La República de Moldavia, camino europeo
La clase política de Bucarest reafirma su apoyo a las aspiraciones de integración europea de la vecina República de Moldavia (exsoviética, con mayoría de rumanohablantes). Sigue un material firmado por Bogdan Matei.
Bogdan Matei, 29.04.2022, 10:57
Con una presidenta prooccidental, Maia Sandu, y un partido presidencial, Acción y Solidaridad, que domina claramente el Parlamento y ostenta todas las carteras ministeriales, la República de Moldavia parece, tras tres décadas de oscilaciones entre Oriente y Occidente, finalmente capaz de emerger definitivamente de la órbita de Moscú. Como siempre, Rumanía es el defensor más constante y enérgico de la independencia, la soberanía y la integridad territorial del Estado vecino, así como de sus aspiraciones de integración europea. Creada sobre una parte de los territorios del este de Rumanía anexionados por la Unión Soviética estalinista en 1940, tras un ultimátum, la República de Moldavia declaró su independencia el 27 de agosto de 1991, tras el fracaso del golpe neobolchevique de Moscú, dirigido contra el último líder soviético, el reformador Mijaíl Gorbachov. El mismo día, Rumanía se convirtió en el primer país del mundo en reconocer la estatalidad de su nuevo vecino.
En un momento en que cientos de miles de ucranianos se refugian en la República de Moldavia para escapar de las tropas rusas que invaden su país, y extrañas explosiones y ataques con granadas causan temores en cuando a un resurgimiento del conflicto congelado en la región separatista prorrusa de Transnistria (en el este), los partidos parlamentarios de Bucarest reafirman, al unísono, su apoyo al camino europeo de Chisinau.
Militar de carrera, el primer ministro liberal Nicolae Ciucă aboga por un análisis muy equilibrado de los incidentes de Transnistria, para que la situación de seguridad en la zona, que es tan frágil, no se deteriore más. El líder del PSD (socio del PNL en el Gobierno), Marcel Ciolacu, también cree que los incidentes de Tiráspol fueron un intento de intimidación y anuncia que en las próximas semanas habrá una reunión conjunta de los líderes del Senado y la Cámara de los Diputados de Bucarest y del Parlamento de Chisinau.
El eurodiputado de la Unión Demócrata de los Húngaros de Rumanía (socio menor en el Gobierno), Iuliu Winkler, recuerda las solicitudes de adhesión a la Unión Europea presentadas por Ucrania, la República de Moldavia y Georgia y espera que todos estos Estados exsoviéticos se conviertan oficialmente en candidatos al foro comunitario.
Desde la oposición, el diputado de la USR, Dan Barna, cree que los incidentes de Tiráspol fueron simples desafíos, que deben ser vistos con sabiduría diplomática y que la única oportunidad para la estabilidad de la República de Moldavia está en la Unión Europea, y Rumanía, como miembro tanto de la Unión como de la OTAN, tiene el deber de apoyar este camino.
Para la AUR (la oposición nacionalista), dice el senador Sorin Lavric, la reunificación de la República de Moldavia con Rumanía es la única solución real de seguridad, dado que los incidentes de Transnistria apuntarían a extender allí la guerra de Ucrania.