La tarjeta energética ya se puede utilizar
Las personas vulnerables de Rumanía pueden usar, a partir del lunes, las tarjetas de energía para pagar sus facturas.
Mihai Pelin, 21.02.2023, 12:45
En Rumanía, las tarjetas energéticas ofrecidas por el Gobierno a las personas de bajos ingresos han comenzado a utilizarse para pagar las facturas. El primer tramo de esta ayuda estatal tiene un valor de 700 leus (unos 140 euros), al igual que el segundo, que le seguirá en septiembre. La tarjeta concede a los beneficiarios la posibilidad de pagar las facturas en curso o pendientes de pago de electricidad, energía térmica en sistema centralizado, bombona de GLP (gas licuado de petróleo) para calefacción, gas, leña para fuego, fueloil, biocombustible y otros materiales utilizados para calefacción (agua geotérmica, carbón, briquetas de aserrín). En el caso de quienes vivan en bloques de viviendas, se pueden pagar las facturas corrientes o vencidas. La operación se puede realizar tanto desde casa, a través del cartero, que está equipado con un dispositivo electrónico especial, como en la oficina de correos o mediante la aplicación en línea puesta a disposición por los Correos Rumanos. Se necesita la tarjeta energética en vigor en la fecha en que se realiza el pago, el documento de identidad del beneficiario, los justificantes que acrediten la deuda vigente o pendiente con el suministrador de energía o, según caso, con la comunidad de inquilinos: facturas, certificado de validación de la deuda, comprobantes fiscales.
Según los datos del Ministerio de Inversiones y Proyectos Europeos, las tarjetas ya habrían llegado a 1,7 millones de personas vulnerables. Las listas de beneficiarios fueron elaboradas por el Ministerio de Trabajo, pero debe precisarse que las ayudas estatales se otorgan al lugar de consumo, y no a particulares. Así, en los hogares de varios habitantes se recogen los ingresos de todos los cohabitantes y se dividen por su número y para poder beneficiarse de la tarjeta energética el resultado debe ser inferior a 2.000 leus (unos 400 euros). Como el número total de puntos de consumo que caerían en estas condiciones se estima en 2,8 millones, la diferencia de más de un millón de tarjetas se repartiría a medida que se esclarezcan las situaciones no claras. Por otro lado, en algunos casos, según el Ministerio de Trabajo, hay personas con ingresos inferiores a 2.000 leus pero que viven con familiares u otros compañeros de habitación que ganan cantidades mucho más altas, de diversas fuentes, y por ello no recibirán estas tarjetas.
Estos problemas están por solucionarse, aseguran las autoridades. El ministro de Inversiones y Proyectos Europeos, Marcel Boloş, ha dicho a la gente que no se preocupe, porque no hay riesgo de no recibir las tarjetas, si tienen derecho a ellas según la ley. No hace falta que nadie se apresure, la gente tiene todo el tiempo para saldar sus deudas gracias a la ayuda que el Gobierno les brinda con dinero europeo. Las listas se están actualizando, se les darán tarjetas también y tendrán tiempo hasta el verano para agotar el primer tramo, ha añadido el ministro. Las tarjetas energéticas, tanto para el primer tramo como para el segundo, se pueden utilizar hasta final de año. No se pueden vender ni donar, y los rumanos que intenten infringir estas reglas se arriesgan a recibir multas de miles de leus.