rumanía se celebró con gran pompa, con manifestaciones militares y columnas de trabajadores, jóvenes, estudiantes y niños, con banderas rojas del Partido Comunista y tricolores, y con enormes retratos de los queridos líderes comunistas que, con el tiempo, permanecieron sólo dos, Nicolae y Elena Ceausescu. Además, hubo otros homenajes megalómanos dedicados al Partido Comunista y al querido líder en los estadios, en los que estudiantes, artistas, atletas o trabajadores de la fábrica se vieron obligados a participar con entusiasmo en honor a la pareja dictatorial.
Después de la caída comunismo del comunismo, el acto político del 23 de agosto de 1944 fue presentado oficialmente como un golpe de Estado dirigido por el rey Miguel y los partidos históricos.
Pero hubo otras diversas interpretaciones y reinterpretaciones, que también cuestionaron el papel desempeñado por el rey Miguel, dependiendo de las ideologías o intereses del momento, y la importancia del 23 de agosto sigue siendo uno de los temas más ideologizados en la historia contemporánea de Rumanía.
Con esto, queridos amigos, paso a contestar las cartas y los correos electrónicos de hoy: Francisco Flórez Mina de Mérida-México nos escribe que siempre le resulta muy grato escuchar nuestros programas para conocer más cosas sobre Rumanía. Le gusta mucho la variedad de la música folklórica y los programas dedicados a los oyentes. Mérida es la capital y ciudad más poblada del estado de Yucatán, escribe Francisco, y fue fundada el 6 de enero de 1542 sobre los vestigios de la ciudad maya llamada T’Hó. Fue bautizada con el nombre de Mérida por la Mérida de Extremadura, en España, lugar de procedencia de algunos de los conquistadores, precisamente porque las edificaciones halladas en la ciudad maya abandonada les hicieron recordar las ruinas romanas de Emérita Augusta, actual Mérida española. En 2019 fue considerada la segunda ciudad más segura del continente americano, sólo por detrás de la ciudad de Quebec y en el año 2000 la ciudad fue nombrada Capital Americana de la Cultura. También fue sede de encuentros binacionales y de algunos eventos científicos internacionales.
-Muchas gracias, Francisco, por escuchar nuestras transmisiones en castellano, por haber contactado con nosotros y por compartir estos datos sobre tu ciudad. Espero que mantengas el contacto y que sigas disfrutando de nuestros programas. Un muy cordial saludo y quedo a la espera de tus noticias. ¡Hasta la próxima!
LOS COMPIS DE LAS TRES (I) es el título de la estampa que comparte hoy Miguel Ramón Bauset desde Alboraia-Valencia-España.
Cada día entre las tres y las cuatro de la tarde, los amigos de la tercera edad acuden al hogar del jubilado para tomarse su botellita de agua, su cafecito descafeinado, a veces con un poco de leche, su poleo o manzanilla, siempre con sacarina, ni siquiera el azúcar de caña o azúcar moreno sirve para el evento. Deben controlarse cada día más. La edad no perdona, y el coche nuevo va desgastando sus piezas poco a poco, y hay que procurar que no vaya a más.Además van juntándose con los mejores amigos, y agrupándose en mesas redondas. Hablan de las últimas novedades de la política, de las cosechas del campo que ya no trabajan, de cómo va el fútbol o de los próximos acontecimientos.
Los más atrevidos vienen a desayunar cuando Luís abre el bar a las siete de la mañana. Unas madalenas o un croissant acompañadas de un buen café con leche, con poco café…y la tertulia está en marcha. A los pocos minutos el quiosquero trae los periódicos que huelen a tinta fresca de las rotativas y algunos se sientan en la mesa de lectura y comienzan a culturalizarse. Son los amigos tradicionales que no les gusta la prensa de internet, sino la de papel clásico que miran y miran saboreando su contenido.
En la barra, mientras, entran y salen otros amantes de desayunar en el bar, bien porque salen pitando de casa o simplemente porque les gusta el café de allí. Hacen cara de pocos amigos con eso de levantarse recientemente y van hacia sus horas de trabajo.
A eso de las 10 un público que hace un alto en el camino, acude a almorzar su bocadillo, o unas tostadas de mermelada, mantequilla o tomate con aceite. Emplea poco tiempo, una media hora, pero, eso sí, el silencio se acaba, y las voces a distintos tonos se intercalan. Nadie se aburre. Todos comen o charlan.
En torno a la una y media la cita es con la comida, compuesta de dos platos, bebida y postre o café. Mucha audiencia en torno a las mesas de trabajadores que no les da tiempo a ir a casa y volver. Viven una jornada partida y trabajan muchas horas.
Pero los amigos de la tercera edad no comen aquí. Comen en casa donde la esposa o los hijos les preparan la comida a la hora puntual, y luego marchan al casino a ver a los amigos y jugar la partida de turno.
Por eso la hora del encuentro suele ser sobre las tres de la tarde, y suelen estar hasta las nueve que cierra el conserje y vuelven a casa a ver que les han hecho de cena, ven un rato la televisión, sobre todo las noticias y pronto, pronto, a descansar. Algunos no llegarán a conciliar el sueño y oirán hasta las campanas del campanario hora tras hora, o los camiones de la basura con su característico ruido de cargar y descargar los contenedores no importa la hora.
Los compis van acudiendo. Se sitúan sobre las mesas. Algunos irán cambiando alrededor de la tarde a varios juegos, cartas, dominó, parchís, ajedrez…
Son mesas redondas de mármol y sillas muy acogedoras de madera y metal. Hay algunos que contemplan desde arriba, de pie, y se lo pasan en grande. Silencio y a observar.
Acuden a la barra a pedir algún refresco o similar para pasar la tarde. La mesa de lectura sigue entreteniendo a los amigos de la cultura. Algunos hasta guardan cola pacientemente. Son socios y tienen absoluto derecho.
Claro que se nota quien gana o pierde, faltaría más. O quien enfadado huye de la partida.
Nadie hace trampas, o eso parece. Un sediento observador acaba de entrar y pide una cerveza doble. Ante la ausencia de interlocutores observa el panorama de juego y saborea la cerveza servida con copa bien fría sorbo a sorbo. Es un joven pintor que lleva el mono de trabajo repleto de combinaciones hasta en su cabellera, más que el arco iris, y que ha preferido parar unos momentos antes de darse una ducha fría y comer descansado en casa.
Entran y salen pidiendo y tomando cosas, o para llevar como una señora que se llevaba un café para su amiga de la tienda de lanas que siempre le gustaba empezar la jornada de tarde ingiriendo una taza de café bien caliente sea la época que sea.
Los compis juegan con pequeños premios como céntimos de euros. Hasta hace poco lo hacían con granos de maíz.
Pasadas las ocho algunos miran el bonito reloj de la selva negra donde una pareja de tiroleses se asoma cada hora para dar el tiempo y el minutaje exacto. Por cierto el paraguas de la pareja, ante la ausencia de lluvias por estos lares, ¡habrá que engrasarlo próximamente!
Algunos marchan acompañados por sus familiares. Aún no es de noche y pueden caminar solos hacia sus casas.
Se despiden con un hasta mañana. Era viernes, pero un viernes muy especial. Tan especial que nadie esperaba lo que vendría después…
-Muchas gracias, Miguel, por colaborar de nuevo en este programa y compartir este bonito material. A mí personalmente siempre me han interesado las costumbres porque son parte de la tradición de una comunidad o sociedad y están profundamente relacionadas con su identidad. Cuando me propongo viajar a un determinado lugar, entre otras, busco información sobre las costumbres de la gente que vive allí. Un gran abrazo, amigo, y ¡Hasta pronto!
