Rumanía y las inversiones extranjeras
El Gobierno rumano busca soluciones para que Rumanía sea cada vez más atractiva para los inversores.
Roxana Vasile, 23.03.2018, 13:33
La preocupación por traer inversores extranjeros a Rumanía ha sido durante muchos años después de la Revolución anticomunista de 1989 un tema central para los gobiernos que han estado en el poder. A las privatizaciones exitosas se han añdido por desgracia las privatizaciones pendientes de un hilo, muchas veces en detrimento del Estado rumano y las comunidades locales. Algunas empresas han sido tomadas por los inexpertos, quienes creían que podían hacerlas funcionar, pero han fracasado lamentablemente. Otras han sido compradas con malas intenciones, solamente por los activos que tenían. Por lo demás, hay sospechas de corrupción en el caso de numerosas transacciones de este tipo.
Este jueves el Ministerio de Economía de Bucarest ha anunciado que el Estado rumano será accionista mayoritario del Astillero DMHI Mangalia, que pertenece actualmente a los surcoreanos. Se creará una sociedad mixta en la que el Ministerio de Economía tendrá un 51% de las acciones, y los holandeses del Damen Shipyards Group, quienes comprarán a los surcoreanos, tendrán un 49%. “Es la primera vez en los últimos 28 años que el Estado toma el control de un objetivo industrial estratégico privatizado. Como accionista mayoritario podemos proteger de manera eficiente los intereses del Estado rumano y podemos proteger incluso la fuerza laboral de alta calificación del astillero, según se ha mencionado en un comunicado oficial. La situación financiera de la compañía ha conllevado ya la partida de centenares de empleados en el último año y medio, y desde hace tres años no se han desarrollado negociaciones sobre el aumento de los salarios de aquellos que han quedado. El líder sindical Laurenţiu Gobeajă ha hablado de otros problemas que hay en el astrillero situado en la orilla del mar Negro:
“Nuestros problemas se conocían desde hacia casi dos años: que el número de barcos ha bajado con el tiempo y que ibamos a tener un periodo sin trabajo. No se ha tomado ninguna decisión y durante todo este periodo hemos informado varias veces tanto al Ministerio como a los representantes de la sociedad de que estamos preocupados por el hecho de que ya no tengamos trabajo. El 7 de febrero se fue el último barco construido en Mangalia. Desde entonces, unos 700 empleados ya no tienen trabajo, las dársenas están vacías, y el astillero está medio desierto. En el futuro cercano ya no creo que sigamos construyendo. Tal vez si la situación mejore, dentro de un año o más.”
Durante una visita hecha este jueves al distrito de Dâmboviţa (en el sur), la primera ministra Vorica Dancilă se ha reunido con los inversores extranjeros en la plataforma industrial de Ulmi, donde se está construyendo la mayor fábrica de electrodomésticos del sudeste de Europa. Ha sido una oportunidad para que la mandataria declare que el Gobierno que lidera está buscando soluciones para que Rumanía se convierta en un lugar cada vez más atractivo para las inversiones:
“Voy a apoyar las inversiones en Rumanía. Trabajaré junto con el equipo de ministros para encontrar soluciones para que Rumanía se convierta en un lugar cada vez más atractivo para las inversiones rumanas y las inversiones extranjeras.”
Es necesario estimular el deseo de los empresarios de invertir, ha añadido la jefa del Gobierno. Esto sólo se puede hacer mediante algunas soluciones concretas: un entorno legislativo estable y una infraestructura según los estándares europeos.