Bucarest apoya a los rumanos de Ucrania
El Gobierno de Rumanía reacciona con medidas concretas ante las previsiones de la nueva ley de educación ucraniana que limita drásticamente el acceso a la enseñanza en el idioma materno para la numerosa comunidad rumana del país vecino.
Bogdan Matei, 23.11.2017, 15:50
A propuesta del Ministerio para los Rumanos del Extranjero, en la reunión del miércoles pasado del Gobierno de Rumanía han sido establecidas varias medidas de apoyo directo a los étnicos rumanos. Las nuevas reglamentaciones consolidan el marco legal a través del cual éstos se beneficien de apoyo educacional por parte de Rumanía mediante asignación de becas para los que estudian en el sistema de enseñanza de lengua rumana de Ucrania o aumentando el número de becas asignadas al sistema de enseñanza rumana y la organización con el apoyo del Ministerio de Educación de prácticas de perfeccionamiento para el profesorado de las escuelas de idioma rumano del país vecino. El número de beneficiarios, la cantidad de becas y los mecanismos de selección se establecerán posteriormente a través de consultas entre los represententantes del Ministerio de los Rumanos del Extranjero y las asociaciones de rumanos de Ucrania, y aprobados mediante decisión de Gobierno.
Según un comunicado del Ejecutivo, para promover y proteger el derecho de estudiar en la lengua materna, el Ministerio de los Rumanos del Extranjero continuará el diálogo bilateral con la parte ucraniana y con los étnicos rumanos de Ucrania, incluso a través de un mecanismo de consulta del cual formarán parte las autoridades centrales y locales, las asociaciones rumanas de Ucrania, alumnos distinguidos y profesores.
“A la vez, el diálogo bilateral con la parte ucraniana continúa porque a través del diálogo y los esfuerzos comunes, los dos Estados lograrán buscar soluciones para respetar los derechos a la identidad lingüística de los étnicos rumanos de este Estado”, indica el comunicado.
Ésta es la gestión más reciente de Bucarest en su intento de atenuar los efectos de la nueva ley de educación ucraniana que limita drásticamente el acceso a la enseñanza en la lengua materna para numerosas minorías étnicas. Así, los niños de las etnias minoritarias podrán estudiar en la lengua materna sólo en las guarderías y escuelas primarias y en los cursos superiores estudiarán todas las asignaturas en ucraniano. Anteriormente, el ministro de Exteriores, Teodor Melescanu, y sus homólogos húngaro, búlgaro y griego firmaron una carta común a través de la cual expresaron su preocupación y el profundo pesar por la aprobación de la nueva ley. El ministro de Educación, Liviu Pop, se fue a Kiev para abogar en contra de la ley. El Parlamento de Rumanía pidió en una declaración votada de forma unánime la reexaminación de la ley y advirtió que seguiría “con máxima atención y preocupación” las evoluciones generadas por sus previsiones. A su vez, el presidente Klaus Iohannis decidió aplazar la visita programada para el pasado mes a Kiev. Los analistas califican de legítima la preocupación de Rumanía porque casi medio millón de étnicos rumanos viven en el Estado vecino, la mayoría de ellos en los territorios rumanos orientales anexionados en 1940 tras un ultimátum por la antigua Unión Soviética y recuperados en 1991 por Ucrania como Estado sucesor.