Retrospectiva semanal
Lo más destacado de la semana saliente.
România Internațional, 30.10.2021, 10:21
Nuevas restricciones contra la pandemia
Casi todos los días de la semana se lleva superando el número de diez mil nuevos contagios por COVID-19 en Rumanía, mientras que el número de muertes causadas por el nuevo coronavirus se ha mantenido en los centenares. Las autoridades han introducido la obligatoriedad del denominado certificado verde para acceder a la mayoría de actividades sociales. El acceso a instituciones públicas, restaurantes, teatros o salas de cine se realiza únicamente presentando este documento, para lo cual el titular debe haber recibido la pauta de vacunación completa, haber pasado la enfermedad recientemente o haber obtenido un resultado negativo en un test. El uso de la mascarilla de protección vuelve a ser obligatorio incluso en espacios abiertos. Asimismo, se ha reintroducido el toque de queda nocturno, de modo que se han restringido los movimientos de personas entre las diez de la noche y las cinco de la mañana. Quedan exentas las personas vacunadas, que hayan pasado la enfermedad, que se encuentren en una situación de urgencia o en un viaje de negocios. El miedo a la enfermedad y el agotamiento derivado de las restricciones parecen haber acabado con la reticencia a vacunarse de muchos ciudadanos rumanos, compartida ampliamente, asimismo, en muchos países de Europa Central y del Este. El balance diario de inoculaciones ha superado, en términos generales, la cifra de cien mil, la mayoría de las cuales han sido primeras dosis. Las autoridades creen que, si se mantiene el ritmo, a finales de año se puede superar la tasa de vacunación del 70 % de la población mayor de doce años, es decir, que haya casi doce millones de rumanos vacunados con al menos una dosis, frente a la cifra actual, de menos de siete millones.
Revuelo por los certificados falsos
La pandemia también puede ser muy lucrativa. Este jueves se ha cerrado un centro de vacunación contra la COVID-19 de Bucarest, después de que surgieran sospechas de que se emitían certificados verdes falsos. La policía ha realizado registros domiciliarios en Bucarest y ha recabado pruebas. A su vez, se interrogará a cerca de 170 personas y se ha detenido a un funcionario. Los fiscales aseguran que los funcionarios públicos adscritos al centro han introducido, en los certificados de vacunación, los datos de identificación de algunas personas que no habían recibido el suero, a cambio de dinero. Las personas que tengan cita para vacunarse en este centro se derivarán a otros centros. En cuanto a la actividad de este centro, se reanudará tras renovar a todo el equipo implicado en la emisión de certificados falsos.
Piatra Neamț, un año después
Poco después de que haya comenzado la investigación en Bucarest, ya se extraen las primeras conclusiones sobre la tragedia vivida hace un año en el Hospital Provincial de Urgencias de Piatra-Neamț (noreste del país). El hospital, como persona jurídica, y diez personas están siendo procesados por la Fiscalía por el incendio del 14 de noviembre de 2020, en el que murieron diez pacientes. Entre los investigados se cuentan seis gerentes interinos del centro sanitario, acusados de no haber revisado los procedimientos después de que el hospital pasara a tratar casos de COVID. Estos no habrían implementado medidas preventivas para garantizar la seguridad en la unidad de cuidados intensivos. Se presentan las mismas acusaciones contra el Hospital de Urgencias y las dos enfermeras que, durante la noche del incendio, atendieron a los pacientes con COVID-19 y no vigilaron el cirio que había junto a un paciente moribundo, el cual habría originado el incendio. Asimismo, se está procesando a dos médicos de la UCI, entre ellos al jefe del departamento, por falsificar algunos documentos relacionados con la atención que recibieron los pacientes. Los incendios en las unidades de cuidados intensivos, que se acaban saldando con numerosas víctimas, son una pesadilla recurrente en el sistema sanitario rumano. Este año también se han vivido eventos similares en el Hospital Matei Balș de Bucarest y en el Hospital Provincial de Constanza (sureste del país).
Fondos de Bruselas
Los ministros de Hacienda europeos han aprobado este jueves, en el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión, la recomendación del Ejecutivo comunitario sobre el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) de Rumanía, junto con los de Estonia y Finlandia. Este ha sido el último procedimiento para que Rumanía pueda acceder a los fondos asignados, de modo que el primer ingreso podría llegar al país a finales de año. Para empezar, se recibirán 3700 millones de euros en forma de prefinanciación. La cantidad total asignada a Rumanía mediante el PNRR supera los 29 000 millones de euros. El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha precisado que la asignación de estos fondos no se ve afectada por la falta de un Gobierno con plenos poderes en Rumanía. Por el momento, en Bruselas se han aprobado veintidós de los veintisiete planes de recuperación de los países miembros, de los cuales diecisiete ya han recibido parte de los fondos.
Día de las Fuerzas Armadas y centenario del último soberano
El lunes se organizaron, como cada año, ceremonias militares y religiosas por el Día de las Fuerzas Armadas Rumanas. A su vez, numerosos eventos rememoraron el centenario del nacimiento del último soberano de Rumanía, el rey Miguel I. Los dos acontecimientos coinciden, ya que el 25 de octubre de 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército liberó el último pedazo de tierra rumana ocupada por la Hungría de Miklós Horthy. Los historiadores comentan que el asalto final podría haberse producido unos días antes, pero los generales decidieron dedicar la victoria a su joven y valiente rey por su natalicio. El 23 de agosto del mismo año, este ordenó la detención del que fuera jefe de Estado de facto, el mariscal Ion Antonescu, la retirada de Rumanía de la alianza con la Alemania de Hitler y la vuelta a sus alianzas tradicionales, Estados Unidos y Gran Bretaña. Según los historiadores, esta decisión acortó la guerra en al menos seis meses y salvó cientos de miles de vidas. Tres años más tarde, cuando el país se encontraba, a la práctica, bajo la ocupación militar soviética, con un Gobierno comunista títere al mando, el rey se vio obligado a abdicar y exiliarse en Occidente. El soberano no pudo regresar a su patria hasta después de la revolución anticomunista de 1989, cuando recuperó su nacionalidad rumana, retirada por los comunistas, y parte de sus propiedades. El rey Miguel promovió, como embajador especial en las grandes cancillerías occidentales, la admisión de Rumanía en la OTAN, en 2004, y la UE, en 2007. Falleció el 5 de diciembre de 2017.
Versión en español: Víctor Peña Irles