Enmiendas a la ley que reglamenta la actividad de los taxistas
Acaban de entrar en vigor las enmiendas a la ley que reglamenta la actividad de los taxistas.
Bogdan Matei, 16.05.2019, 16:00
En el mercado rumano de los taxis se ha llegado a algún tipo de tregua, pero bastante frágil. Las enmiendas a la ley que reglamenta la actividad de los taxistas, adoptadas por el Gobierno, acaban de entrar en vigor. A raíz de las protestas de los taxistas, se eliminó del texto de la ley el sintagma ʺde forma continuada, que impedía a los policías de tráfico poner sanciones a los conductores que se dedicaban a esta actividad de manera ilícita. A partir de hoy, cualquier conductor que transporte personas a cambio de una remuneración, sin tener una licencia para practicar esta actividad, será multado de inmediato y su coche ya no podrá ser utilizado por 6 meses.
La portavoz de la Brigada de Tránsito de la Policía rumana, Andra Arsintescu, ha declarado lo siguiente:
ʺEn el caso en que no dispongan de un permiso para transportar personas, serán sancionados con sumas entre los 5000 y los 10000 euros. Si disponen de un permiso de este tipo, pero que ha caducado, las multas son entre 200 y 1000 euros. Además de estas sanciones, el propietario pierde el derecho de utilizar el coche por seis meses y se le retiran las placas.ʺ
Los representantes del Ejecutivo aseguran que adoptarán una nueva ley que reglamente también el mercado de transporte alternativo de tipo Uber o Clever. El proyecto de ley está en el Ministerio de Transportes, pero todavía se buscan soluciones jurídicas para eliminar cualquier situación discriminatoria. Los representantes de estas compañías de transporte alternativo afirman que no cesarán su actividad, pero dicen que será decisión de los conductores asumir el riesgo de ser multados o no, es decir si continúan o no esta actividad.
Estas sanciones muy duras fueron introducidas a raíz de las presiones de los taxistas clásicos. Miles de taxistas han protestado durante meses solicitando la eliminación de la competencia que ellos tachan de desleal. Los taxistas afirmaron siempre que los que se dedicaban a esta actividad de manera alternativa no tenían las mismas obligaciones que los taxistas clásicos y que no pagaban impuestos.
Esta guerra de transportistas ha provocado polémica también entre los clientes. Muchos afirman que los taxistas clásicos son maleducados y que cometen evasión fiscal al no entregar recibos. Son de sobra conocidas las artimañas a las que recurre para sacar más dinero de los bolsillos de sus clientes. Se desvían de la ruta más directa o modifican los aparatos para que indiquen sumas mayores.
Versión española: Valeriu Radulian