Liviu Dragnea, un nuevo juicio
Condenado tres veces y actualmente encarcelado, el antiguo líder del PSD Liviu Dragnea ha sido nuevamente enviado a juicio.
Ştefan Stoica, 18.05.2021, 12:42
La saga judicial del que dirigió el Partido Social Demócrata hasta ser condenado hace dos años, parece terminar. Liviu Dragnea, quien actualmente está en prisión, ha vuelto a recibir una mala noticia: ha sido enviado a juicio por los fiscales de la Dirección Nacional Anticorrupción en un nuevo expediente en el que está acusado por las autoridades de tráfico de influencias y uso de influencias o autoridad en referencia a su presencia en la ceremonia de inauguración del presidente Donald Trump a comienzos del año 2017. En aquel período, Dragnea era presidente de la Cámara de los Diputados y jefe del principal partido en el Gobierno y las imágenes de él saludando al líder más poderoso del mundo libre abrieron el camino de todas las especulaciones posibles en Bucarest.
Ahora los fiscales afirman que el antiguo jefe de los socialdemócratas es culpable de tráfico de influencias y uso indebido de influencia o autoridad por parte de una persona que ocupa un cargo de liderazgo en un partido, con el fin de obtener beneficios indebidos para él o para otro. Inculpados, junto con Dragnea, hay otros tres empresarios acusados del delito de tráfico de influencias y complicidad en el tráfico de influencias. Entre enero y mayo de 2017, Liviu Dragnea supuestamente recibió de un empresario, sospechoso del caso, beneficios indebidos para él y para su partido, que consistían en garantizar el acceso a los eventos de la Ceremonia Presidencial del Presidente de los Estados Unidos, del 17 al 21 de enero de 2017, realizada en Washington, en base a un paquete de beneficios por un valor total de 250.000 dólares, acceso obtenido a través de un político y empresario, vicepresidente del Comité de Inauguración Presidencial. Con la ayuda de los otros dos empresarios fueron proporcionados servicios de cabildeo y consultoría política por un valor de 30.000 dólares para el partido al que pertenecía. El dinero fue presuntamente pagado en mayo de 2017 por una empresa offshore con sede en las Islas Vírgenes Británicas y cuentas bancarias en Chipre, según indica la Dirección Nacional Anticorrupción. En este contexto, Dragnea supuestamente traficaba, a favor del empresario rumano, sospechoso en el caso, con la influencia real que tenía hacia el primer ministro y otros miembros del Gobierno rumano, prometiendo la protección de sus intereses comerciales, especialmente en el campo militar y de inteligencia, que el empresario rumano tenía en Rumanía.
La primera condena de Liviu Dragnea fue una pena suspendida por fraude electoral. La carrera política de Dragnea llegó a su fin de manera brusca en 2019, cuando la justicia rumana le condenó a tres años y medio de cárcel por haber empleado de manera ficticia a dos trabajadores de su partido en una institución pública de la provincia sureña de Teleorman, de la que era presidente. Ahora desea salir de la cárcel más temprano.
Su herencia política se ha transformado en carga electoral para el PSD. El partido ha perdido en serie las elecciones europarlamentarias y presidenciales del 2019, ocupó el primer lugar en los comicios legislativos del 2020 pero no pudo formar una mayoría para crear el nuevo Ejecutivo y sólo logró mantener un peso importante en el plano local.
Los fracasos del PSD se deben en gran medida al exlíder, acusado de haber iniciado un peligroso juicio de subordinación política de la justicia sólo para salvarse de los problemas penales.