15 años desde la adhesión de Rumanía a la OTAN
Desde hace un decenio y medio Rumanía forma parte de la alianza político-militar más exitosa de la historia.
Bogdan Matei, 01.04.2019, 15:30
Cautivos durante casi mitad de siglo en el campo de concentración soviético, los rumanos pudieron validar su vocación occidental a comienzos de los años 2000, después de la caída del régimen comunista. Rumanía fue admitida en la UE en 2007, tres años después de haber ingresado en la OTAN, en el mes de marzo de 2004, fecha de la ampliación más extensa hacia el este de la Alianza del Atlántico Norte. Desde entonces el número de Estados miembros ha aumentado de 19 a 26. Anteriormente, en la cumbre de la OTAN celebrada en Praga en noviembre de 2002, Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia habían recibido la invitación oficial de adherirse a la alianza político-militar más exitosa de la historia. Era el final del camino que Bucarest había iniciado en octubre de 1990 cuando estableció relaciones diplomáticas con la OTAN.
Afectadas en aquel entonces en el plano interno por disputas feroces, la clase política rumana y la opinión pública en su conjunto tuvieron un objetivo común. De derecha o de izquierda, en el poder o en la oposición, todos los partidos importantes optaron por la integración europea y euroatlántica, la única garantía de prosperidad y seguridad para Rumanía. Cabe recordar que el jefe del Estado en el momento de la adhesión era el antiguo ministro comunista Ion Iliescu que había estudiado en Moscú y había sido acusado de ser rusófilo.
En 1994, Rumanía se convirtió en el primer país que decidió participar en el programa Asociación para la Paz con un papel importante en el proceso de preparación para la adhesión a la Alianza. Siguió la ducha fría de la cumbre de Madrid de 1999 cuando del Este excomunista fueron invitadas a adherirse solamente la República Checa, Polonia y Hungría. Sin embargo, los analistas políticos y militares apreciaron que Rumanía estaría a la cabeza de la lista de la futura ola de admisión. Su importancia geoestratégica, el potencial militar significativo y una opinión pública profundamente prooccidental eran los argumentos más convincentes. La adhesión a la OTAN es duplicada también por una asociación estratégica privilegiada entre Bucarest y Washington. Rumanía alberga bases militares estadounidenses y componentes del escudo antimisiles y sus soldados participan frecuentemente en maniobras y misiones internacionales al lado de sus colegas estadounidenses.
El actual ministro de Defensa, Gabriel Les, ha subrayado que Rumanía está mejor preparada desde el punto de vista militar que hace casi 15 años. Alrededor de 1.000 militares participan en misiones externas y su número fue mayor en los años pasados, más de 2500. El ministro ha recordado que 29 militares rumanos perdieron sus vidas y 180 resultaron heridos en los teatros de operaciones externas. Él ha añadido que en caso de guerra, el Ejército tiene suficiente armamento y munición para resistir hasta la intervención de los socios de la OTAN.