Fin de semana lleno de gente en las pistas
Las nevadas de los últimos días y la apertura de la mayoría de las pistas de esquí del país han hecho que muchos rumanos pasen el fin de semana en las estaciones de esquí.
Daniela Budu, 18.01.2021, 13:45
Con la prolongación del estado de alerta en Rumanía por la pandemia, durante el invierno se adoptaron medidas relacionadas con la temporada fría y el turismo de montaña. Las pistas de esquí se han mantenido abiertas, pero el objetivo es evitar la congestión, que, según las autoridades, es la principal forma para prevenir la propagación del nuevo virus. Por ejemplo, durante este período, los teleféricos utilizan la mitad de los asientos disponibles, mientras que los telesillas y los remontes funcionan con normalidad. Los restaurantes y hoteles cercanos a las pistas también operan en condiciones de pandemia, con ciertas restricciones. Han funcionado de la misma manera este fin de semana que acaba de terminar.
En Rumanía ha estado nevando durante los últimos días, y la ola de frío de ahora está ayudando a que funcionen las instalaciones de nieve artificial, para el deleite de los turistas que acudieron a las estaciones de montaña. Este fin de semana las carreteras hacia la montaña han estado como en los buenos tiempos de los inviernos anteriores: llenas de coches. Y la congestión del tráfico pronto se trasladó a las pistas. Ha sido el primer fin de semana de esta temporada en el que se han abierto casi todas las pistas del país.
La nieve trae, cada año en Rumanía, una aglomeración indescriptible en las estaciones donde se practica el esquí. Debido a la congestión, los turistas han tenido que esperar decenas de minutos para obtener un asiento en las instalaciones de cable. Las autoridades han tomado medidas para evitar la congestión cerca de las pistas: han enviado más gendarmes para mantener el orden y han instalado vallas protectoras.
La red pública de ferrocarriles (CFR) ha añadido vagones a los trenes que aseguran la conexión con las estaciones en el valle de Prahova (sureste) y en la ciudad de Brașov (centro), siendo la demanda de viajes muy alta para este fin de semana. Desde los primeros días del año han entrado en circulación los Trenes de la Nieve. 36 trenes funcionan diariamente hasta finales de febrero en los principales centros turísticos de montaña, como los del valle de Prahova o Vatra Dornei (norte). Hay trenes que tardan poco más de dos horas en llegar desde la capital, Bucarest, hasta Brasov, pero en la carretera a las montañas, se forman colas de coches de varios kilómetros durante los fines de semana, y si nieva, el tráfico se vuelve muy difícil. Esto sucede todos los inviernos en Rumanía, porque no hay suficientes rutas hacia las estaciones de montaña.
En cuanto a las pistas, el dominio esquiable de Rumanía está formado por unas 200 pistas aprobadas por el Ministerio de Turismo, que suman una longitud de algo más de 162 kilómetros. Debido al clima, estas pistas están abiertas al público solo en invierno. Sin embargo, toda la zona de esquí en Rumanía tiene el tamaño de una sola estación de esquí en Austria o Francia, donde se invierten anualmente decenas de millones de euros en la infraestructura de esquí.