Rumanía y la crisis de Ucrania
Los ciberataques, las actividades de espionaje y las actividades relacionadas con el fenómeno de la noticias falsas se han intensificado en Rumanía en el contexto regional actual, ha declarado el director del Servicio Rumano de Inteligencia, Eduard Hellvig. Escuchado en la comisión común permanente de la Cámara de Diputados y del Senado rumano por el ejercicio del control parlamentario de la actividad del SRI, Hellvig ha presentado un análisis de seguridad desde la perspectiva de las atribucines legales del SRI y en el contexto de la situación tensa en Ucranía, país vecino. Según un comunicado del SRI, el director Hellvig ha abogado por la actualización del paquete de leyes sobre la seguridad nacional, teniendo en cuenta que el ámbito regional de seguridad está cambiando.
Bogdan Matei, 23.02.2022, 11:23
Los ciberataques, las actividades de espionaje y las actividades relacionadas con el fenómeno de la noticias falsas se han intensificado en Rumanía en el contexto regional actual, ha declarado el director del Servicio Rumano de Inteligencia, Eduard Hellvig. Escuchado en la comisión común permanente de la Cámara de Diputados y del Senado rumano por el ejercicio del control parlamentario de la actividad del SRI, Hellvig ha presentado un análisis de seguridad desde la perspectiva de las atribucines legales del SRI y en el contexto de la situación tensa en Ucranía, país vecino. Según un comunicado del SRI, el director Hellvig ha abogado por la actualización del paquete de leyes sobre la seguridad nacional, teniendo en cuenta que el ámbito regional de seguridad está cambiando.
También en Bucarest, el ministro de Defensa, Vasile Dîncu, ha declarado que, en el caso de un conflicto armado, Rumanía está preparada para recibir a más de 500.000 refugiados de Ucrania. “Hay un plan al respecto que está preparado en todas las grandes ciudades, hay zonas dedicadas a esto, cerca de las fronteras”, ha explicado el ministro. Más de 600 kilómetros de frontera separan a Rumanía del Estado vecino. La comunidad rumana de allí está formada por más de 400.000 personas, la mayoría de ellas concentradas en el norte de Bucovina, el norte y el sur de Besarabia y la región de Herța, territorios rumanos anexionados por la antigua Unión Soviética estalinista en 1940 y tomadas, como Estado sucesor, por Ucrania en 1991, una vez desintegrada la Unión Soviética. Por otro lado, Rumanía ha decidido enviar a Ucrania productos médicos: analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos y desinfectantes. El apoyo se ofrece a través del Mecanismo de Proteccion Civíl de la Unión Europea y es una respuesta a la solicitud de ayuda urgente enviada a la Comisión Europea por la administración de Kiev. Junto con Rumanía, Austria, Francia, Irlanda y Eslovenia también ofrecerán a Ucrania ayuda comunitaria. Como la crisis geopolítica puede empeorar la crisis energética, las autoridades rumanas dan señales reconfortantes sobre este tema. Un conflicto en Ucrania no generará problemas respecto al suministro de gas en Rumanía, país vecino, que, con la llegada de la primavera, puede asegurar todo su consumo de fuentes internas, ha afirmado el ministro de Energía, Virgil Popescu. Éste ha añadido que los responsables buscan diversificar las rutas de importación y también analizan otras fuentes de gas que las ofrecidas por intermediarios del gigante energético ruso Gazprom. El comité de expertos autóctono Expert Forum (EFOR) menciona en su informe anual para 2022 que los precios de la electricidad han subido a causa del déficit de gas, acentuado deliberadamente por Gazprom a partir del pasado verano. La compañía rusa, apoyada por EFOR, ha cumplido al límite sus contratos con los europeos, vaciando desde el pasado verano sus unidades de almacenamiento en Europa, y ha entregado lo menos posible a través de los conductos. En general, la estrategia de la compañía Gazprom ha sido la de abusar de las normas europeas, cumpliéndolas formalmente, justamente para mostrar que las normas europeas son las que fallan, concluye el informe elaborado por los expertos rumanos.
Versión española: Monica Tarău