Retrospectiva semanal
En las próximas 3-4 semanas, el número de enfermedades de COVID 19 disminuirá en Rumanía y la incidencia podría alcanzar un caso por cada mil habitantes, según ha estimado, esta semana, el ministro de Sanidad, Alexandru Rafila.
Roxana Vasile, 12.02.2022, 10:38
¿Se encamina el mundo hacia el final de la pandemia?
En las próximas 3-4 semanas, el número de enfermedades de COVID 19 disminuirá en Rumanía y la incidencia podría alcanzar un caso por cada mil habitantes, según ha estimado, esta semana, el ministro de Sanidad, Alexandru Rafila. Él ha afirmado que en ese momento se debatirá la relajación gradual de las medidas sanitarias e incluso la renuncia de algunas de ellas, como es el certificado digital. En cambio, se mantendría el uso de la mascarilla en los espacios cerrados. Un punto de referencia es el 7 de marzo, cuando caduca la prolongación del estado de alerta y cuando se va a tomar una decisión en función de la evolución de los indicadores de la pandemia. Después del 1 de febrero, en medio de la quinta ola, cuando se registró un número récord de contagios -más de 40 mil- su número disminuyó constantemente. El ministro Rafila también ha mencionado la importancia de la vacunación, especialmente para las personas vulnerables. Desde el comienzo de la campaña, el 27 de diciembre de 2020, casi 8,1 millones de rumanos han recibido al menos una dosis de la vacuna, es decir, alrededor del 50,5 % de la población adulta y alrededor del 42 % de la población general.
Movimientos de tropas en el sureste de Europa
Rumanía se beneficia, como miembro de la OTAN y como socio estratégico de EE. UU., de todas las garantías de seguridad que necesita, en el contexto de la peor crisis desde la caída del Telón de Acero, según ha dicho el presidente Klaus Iohannis, quien ha visitado este viernes, junto con el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg, la Base Aérea 57 de Mihail Kogălniceanu, en el sureste de Rumanía. Durante la semana han llegado allí elementos de técnica militar del destacamento que envió EE.UU. como parte del apoyo a los aliados de la OTAN en Europa del Este, dadas las tensiones entre Rusia y Ucrania. Alrededor de 1.000 soldados estadounidenses están desplegados en Rumanía. Ellos se unen a sus colegas, más de 900, que ya se encuentran en el territorio rumano. «En todo el flanco oriental, desde el mar Negro hasta el Báltico, la OTAN está lanzando tropas y capacidades militares adicionales«, ha dicho Jens Stoltenberg, quien en nombre de la Alianza ha pedido a Rusia que alivie la situación y dialogue con buena fe. «Estamos listos para una solución política. Al mismo tiempo, somos fuertes, vigilantes y unidos”, ha puntualizado el jefe de la OTAN. El jueves, el presidente Klaus Iohannis también visitó la sede de la Brigada Multinacional del Sudeste en Craiova (sur), destinada a fortalecer la postura disuasoria y de defensa de la OTAN en la región del mar Negro y en el flanco este. Una oportunidad para que el jefe del Estado elogie positivamente las recientes decisiones de EE. UU. y Francia con respecto a su presencia militar en Rumanía. Klaus Iohannis también lanzó una invitación a otros países aliados para que consideren contribuir fuertemente a las estructuras multinacionales en Rumanía.
El Banco Nacional de Rumanía interviene para frenar la inflación
Rumanía tendrá un crecimiento económico del 4,2% este año y del 4,5% en 2023, según las previsiones económicas de invierno de la Comisión Europea. Sin embargo, la gente común se enfrenta a la inflación más alta desde 2005, y su tendencia es al alza. Los precios más altos son para el gas (más del 50%) y la electricidad (28%). Como, según las estimaciones del Banco Central, la inflación alcanzaría próximamente una cifra de dos dígitos, en un intento por moderarla, el BNR ha elevado la tasa de política monetaria hasta un 2,5% anualmente. La primera consecuencia sería el aumento de las tasas de interés para los créditos en lei, la disminución del consumo y la ralentización del crecimiento económico. Estos costos son, sin embargo, aceptables, según dicen los expertos económicos, para frenar la inflación, el enemigo público número uno de la primera mitad del año.
El ministro de Energía se salva de la moción
Severamente criticado por la forma en la que gestionó la situación actual de la Energía, el ministro liberal Virgil Popescu ha tenido que enfrentar, esta semana, una moción simple que la Unión Salvad Rumanía, en oposición, presentó en la Cámara de los Diputados. En resumen, la USR describe la gestión de la crisis de las facturas energéticas como desastrosa, las decisiones del ministro Popescu poniendo en peligro la seguridad energética de Rumanía, en opinión de la Unión. El debate de la moción simple, previsto para el lunes, fue suspendido, sin embargo, luego de que el líder de los diputados nacionalistas de la AUR, George Simion, tratara con brusquedad al ministro de Energía mientras el funcionario hablaba desde la tribuna de la Cámara. La reunión se reanudó, pero los debates tuvieron lugar sólo con diputados de la USR, la AUR y no afiliados, en ausencia, en señal de protesta, de Virgil Popescu y de los representantes del PSD, el PNL y la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía, en el poder. La moción no fue votada. En cambio, los representantes de los partidos de Gobierno han modificado el reglamento de la Cámara de los Diputados para que los parlamentarios que se comporten de manera agresiva durante las sesiones del pleno puedan ser sancionados con mayor severidad. La AUR y la USR han anunciado que notificarán al Tribunal Constitucional por considerar que los cambios afectan la transparencia de la actividad parlamentaria.
Apoyo rumano para la República de Moldavia
Este viernes se ha celebrado una reunión común, en Chisinau, de los Gobiernos de Rumanía y de la República de Moldavia, una oportunidad para firmar varios acuerdos de cooperación en áreas como la energía, la educación o las infraestructuras. Vemos en Chisinau la mayor apertura jamás registrada en relación con Bucarest, según ha comentado el primer ministro rumano, Nicolae Ciuca. Por su parte, la jefa del Ejecutivo moldavo proeuropeo, Natalia Gavriliță, ha visto en la reunión conjunta un símbolo, a través de su ambiciosa agenda en beneficio de los ciudadanos de ambos Estados. Bucarest proporcionará a Chisinau 100 millones de euros como fondos de asistencia financiera no reembolsable. Entre otras cosas, se construirán redes de agua y alcantarillado y se rehabilitarán instituciones educativas y culturales. También se construirá un nuevo puente sobre el río Prut, que se integrará en el futuro sistema de carreteras de Rumanía. Al mismo tiempo, las dos partes trabajarán juntas para evaluar, prevenir y gestionar las crisis en el suministro de energía y gas natural.