De la sequía al mal tiempo
Esta primavera, Rumanía se ha enfrentado a la sequía más grave registrada en la última mitad de siglo, seguida en mayo por tormentas, lluvias torrenciales y granizo.
Daniela Budu, 17.06.2020, 15:27
La sequía y la pandemia de COVID-19 hacen que este año sea atípico, un año en el que la agricultura ya no podrá aportar mucho dinero al presupuesto público y en el que pierden tanto los productores como los granjeros y los comerciantes, ha declarado en Radio Rumanía el presidente de la Federación de los Sindicatos de la Industria Alimentaria, Dragoş Frumosu. Según ha afirmado, subirá el precio de los cereales, al igual que el precio de los forrajes, y también subirá el precio de la carne y de los productos de panadería. Los países de la UE intentarán proteger su producción para el consumo propio, y en este contexto, es posible que baje la exportación en el caso de ciertos productos que Rumanía importa. Dragoş Frumosu ha hablado de las soluciones en esta situación:
“Desde mi punto de vista, la única solución, o salvación, si quieren, es la de saber gestionar, en el sentido de crearnos también cierta reserva estatal de productos básicos, para asegurar los productos durante un año, hasta la próxima cosecha, para que al menos el precio se quede constante, y no haya fluctuaciones durante todo el año. Porque esto es muy importante. Creo que toda la clase política es muy culpable de la situación en la que está la agricultura después de 30 años.”
No sólo la sequía de esta primavera, sino también las tormentas y el granizo de las últimas semanas han afectado gravemente los cultivos agrícolas de varias zonas de Rumanía. Por ejemplo, los agricultores del noroeste del país han afirmado que las pérdidas son mayores en el caso de los cultivos de legumbres y cereales, árboles frutales y vid.
También hay pérdidas en la apicultura. Los apicultores rumanos solicitan a las autoridades que se conceda apoyo financiero para contrarrestar las pérdidas en este sector, teniendo en cuenta que los fenómenos meteorológicos desfavorables han puesto en peligro este año la producción de miel, y Rumanía ocupaba el cuarto lugar en Europa en este sector. A su vez, los granjeros solicitan a las autoridades que creen programas de inversiones para estimular a los productores autóctonos. Ellos han afirmado en una carta abierta que la agricultura rumana atraviesa un período muy difícil en el contexto de la crisis económica generada por la pandemia de coronavirus, que coincide con una sequía sin precedentes en los últimos 30 años. Ellos proponen una serie de medidas que se deben tomar inmediatamente, entre las que está la concesión de apoyo financiero para los pequeños granjeros y la continuación de la rehabilitación urgente de los sistemas de riego.
La semana pasada, el ministro de Agricultura, Adrian Oros, declaró que tenía la intención de conceder a los granjeros compensaciones por la sequía hasta el otoño, y las cifras iban a ser establecidas cuando finalizaran las evaluaciones. Este martes, Adrian Oros ha anunciado que, tras los controles realizados hasta ahora, ha resultado que la superficie afectada por la sequía en Rumanía es de 1.165.000 hectáreas de las aproximadamente tres millones de hectáreas sembradas en otoño. Recientemente, los analistas de la agencia Bloomberg han anunciado que la sequía más grave registrada en el último siglo afecta a Rumanía y a varios países de Europa del Este.
Versión española: Monica Tarău