Reunión sobre la paz en París
Rumanía reafirma su solidaridad con Ucrania, invadida por las tropas rusas, y con la República de Moldavia, seriamente afectada por las consecuencias de la guerra. Bogdan Matei.
Bogdan Matei, 14.11.2022, 14:27
«Es importante destacar que la invasión rusa de Ucrania ha resultado ser un acelerador de un proceso destructivo, lo que hace aún más evidente la necesidad de combatir el uso de la energía y los alimentos como armas, así como el uso de la propaganda, a través de una acción internacional coordinada», afirma el jefe de Estado rumano, Klaus Iohannis, que asistió al tradicional Foro de París sobre la Paz. La agenda de este año ha estado, por supuesto, marcada por las múltiples crisis derivadas de la invasión de Ucrania por las tropas rusas el pasado 24 de febrero. Para el presidente Iohannis, los llamados Corredores de Solidaridad deben pasar de ser una solución temporal a servir de puente a largo plazo entre la Unión Europea, Ucrania y la República de Moldavia, con vistas a sus futuras adhesiones. Por eso, Bucarest ha apoyado la iniciativa de ampliar la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), así como la financiación de proyectos para mejorar las conexiones de transporte con las dos ex repúblicas soviéticas, vecinas de Rumanía y candidatas para entrar en la UE.
Los puertos rumanos de Galati (en el Danubio) y Constanza (en el Mar Negro) están dispuestos a desempeñar un mayor papel en este sentido, añade Iohannis. También recordó que el jueves pasado se inauguró un nuevo paso fronterizo en la frontera ucraniana, el primero abierto por este país con un Estado miembro de la UE desde el inicio del conflicto. «Estoy orgulloso de las medidas adoptadas por Rumanía, que han permitido el tránsito de más de 6,5 millones de toneladas de grano procedentes de Ucrania, una contribución vital a la seguridad alimentaria mundial. Este es solo el principio de un largo camino», añadió el presidente.
La República de Moldavia, el más pequeño y vulnerable de los vecinos de Ucrania, necesita 1.100 millones de euros adicionales para cubrir los costes energéticos este invierno, según declaró el jefe de la diplomacia de Chisinau, Nicu Popescu. «Nuestra situación es muy, muy difícil», declaró Popescu, también en el Foro de la Paz de París. La república «está amenazada militarmente, así como en términos energéticos y económicos», añadió, ya que el suministro de gas ruso —del que Chisinau depende casi por completo— ha disminuido gravemente y tampoco recibe más electricidad de la vecina Ucrania, tras los ataques rusos a la infraestructura energética de ese país.
«La situación se complicará aún más este invierno, pero seguiremos gestionándola», asegura Popescu, que también recuerda que la república ha recibido unos 80.000 refugiados ucranianos. El mismo jueves, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estuvo en Chisinau y anunció que la República de Moldavia recibirá 250 millones de euros de Bruselas para enfrentar la crisis energética. El dinero forma parte de un paquete de ayuda adicional y se entregará a partir del 1 de enero de 2023. Más del 90 % de las necesidades energéticas de la república se importan de Rumanía.
Traducción al español: Iulia Hau