Los partidos elaboran las listas de candidatos
Profesionales reconocidos en las listas que los partidos presentarán en las elecciones legislativas de diciembre.
Ştefan Stoica, 19.10.2020, 16:02
En este año complicado, Rumanía no solo constituye un campo de batalla contra el nuevo coronavirus, sino también una zona de guerra electoral. La pandemia, capaz de dejarlo todo a merced de la incertidumbre, provocó el aplazamiento de las elecciones locales. Convocadas inicialmente en junio, se acabaron celebrando, pero a finales de septiembre. Ahora se acercan las elecciones parlamentarias, previstas para el 6 de diciembre. El Partido Nacional Liberal (PNL), en el Gobierno y ganador de las elecciones locales, y el Partido Social Demócrata (PSD), todavía mayoritario en el Parlamento, buscan a candidatos convincentes para alistarlos en las legislativas.
Los socialdemócratas, en concreto, a los que se acusa constantemente de favorecer a políticos relacionados con el antiguo régimen en el acceso a puestos clave, han dado un doble golpe maestro, al proponer a dos médicos reconocidos, a Alexandru Rafila, representante del país ante la Organización Mundial de la Salud y a Adrian Streinu-Cercel, director del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Matei Balș. El primero es omnipresente en las pantallas de televisión, y es que lo llaman para acabar con la ignorancia aclarando todo lo que se sabe y se puede explicar acerca del nuevo coronavirus. Al segundo también le dieron bombo intensamente los medios de comunicación, hasta que apareció en la prensa, bajo su firma, un programa fantasioso y de corte utópico de reforma del sistema sanitario y de lucha contra la pandemia. Aun así, sigue siendo un especialista respetado. El nuevo equipo del PSD incluye a personas honestas, profesionales y reconocidas en sus dominios de actividad, asegura el presidente del PSD, Marcel Ciolacu, responsable de que se presenten los dos. En su opinión, Rumanía está atravesando la peor crisis sanitaria y económica de la historia, y un gobierno competente y responsable habría trabajado junto a especialistas para sacar a Rumanía de este callejón sin salida. Lamentablemente, esto no ha sucedido y el país se encuentra cerca del desastre, ha criticado Ciolacu. Según el líder socialdemócrata, el PSD debe traer al Parlamento un equipo fuerte con el que poner en práctica el ideario del programa de Gobierno, resolver la crisis sanitaria y, a continuación, hacer crecer la economía y el nivel de vida de la gente. La respuesta de los liberales ha llegado de inmediato.
El primer ministro y líder del PNL, Ludovic Orban, anticipa que se criticará a Alexandru Rafila y Adrian Streinu-Cercel por decidir presentarse a las elecciones parlamentarias con el PSD y que las opiniones que ambos expresen sobre la pandemia ya no tienen ningún tipo de credibilidad. En opinión de Orban, es incomprensible cómo han elegido ir con el PSD, partido sobre el que han declarado que han torpedeado sistemáticamente, durante meses, todos los esfuerzos realizados por las autoridades y los especialistas para limitar el aumento en el número de casos y al que han calificado como el principal enemigo del país. Por otro lado, el PNL se suma a la misma estrategia de profesionalización al incluir en sus filas al actual ministro de Defensa, Nicole Ciucă, antiguo jefe del Estado Mayor. En cuanto a la tercera fuerza política en Rumanía, Unión Salvar Rumanía y Partido Libertad, Unión y Solidaridad (USR-PLUS), de centro, han sorprendido las disputas internas por los puestos con posibilidades, ya que, según los objetores, no volverían aquellos que luchan en primera línea contra los partidos tradicionales. Los conservadores del Partido Movimiento Popular (PMP) también intentan apostar por la credibilidad y la profesionalidad, y abren su lista para el Senado con Cristian Diaconescu, exministro de Asuntos Exteriores y Justicia.
Versión en español: Víctor Peña Irles