Decisión del TEDH en el caso Kovesi
Laura Codruta Kovesi ha ganado el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) impugnando la decisión de ser destituida del cargo de fiscal jefe de la Dirección Nacional Anticorrupción de Rumanía.
Daniela Budu, 06.05.2020, 15:12
La rumana Laura Codruta Kovesi ha ganado, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la demanda contra el Estado rumano, presentada después de haber sido destituida del cargo de fiscal jefe de la Dirección Nacional Anticorrupción. Según el TEDH, Rumanía violó los derechos de la exjefa de la Fiscalía Anticorrupción (DNA) al revocarla del cargo antes del final de su segundo mandato. Es más, los magistrados del Tribunal Europeo llegaron a la conclusión de que su destitución fue abusiva porque no tuvo la oportunidad de defenderse y tampoco pudo contestar la decisión.
En su recurso ante el TEDH, Kovesi demostró que en el proceso de revocación de su cargo, que tuvo lugar en julio de 2018, tras una decisión del Tribunal Constitucional de Rumanía, habían sido violados dos derechos fundamentales. Se trata del derecho a un juicio justo, porque no tuvo acceso a un tribunal para defender sus derechos, y el derecho a la libertad de expresión, ya que su despido sobre la base de una evaluación del exministro de Justicia, Tudorel Toader, se hizo después de haberse pronunciado públicamente, en calidad de fiscal jefe de la DNA, sobre varias reformas legislativas que afectaban al sistema judicial. Laura Codruta Kovesi ha subrayado que la decisión del Tribunal Europeo no debería quedar sin efecto y añadió que el Tribunal Constitucional de Rumanía (CCR) debería pronunciarse «sobre principios», no sobre una persona. Al mismo tiempo, Kovesi considera que la decisión del TEDH «es una victoria para todos aquellos que han apoyado a la justicia en los últimos años».
El presidente Klaus Iohannis opina que la decisión del Tribunal Europeo en el caso Kovesi es «sin precedentes» y que el Tribunal Constitucional de Rumanía tiene la obligación de revisar «inmediatamente» no sólo el fallo sobre la revocación de la ex fiscal jefe de la DNA sino también cualquier otra decisión adoptada «a la luz de simples declaraciones, incluso cuando éstas sean políticas». En su opinión, la credibilidad del CCR está «fuertemente sacudida». En cambio, el presidente del CCR, Valer Dorneanu, señala que los que deseen considerar con «objetividad y sin prejuicios» la decisión del TEDH sobre la revocación de Laura Codruta Kovesi como fiscal jefe de la DNA notarán que «no hay críticas hacia el Tribunal Constitucional de Rumanía». Por otra parte, el presidente del PNL, el primer ministro Ludovic Orban, afirma que la decisión del TEDH compromete al CCR y subraya la necesidad de revisar a sus componentes y también el modo en que desarrolla su actividad el Tribunal Constitucional de Rumanía. El portavoz del PSD (principal partido de la oposición), Lucian Romascanu, ha declarado que la decisión del TEDH penaliza un procedimiento relacionado con los derechos y las libertades y que el PSD «no tiene ninguna culpa» en el caso.
En el extranjero, el New York Times escribe que la actual fiscal europea contra el fraude «ha sido destituida injustamente de la cabeza de la DNA». «Su revocación fue la culminación de las maniobras del Gobierno socialdemócrata en ese momento para cambiar la legislación judicial y reemplazar a los fiscales jefes, lo que llevó a protestas callejeras masivas y a la alarma de la Comisión Europea», recuerda el periódico de Nueva York. Al mismo tiempo, según subraya la publicación londinense Emerging Europe, que hace unos días nombró a Laura Codruta Kovesi la personalidad de 2020, «la victoria en el TEDH de la heroína anticorrupción coloca al Tribunal Constitucional de Rumanía en un foco no deseado». Tomando nota de que la exjefa de la Fiscalía Anticorrupción no ha solicitado una compensación, Emerging Europe señala que «el veredicto del TEDH tendrá probablemente un alto costo para el Tribunal Constitucional de Rumanía ya que ahora planea un enorme signo de interrogación sobre su independencia y credibilidad».