Vacunación y restricciones
Daniela Budu, 13.12.2021, 12:59
El deseo de los rumanos de vacunarse continúa disminuyendo, a pesar de las garantías de los médicos de que la inmunización reduce en gran medida el riesgo de las formas graves de COVID y de las muertes asociadas. Los especialistas afirman que esto se debe a la disminución de la incidencia de casos en las últimas semanas en todo el país y señalan los finales de octubre, cuando Rumanía registró el mayor número de personas vacunadas con la primera dosis desde el inicio de la pandemia, 111.000. Entonces, sin embargo, se anunció que los rumanos serían recibidos en el trabajo sólo con el certificado verde y, según los especialistas, esto los impulsó a vacunarse. Después de que el Senado rechazara el proyecto de ley sobre el certificado y lo bloqueara en la Cámara de los Diputados, el interés en la inmunización ha disminuido constantemente, alcanzando hoy en día alrededor de una cuarta parte del récord. En este contexto, el coordinador de la campaña nacional de vacunación contra la COVID-19, Valeriu Gheorghiţă, opina que la implementación del certificado verde debe realizarse de tal manera que se evite una nueva ola de enfermedades y no en medio de la ola. Él afirma que el certificado no tendrá «un rendimiento del 100% en la prevención de enfermedades, pero reducirá significativamente el riesgo de enfermedad». El médico señala que cualquier medida que tomen las autoridades debe ser tanto para prevenir la enfermedad como para alentar la vacunación.
Valeriu Gheorghiță dice que los estudios muestran un alto nivel de protección en el caso de las personas que han pasado la infección y están vacunadas con la pauta completa, pero también de aquellas que han recibido la dosis de refuerzo.
Cabe mencionar que hasta ahora los rumanos tampoco se han apresurado a recibir esta tercera dosis de la vacuna. Aproximadamente 1,8 millones de ellos la han recibido, y poco más de 7,6 millones están completamente vacunados.
Aunque el número de inmunizados no está a la altura de las expectativas de las autoridades, éstas han relajado las restricciones en el contexto de la disminución del número de infecciones y muertes en Rumanía y las vacaciones de invierno. Las medidas incluyen el uso de la mascarilla al aire libre sólo en áreas concurridas y en el interior. El acceso a restaurantes y tiendas está permitido hasta las 22:00, en lugar de las 21:00. Todas las actividades que estaban limitadas al 30% de su capacidad ahora están permitidas hasta el 50%. Se trata de cines, teatros y gimnasios, pero sólo para los vacunados, los que han pasado la infección o tienen una prueba negativa.
En cuanto a la Nochebuena y Nochevieja, los restaurantes podrán permanecer abiertos. Sin embargo, el jefe del Departamento para Situaciones de Emergencia, Raed Arafat, advierte que los efectos de las fiestas de fin de año se verán en unas dos semanas y que no todo el mundo cumplirá con las normas sanitarias para evitar la propagación de la pandemia de COVID-19. Los médicos advierten que en los espacios interiores el riesgo de infección por el nuevo coronavirus sigue siendo extremadamente alto.