Auschwitz, 75 años
En Polonia ha tenido lugar la ceremonia oficial para conmemorar el 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.
Mihai Pelin, 28.01.2020, 15:45
Aunque han pasado 75 años desde que las tropas soviéticas liberaran el mayor campo de concentración y de exterminio nazi, Auschwitz-Birkenau, en el sur de Polonia, aún se siguen identificando los nombres de más de un millón de víctimas.
Conocida como la más brutal fábrica de muerte, fue especialmente diseñada en 1940 para eliminar a los enemigos reales o imaginarios del régimen de Adolf Hitler. En el verano de 1944, el campo ocupaba una superficie de 40 kilómetros cuadrados. En total, seis millones de judíos fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial, víctimas de Alemania y sus satélites. Varios cientos de miles eran originarios de Rumanía.
Algunos fueron deportados a Transnistria por el régimen dictatorial de Bucarest liderado por el mariscal Ion Antonescu, fiel aliado de la Alemania nazi. Otros fueron enviados directamente a los campos de exterminio nazis por los fascistas húngaros, que ocuparon parte de Transilvania (noroeste). Al asistir el lunes a las ceremonias de Auschwitz, organizadas con motivo del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, el primer ministro rumano, Ludovic Orban, ha dicho que «Rumanía, por sí misma, pero también como Estado miembro de la UE, promueve la tolerancia entre las personas, la no discriminación y la paz, permaneciendo activa en el proceso de preservar la memoria del Holocausto”. En Bucarest, el presidente Klaus Iohannis, después de haber asistido al Foro Mundial del Holocausto celebrado la semana pasada en Israel, ha condecorado a varios sobrevivientes judíos y romaníes. Sobre estos últimos, el presidente ha dicho:
“Los terribles sufrimientos de la comunidad romaní de nuestro país en los campos de concentración de Transnistria aún no se conocen ni se evocan lo suficiente. Es hora de llamar la atención del público sobre el Holocausto de los romaníes y honrar a los que han sobrevivido y que representan una voz de la humanidad dirigida contra el racismo y la xenofobia».
El presidente de la Federación de Comunidades Judías de Rumanía, Aurel Vainer, ha dicho que las condecoraciones ofrecidas por el presidente muestran que el Estado rumano está comprometido con la lucha contra el antisemitismo. Aurel Vainer:
“Esta condecoración tiene un gran significado histórico, no solo emocional. Actualmente en Rumanía los judíos disfrutamos de todos los derechos y obligaciones que tenemos que cumplir. Rumanía es un modelo, diría yo, de comportamiento hacia los judíos y promueve una actitud ofensiva hacia el antisemitismo, el racismo y la xenofobia».
Constantin Braila, un sobreviviente del Holocausto, deportado a Transnistria en 1942, ha recordado los sufrimientos experimentados en aquellos tiempos. Constantin Braila:
«Dormíamos sobre el suelo, no teníamos nada con que taparnos, ni ropa de cama ni nada. Había unos capullos de maíz y dormíamos sobre ellos. La ración de comida era de 250 gramos, pero nada de verduras o carne, solo esa harina de cebada, y nos obligaban a trabajar desde la mañana hasta la noche. Trabajamos en tres turnos».
Han sido condecoradas también otras instituciones que desempeñan un papel importante en la preservación de la memoria del Holocausto.