La mafia de la deforestación ilegal
Continúa la deforestación ilegal en Rumanía, un país con una de las reservas forestales más antiguas de Europa.
Mihai Pelin, 20.09.2021, 13:50
Tras un incidente reciente, la deforestación ilegal en Rumanía vuelve a captar la atención de las autoridades. Miembros de un equipo de rodaje de un documental internacional sobre la deforestación ilegal han sufrido una brutal paliza a manos de una veintena de personas en un bosque de la provincia de Suceava (noreste del país). Los materiales de rodaje y todas las grabaciones han resultado destruidos. Junto a los participantes en el rodaje de la película se encontraba un activista ambiental, quien los ayudaba a identificar pruebas de los delitos forestales en la zona. El ataque fue de una brutalidad considerable, y es que algunas de las víctimas perdieron el conocimiento de camino al hospital, según Greenpeace Rumanía. Más tarde, las tres víctimas recibieron atención médica y su estado de salud es ahora estable. Entre los comparecientes ante la policía se encuentran el propietario del terreno forestal donde ocurrió el hecho, así como el jefe del distrito forestal, aunque continúan las investigaciones para identificar a todas las personas implicadas.
El pasado otoño ocurrió otro incidente trágico, a la par que cómico, que llamó la atención de la prensa. En aquel momento, un alcalde de un municipio de la provincia de Argeș (sur del país) fue detenido por la policía mientras transportaba ilegalmente cerca de cuarenta metros cúbicos de madera sin documentación acerca de su origen. Tanto la madera como el camión fueron confiscados. El alcalde, a quien se le abrió una causa penal, se defendió alegando que no tenía nada que ver con la madera. Afirmó que él tan solo conducía el camión, debido a una gran falta de conductores en la empresa de su esposa. Irónicamente, el alcalde afirma que no hizo nada ilegal.
Según organizaciones no gubernamentales, en los últimos años, en Rumanía, más de 600 personas han sido víctimas de ataques por parte de delincuentes en zonas forestales. A su vez, seis de ellas han muerto como consecuencia de estos actos violentos. La Policía rumana informa de que en los primeros ocho meses de 2021, los delitos forestales han aumentado en más de un 60 % respecto al mismo período del año pasado. En los primeros ocho meses de este año, se han realizado más de 27 000 controles y se han impuesto más de 5500 multas por un valor de nueve millones de leus (unos 1,8 millones de euros), una cantidad ínfima, si la comparamos con el valor de la madera robada. En Rumanía se talan ilegalmente cada año cerca de veinte millones de metros cúbicos, tal y como declaraba a finales de 2019 el exministro de Medioambiente, Costel Alexe, una parte de los cuales proviene de bosques vírgenes. En el país se encuentran aproximadamente dos tercios de los bosques vírgenes de Europa y la mayoría de ellos están protegidos gracias al programa Natura 2000. En 2020 la Comisión Europea inició el procedimiento de infracción contra Rumanía al no adoptar medidas de protección de los bosques. Desafortunadamente, esta medida no produjo ningún efecto, tal y como afirman los activistas ambientales. En su opinión, los políticos rumanos gastan energías acusándose unos a otros. Ninguno de los Gobiernos al mando a lo largo de los años ha sido capaz de actuar con respecto a la tala ilegal. Los recientes cambios propuestos por las autoridades en materia de legislación forestal, debatidos en el Parlamento, tienen como objetivo endurecer significativamente la normativa respecto a la tala ilegal. Toda sustracción de madera, independientemente de la cantidad, pasará a ser delito y se castigará con penas de prisión, al margen de la cantidad talada. Por el momento, se continúan produciendo delitos forestales.
Versión en español: Víctor Peña Irles