Un Eurovisión inédito
Los rumanos eligen a su representante en Eurovisión.
Roxana Vasile, 12.02.2018, 16:10
La designación del representante de Rumanía en Eurovisión está por terminar. Mientras algunos países nombran a su candidato, Rumanía organiza, cada año, concursos nacionales a los que acuden artistas consagrados o casi desconocidos que esperan llegar al escenario musical internacional. Este año, la Televisión Rumana pretende batir todos los récords, contradiciendo la propia definición de la palabra “semifinal” (siempre hay dos que preceden la final de la competición). La TVR ha programado en vez de dos, cinco espectáculos en cinco ciudades distintas para designar a los finalistas. Del total de 60 canciones que compiten, 12 en cada semifinal, interpretadas por varias generaciones de artistas de varios géneros musicales, solo 15 se clasificarán para la final en Bucarest, el próximo 25 de febrero, y solo una representará a Rumanía en Portugal, país que este año organiza el festival de la música europea. Doina Gradea, presidenta directora general de la televisión pública, confía en el éxito de su institución:
“Para la TVR esto significa cumplir un deseo de los rumanos, organizando este acontecimiento en las ciudades, ahí donde ellos viven. También significa música buena, talentos rumanos que nos representan en los concursos internacionales. Además, se trata de una gran labor, de un equipo verdadero, unido, meses de trabajo, de decisiones y alegría en cada semifinal y también en la final. Seguro que vamos a tener el mejor espectáculo musical.”
En vísperas de la gran final en Bucarest, de las 5 semifinales programadas, han tenido lugar cuatro, en Focşani, en el este de Rumanía, en Timişoara, en el oeste, Craiova, en el sur y Turda, en el corazón del país y también de la tierra. La noche del pasado domingo, la penúltima semifinal fue transmitida en directo por la TVR desde la famosa salina ubicada en la localidad con el mismo nombre, a una profundidad de 90 metros, lo que representa una novedad absoluta en la historia de Eurovisión. Los artistas subieron a un escenario ubicado en un lugar con acústica especial, en la Mina Rudolf, que mide 42 metros de alto, 50 metros de ancho y 80 metros de longitud. Desde un lugar que data de la Edad Media, es decir la salina Turda, el concurso se trasladará el próximo domingo para la última semifinal, a Sighişoara, también en el centro de Rumanía, en la única ciudadela medieval aún habitada en el sudeste de Europa. Cabe recordar que después de 1994, cuando hizo su debut en Eurovisión, Rumanía se ha situado solo dos veces en el tercer puesto. Cada año, todos los participantes en el Festival de la Canción de Eurovisión pretenden por lo menos superar el mejor resultado jamás registrado por su país. ¿Será esto posible en 2018?