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Bucarest — El ministro de Sanidad rumano, Alexandru Rafila, declaró el martes que las restricciones impuestas en el contexto de la pandemia de COVID-19 se levantarán una vez que el estatus de alerta del país expire el miércoles 9 de marzo. Señaló asimismo que ya no será obligatorio el uso de mascarillas protectoras tanto en espacios exteriores como interiores y que no habrá límites de acceso y horario en diversos espacios públicos: locales comerciales, establecimientos de comida, instituciones públicas. Alexandru Rafila también puntualizó que el certificado COVID y el certificado de localización del viajero ya no serán necesarios a la entrada en el país. La semana pasada, el jefe de Estado, Klaus Iohannis, declaró que la epidemia está en una pendiente descendente acelerada en el país y que la quinta ola está a punto de terminar. Rumanía lleva casi dos años en estado de alerta sanitaria, desde el 15 de mayo de 2020. Dos años después, el balance es, según los datos facilitados por el Grupo de Comunicación Estratégica, de casi 2,78 millones de casos de infección por el SARS-CoV-2 y de unas 64 mil muertes asociadas al COVID-19. El número de nuevos enfermos en 24 horas registrado el martes fue de casi 5.500. También hubo 101 muertes, 4 de las cuales se produjeron antes del intervalo de referencia.
România Internațional, 08.03.2022, 18:31
Bucarest — El ministro de Sanidad rumano, Alexandru Rafila, declaró el martes que las restricciones impuestas en el contexto de la pandemia de COVID-19 se levantarán una vez que el estatus de alerta del país expire el miércoles 9 de marzo. Señaló asimismo que ya no será obligatorio el uso de mascarillas protectoras tanto en espacios exteriores como interiores y que no habrá límites de acceso y horario en diversos espacios públicos: locales comerciales, establecimientos de comida, instituciones públicas. Alexandru Rafila también puntualizó que el certificado COVID y el certificado de localización del viajero ya no serán necesarios a la entrada en el país. La semana pasada, el jefe de Estado, Klaus Iohannis, declaró que la epidemia está en una pendiente descendente acelerada en el país y que la quinta ola está a punto de terminar. Rumanía lleva casi dos años en estado de alerta sanitaria, desde el 15 de mayo de 2020. Dos años después, el balance es, según los datos facilitados por el Grupo de Comunicación Estratégica, de casi 2,78 millones de casos de infección por el SARS-CoV-2 y de unas 64 mil muertes asociadas al COVID-19. El número de nuevos enfermos en 24 horas registrado el martes fue de casi 5.500. También hubo 101 muertes, 4 de las cuales se produjeron antes del intervalo de referencia.
Bucarest — El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, participó el martes en una reunión de coordinación por videoconferencia con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, para preparar la reunión informal del Consejo Europeo que se celebrará el jueves y el viernes en Versalles. También participaron en la videoconferencia los primeros ministros de los Países Bajos – Mark Rutte, de Grecia – Kyriakos Mitsotakis, de Croacia – Andrej Plenkovic y de Estonia – Kaja Kallas. Los debates versaron, entre otras cosas, sobre la evolución actual de la seguridad en Ucrania, los esfuerzos para gestionar y apoyar los flujos de refugiados, las medidas de ayuda humanitaria para Ucrania y la República de Moldavia (ex-soviética, principalmente de habla rumana). El presidente Iohannis también subrayó el apoyo de Rumanía a las solicitudes de adhesión de Ucrania y la República de Moldavia. También el martes, Klaus Iohannis asistió a la reunión trilateral Rumanía-Polonia-Turquía a nivel de consejeros presidenciales para la seguridad nacional en Bucarest. Puntualizó que la invasión de Ucrania demostró una vez más la necesidad de reforzar el flanco oriental de la OTAN. El jefe de Estado rumano señaló asimismo que Rumanía condena enérgicamente la agresión militar rusa contra Ucrania, apoya la soberanía y la integridad territorial de este país y seguirá prestando asistencia multidimensional a Kiev.
XXX — Rusia ha enviado a Ucrania casi todas las fuerzas que antes concentraba en torno a sus fronteras, y la mayoría de esos 150.000 soldados rusos están ahora en territorio ucraniano, según el Pentágono. Las principales rutas ofensivas están en el norte, hacia la capital, Kiev, y en el sur, donde Moscú quiere hacerse con el control de las costas de Azov y del mar Negro. Los barcos rusos se han reposicionado y preparan un ataque con misiles contra Odessa, informa el corresponsal de Radio Rumanía en la zona. Recordó que la administración local sigue instando a la población a abandonar la ciudad, considerada un objetivo estratégico para la invasión rusa. Se ha anunciado una nueva ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia para los próximos días, sin especificar la fecha. Está previsto que el jueves se celebre en Antalya (Turquía) una reunión entre los jefes de la diplomacia rusa y ucraniana, con la participación del ministro de Asuntos Exteriores turco, con la mediación del presidente turco Recep Tayyip Erdogan. La ONU ha pedido corredores en las zonas de guerra de Ucrania para hacer llegar la ayuda humanitaria a la población, que se enfrenta a muchas carencias. La organización ha anunciado que el número de refugiados que huyen de Ucrania ha superado los dos millones en menos de dos semanas. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que los ataques a hospitales, ambulancias y otras instalaciones médicas en Ucrania han aumentado rápidamente en los últimos días y advirtió que el país sigue sin suministros médicos vitales.