El brexit, ¿una historia sin fin?
Casi tres años después del referéndum para el brexit, todavía no está claro a dónde van los británicos.
Bogdan Matei, 15.03.2019, 15:30
Caso único en la historia de la Unión Europea, que a lo largo de las décadas ha aumentado de 6 a 28 miembros, el brexit parece ser más difícil de gestionar que las ampliaciones sucesivas de la Unión. Desde hace tres años, la salida del Reino Unido de la UE ha venido paralizando Londres, afectando a Bruselas, y ha causado ansiedad y confusión en todas partes.
El 23 de junio de 2016, aproximadamente 17,4 millones de británicos, de una población de más de 66 millones, votaron por la salida. Esto representaba menos del 52% de los que acudieron a las urnas. El mapa del Reino Unido refleja las opiniones distintas. Escocia, Irlanda del Norte y Londres quieren permanecer en Europa, mientras que las grandes ciudades industriales inglesas, el entorno rural y el País de Gales quieren salir de la UE.
En aquella ocasión, el primer ministro conservador, David Cameron, quien era un seguidor de la permanencia en la UE y el hombre que había organizado el referéndum, presentó su dimisión. Fue reemplazado por Theresa May, euroescéptica, pero también votante antibrexit. Desde entonces, ella ha sido la persona que ha gestionado este importante expediente, tratando de navegar entre las demandas de Bruselas y las expectativas de sus propios ciudadanos, unos manifestantes pro y otros, antibrexit.
Hace dos años, ella declaró que el Reino Unido ya no podía ser parte del mercado único, manifestando su desacuerdo con el deseo de Londres de detener la migración desde el continente. Posteriormente, la señora May y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunciaron un acuerdo inicial sobre los tres capítulos principales de la salida de la Unión: la regulación financiera, los derechos de los ciudadanos europeos en el Reino Unido y de los británicos en la UE, y la situación de la frontera entre Ulster y la República de Irlanda.
Pero esto no cumple con los requisitos del Parlamento británico, donde sucesivas votaciones parecen retrasar el brexit mucho más allá del plazo límite previsto para el próximo 29 de marzo. Este jueves, en Bucarest, el negociador jefe de la UE para el brexit, el francés Michel Barnier, ha destacado que nadie puede convencerle de la ventaja de la salida del Reino Unido y que el segundo rechazo del acuerdo que había negociado con la primera ministra May complica aún más las cosas. Se trata, según ha precisado, de una situación en la que ambas partes van a perder.
Lamentamos, pero al mismo tiempo, respetamos la decisión tomada por la mayoría de los británicos, ha dicho el negociador de la UE. Por su parte, el presidente Klaus Iohannis, la primera ministra Viorica Dăncilă y el ministro de Asuntos Europeos, George Ciamba, han destacado la importancia de garantizar los derechos de los más de 400.000 ciudadanos rumanos que viven en el Reino Unido en el caso de un brexit sin acuerdo.
El Gobierno rumano hará todo lo posible para que se respeten los derechos de los ciudadanos británicos en Rumanía, ha dicho el ministro de Exteriores. Los analistas también señalan que, independientemente de las convulsiones burocráticas relacionadas con el brexit, las relaciones bilaterales rumano-británicas son excelentes. Y los dos países, aunque ya no sean socios en la UE, seguirán siendo aliados en el marco de la OTAN.
(Versión española Simona Sarbescu )