Pronósticos sobre la economía rumana
El BERD estima un crecimiento de la economía rumana este año. Sin embargo, la evolución de la pandemia y los altos precios del gas natural, del petróleo y de las materias primas podrían afectar a esta recuperación, advierte la institución internacional.
Mihai Pelin, 05.11.2021, 15:16
El Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) ha mejorado de forma significativa las estimaciones sobre la evolución económica de Rumanía en 2021, estimando un crecimiento del 7,2 % este año, frente a un avance del 6 % estimado en junio, según se muestra en un informe publicado recientemente. Después, para 2022, el dinero europeo que llegará a través del Programa de Recuperación y Resiliencia tendría que conllevar el aumento de las inversiones y la mejora de las exportaciones, lo que, junto con la esperada consolidación fiscal y la ralentización del consumo privado, podría conllevar un crecimiento de más de un 4 % del PIB. Sin embargo, el BERD advierte que en estas estimaciones hay un alto nivel de incertidumbre.
En el caso de Rumanía, el riesgo principal es la evolución de la pandemia, en las condiciones en que tiene la segunda tasa de vacunación más baja en la Unión Europea. Después siguen los altos precios del gas natural y el petróleo, porque Rumanía, al igual que otros Estados, se ve obligada a compensar los altos gastos de energía para las viviendas con ingresos bajos. Otros motivos de preocupación son las posibles perturbaciones en las redes de suministro y la depreciación de la moneda nacional. Según esta institución financiera, en tres Estados miembros de la UE en el sudeste de Europa (Grecia, Rumanía y Bulgaria), actualmente tiene lugar una recuperación económica significativa, después de un 2020 bastante difícil. En el caso de Rumanía, el principal motor de crecimiento es la demanda interna. Por otro lado, los altos precios de las materias primas podrían afectar a la recuperación de las economías después de la pandemia, porque afectan fuertemente la balanza comercial de los países que importan energía, como Rumanía.
Según el informe, los altos precios de la energía podrían ofrecer una prueba del apoyo de la opinión pública para un futuro más verde. Mientras que este apoyo ha sido fuerte y ha aumentado a nivel mundial en los últimos años, en algunas economías, incluso en Egipto, Lituania, Kazajistán, Polonia y Rumanía, es menor que a finales de los años 1990. Según el BERD, las economías de su zona de actividad registrarán en 2021 un crecimiento promedio de un 5,5 %, una revisión al alza de un 1,3 % frente a los pronósticos de junio. En 2022, a medida que se recuperen las economías, el ritmo será más moderado, de un 3,8 %. Estos pronósticos tienen un alto nivel de incertidumbre a causa de los riesgos asociados a la futura evolución de las infecciones por COVID-19, el posible empeoramiento de las condiciones exteriores y un crecimiento económico más bajo entre los principales colaboradores comerciales.
El BERD fue creado en 1991 para invertir en los antiguos Estados del bloque comunista y para ayudarlos a hacer la transición a la economía de mercado. Después de la caída del comunismo, en 1989, el BERD se ha convertido en un inversor importante en Rumanía, donde se centra en la financiación de la infraestructura, el crecimiento de la productividad y la consolidación del sector financiero. Hasta ahora, el BERD ha invertido casi 9.000 millones de euros en la economía rumana. Tres cuartos de esa cantidad han llegado al sector privado.
Versión española: Monica Tarău